El Málaga despierta de su sueño de petrodólares

• El proyecto del club se debilita a falta de 4 días para su debut en la Champions
• El jeque catarí, propietario del club, deja de invertir para afrontar las deudas

El presidente del Málaga CF, el jeque Abdullah Al-Thani.

Dos años y medio han pasado desde que el jeque catarí Abdullah Al-Thani compró el Málaga CF a cambio de 36 millones de euros. Fue en junio de 2010 cuando empezaba el sueño para el club y su afición, pero parece ser que ese sueño llega a su fin.

Las ilusiones entre los aficionados que se dispararon por aquel entonces con la llegada de los talonarios en blanco, los grandes fichajes y la Champions League, muchas veces se han transformado en decepciones.

Víctima de una mala gestión

El proyecto euro-Málaga, a falta de pocos días para su debut en la previa de la Champions contra el Panathinaikos griego, se está debilitando por una gran diversidad de problemas económicos.

Uno de ellos fue el reclamo del Villarreal a Al-Thani por el pago del IVA ,cerca de 3 millones de euros,correspondiente al traspaso al club malagueño del internacional Santi Cazorla, tras abonar entonces 19 millones de euros al contado.

Después, el Osasuna, que exigía cobrar uno de los plazos, un millón de euros, del traspaso, por 6 millones, del lateral Ignacio Monreal.

Además de no haber podido hacer frente a los acuerdos y promesas económicos adquiridos por ellos mismos el pasado verano, el conjunto malagueño debe hacer frente también a las cantidades que tiene pendientes de pagar a los futbolistas correspondientes a la pasada temporada.

De club comprador a club vendedor

La situación del club es grave, lo que le ha llevado a emitir un comunicado a través de su página web.

“El Málaga Club de Fútbol ha comenzado un proceso de reestructuración interno en el seno de la entidad para adaptarse a los estándares del Fair Play financiero, con la intención de garantizar la autosuficiencia y sostenibilidad de la entidad”, asegura en él.

El resultado ha sido que el club ha pasado de ser el principal comprador en el mercado de fichajes del pasado verano (pagando 58 millones por Cazorla, Toulalan o Van Nistelrooy) a verse obligado a vender a algunas de sus estrellas para poder pagar las nóminas del resto de futbolistas.

Lo más destacado y que ha evidenciado el malestar del club ha sido el traspaso de Santi Cazorla al Arsenal. El asturiano se había convertido desde su llegada procendente del Villarreal en el emblema deportivo de la entidad.

También se ha desprendido de otros jugadores como el venezolano Salomón Rondón que va a jugar en el Rubin Kazan y del holandés Mathijsen, que lo hará en el Feyenoord, jugadores elementales en el éxito de la histórica cuarta plaza conseguida en la pasada temporada.

Los 26 millones recaudados con las ventas de estos jugadores fueron utilizados para pagar una parte de los altos salarios prometidos a los jugadores hace un año para que se unieran a un proyecto que parecía prometedor.

Al-Thani, presidente en tiempo récord

Abdullah Al-Thani llegaba a Málaga acreditado por su condición de miembro de la familia real de Catar y por ser accionista mayoritario del Grupo NAS, un conglomerado de empresas que engloba diferentes actividades de producción, desde concesionarios de automóviles hasta hoteles. En un tiempo récord y tras varias semanas de negociaciones, se presentaba en sociedad como nuevo propietario del Málaga el 26 de junio de 2010.

Las obras y proyectos que tenía previstos, tales como la Ciudad Deportiva de Arraijanal y el Puerto Deportivo de La Bajadilla en Marbella -e incluso llegó a hablarse de la construcción de un nuevo estadio que se llamaría Catar Stadium-, fueron denegados por la Junta de Andalucía. Este hecho supuso un duro revés para las pretensiones económicas del jeque, que puede estar pasando factura a la situación actual del club andaluz.