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Tenis | Copa Davis 2012

Ferrer consigue ante Querrey el primer punto para España en la semifinal de la Copa Davis

  • Remonta el partido para ganar en tres horas por 4-6, 6-2, 6-2 y 6-4
  • Acusa el cansancio originado por las semifinales y viaje del US Open
  • Así te hemos contado el primer partido de la semifinal, Ferrer - Querrey

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David Ferrer no falla y suma el primer punto para España

El tenista español David Ferrer ha ganado este viernes ante Sam Querrey el primer punto de la semifinal de Copa Davis que enfrenta a España y Estados Unidos. El partido, jugado sobre la tierra batida de la pista construida en el parque Hermanos Castro de Gijón, ha durado tres horas y tres minutos y se ha resuelto en cuatro sets: 4-6, 6-2, 6-2 y 6-4. [Así te hemos contado el primer partido de la semifinal, Ferrer - Querrey]

El número uno español en esta eliminatoria, recién llegado de las semifinales del US Open, comenzó el partido demostrando que no se había podido recuperar completamente de los esfuerzos neoyorquinos.

En el primer punto se vio que el americano buscaba la colocación de la bola en ángulos y líneas a los que llegaba sin problemas el de Jávea y también el de San Francisco vio volar por encima de su cabeza el globo que arrancó el primer aplauso a la grada gijonesa.

Ese juego se fue para el marcador de España en la tercera oportunidad que tuvo el número cinco mundial de romper el servicio del 26 de la ATP, que no pudo comenzar dominando con su derecha y su saque, las mejores armas con las que llegaba el americano a la quinta cita de Asturias con la Davis.

En esta ocasión en la pista construida al arrullo del mar Cantábrico adonde Querrey envió el error no forzado de su derecha que entregó el 1-0 a Ferrer en cinco minutos. Este fue el aviso de lo que sería su juego en el primer tramo del partido, numerosos fallos.

Numerosos errores no forzados

David consolidó el break pero no su juego y también fue sumando pelotas contra la red, sobre todo con su revés a dos manos, penitencia que arrastraba del juego en el Grand Slam americano donde la bola es más ligera.

En el octavo juego Sam Querrey consiguió empatar el partido. 'Ferru' perdió su servicio, de hacer cuatro aces pasó a dos dobles faltas, el acierto del americano aumentaba a medida que disminuía el del español aunque a ese 4-4 también se llegó con empate a errores, 17.

El siguiente parcial lo cerró el estadounidense con un saque directo, el primero del partido para su cuenta. Con la rotura consolidada se aprovechó del juego errático del alicantino que no encontraba las líneas y así se cerró el primer set con una nueva pérdida del servicio español, 4-6 en 43 minutos.

Llegó la derecha ganadora en el segundo set

Ferrer salió decidido a deshacer a su favor el empate a uno que mantenía con Querrey en partidos previos. El inicio del segundo set fue un dejá vu, se calcó el desarrollo del primero. David consiguió romper el servicio en el primer juego, consolidó el segundo ganándolo en blanco y en el cuarto parcial llegó la primera derecha invertida ganadora del valenciano, su sello de campeón.

La constancia es el otro, con ella alcanzó la segunda rotura (5-2) en el séptimo y también fue llegando la confianza en su derecha que comenzó a correrle más. Los aplausos se volvieron más rotundos, parejos al juego del español que movía de un lado a otro de la pista al estadounidense.

Su padre, Jaime, lo veía un poco nervioso y Pilar, su madre, cansado de tanto viaje, aún así con su servicio cerró el set con facilidad, 6-2 en 37 minutos empatando el partido y haciendo buena la confianza que su novia, Marta, mantenía en su recuperación.

El sol del 'Tostadero' convierte la pista en rápida

Los gijoneses denominan 'El Tostadero' a la zona donde se juega el undécimo encuentro entre España y Estados Unidos, la llaman así porque es donde más calor se siente en la ciudad. El sol, que al comienzo del partido parecía tímido, se volvió rotundo como lo lleva haciendo todo el verano y comenzó a tostar la tierra batida, así los puntos se aceleraron en el tercer set.

Las derechas de ambos jugadores tuvieron más mordiente en la tercera manga que comenzó con Querrey invirtiendo la tendencia que Ferrer había establecido en los anteriores rompiéndole el servicio en el primer juego.

El largo americano de casi dos metros tiró de los galones que luce en el ránking de sacadores y se mantuvo en el set hasta el quinto juego, nunca malo, donde llegó la rotura para España (3-2) después de no haber aprovechado dos oportunidades de break en el tercer juego.

La jugada mortal de Ferrer se hizo más frecuente, la derecha abierta y la subida a la red en busca de la volea definitiva le proporcionaron valiosos puntos para hacerse con su servicio en blanco y volver a romper el del californiano. Con el 5-2 y saque a favor David cerró el tercer set en 38 minutos, 6-2 y la eliminatoria se inclinaba del lado español, 2-1.

Pájara de ida y vuelta

El cansancio volvió a las piernas del valenciano pero la casta no le abandonó y así pudo evitar que el americano le rompiera el servicio al comienzo del cuarto set. Querrey no aprovechó ninguno de los nueve puntos de break que tuvo entre el segundo y cuarto juegos, alguno de ellos desbaratados por saques directos de 'Ferru' con segundo servicio.

El capitán estadounidense, Jim Courier, con gesto inmutable no se lo podía creer mientras que el español, Álex Corretja, no cesaba de animar a David cuando estaba pasando por su peor momento del partido acusando la pájara. Ferrer tiró de casta, como siempre sin dar una sola bola por perdida, como el punto que recuperó cuando más mordía Querrey y que le mantuvo en el set, 3-3.

En el noveno juego cambiaron las tornas y el cansancio lo acusó el americano. El español consiguió desequilibrar a su favor el set aprovechándose de los nervios de su rival, 5-4 y servicio para ganar el primer punto. La fortaleza mental y física de Ferrer dominaron al gigante de San Francisco, ganó el set, el partido y el punto para España.

El empate que mantienen España y Estados Unidos en las eliminatorias disputadas, cinco victorias para cada país, comienza a deshacerse a favor del anfitrión que lleva 23 ediciones sin perder en casa.