El belga Gilbert cumple su papel de favorito en el Mundial de ciclismo; Valverde, bronce
- El ataque incontestable en la última subida al Cauberg le da el oro a Gilbert
- Alejandro Valverde pelea por la plata con el noruego Boasson Hagen
- La medalla de bronce, corta recompensa para el gran trabajo de España
Clasificación final
1. Philippe Gilbert (BEL), en 6 h 10:41
2. Edvald Boasson Hagen (NOR) a 04
3. Alejandro Valverde (ESP) 05
4. John Degenkolb (ALE) 05
5. Lars Boom (HOL) 05
6. Allan Davis (AUS) 05
7. Thomas Voeckler (FRA) 05
8. Ramunas Navardauskas (LTU) 05
9. Sergio Henao (COL) 05
10. Óscar Freire (ESP) 05
11. Rui Costa (POR) 05
12. Tom Boonen (BEL) 05
24. Daniel Moreno (ESP) m.t.
38. Alberto Contador (ESP) a 53"
39. Joaquim Rodríguez (ESP) m.t.
41. Samuel Sánchez (ESP) a 1:53
81. Juan Antonio Flecha (ESP) a 2:53
122.Jonathan Castroviejo (ESP) a 10:23
Todo el mundo sabía que Philippe Gilbert atacaría en la última ascensión a la mítica colina del Cauberg para hacerse con el título de campeón mundial de ciclismo, pero nadie pudo evitarlo. El belga cumplió a la perfección con su papel de favorito, en una prueba en la que España efectuó un notable trabajo, recompensado con la medalla de bronce de Alejandro Valverde. El noruego Boasson Hagen arrebató la medalla de plata al murciano, mientras que Óscar Freire fue décimo.
Gilbert, un vendaval desatado
Y es que la arrancada que hizo Gilbert fue bestial, una fuerza de la naturaleza y ninguno tuvo fuerzas para seguir a este belga de 30 años, que se hizo con el primer jersey arco iris de su carrera y conocido ganador de clásicas como Amstel Gold Race, Lieja- Bastogne- Lieja, Giro de Lombardia o Clásica de San Sebastián.
España, Italia y Bélgica protagonizaron la parte definitiva de una apasionante carrera, que se decidió en la última vuelta, tras una competición realizada con fuerte ritmo. Al final Bélgica volvió a obtener un título, después del de Boonen en 2005; y España regresó al podio tres años después de que 'Purito' Rodríguez hiciera también bronce.
Tras un primer intento de Dani Moreno, los españoles controlaron para que no se moviera nadie, pese a algunos ataques de prueba, entre un grupo de 48 hombres en el que había seis españoles (Contador, Freire, Samuel Sánchez, Valverde, ‘Purito’ Rodríguez y Moreno) y todos los grandes favoritos.
‘Samu’ y Contador aceleraron esa parte final y nadie pudo salir. El Mundial se rompió en la última ascensión al Cauberg, que se hizo a toda velocidad tras el acelerón de Nibali, al que respondió Philippe Gilbert con una salida monstruosa.
En esa última dura subida Valverde mantuvo las aspiraciones hispanas en un trío con Kolobnev y Boasson Hagen, pero ya nadie pudo alcanzar a Gilbert. En la pelea por la plata, el noruego adelantó a Valverde y a un selecto grupo. Magnífico año para Valverde en su regreso a la competición, cerrado con la que es su cuarta medalla en un Mundial: dos de plata y dos de bronce, la última hace seis años.
Como pasó otros años, salvo en el último ataque, España llevó la iniciativa durante la carrera, a pesar de la caída que sufrió Óscar Freire en los primeros kilómetros de competición. Casi 270 kilómetros con final en un exigente circuito de 16 y medio al que se llegó después de un trazado en línea de 108 kilómetros.
Trabajo de desgaste y control español
Para acabar, esas 10 vueltas, con otras tantas ascensiones al Bemelerberg y al duro Cauberg, conocido en la clásica Amstel Gold Race, la última de ellas a menos de dos mil metros de meta. Zona bien conocida por Gilbert, que ya ganó aquí la Amstel en 2010 y 2011.
Pablo Lastras protagonizó el primer movimiento, en un grupo de 11 corredores que llegó a tener más de 10 minutos de adelanto. El siguiente lo llevó a cabo Juan Antonio Flecha, quien se llevó a otros ocho ciclistas. Finalmente, Alberto Contador también aceleró su marcha y acabó por formarse un pequeño pelotón por delante. Unos 30 hombres, con tres españoles, tres franceses y cuatro italianos.
Además de Contador, Voeckler y Albasini intentaron poner en jaque al gran grupo y sobre todo a los belgas Boonen y Gilbert, que solo tenían adelante a Leukemans y Meersman. Para entonces, Gran Bretaña ya había sufrido su particular Trafalgar, ya que su campeón mundial, Mark Cavendish, tuvo que abandonar en un circuito que no le iba, y también corrieron la misma suerte del abandono Bradley Wiggins y Chris Froome.
La carrera se disputó a un altísimo ritmo y los atacantes llegaron a tener un minuto de adelanto. Por eso, Alemania tuvo que cooperar con Bélgica para echar abajo la fuga, ya que se vio que los belgas solo no podrían con el entendimiento que mostraron los de delante, donde Lastras y Flecha realizaron un trabajo muy generoso.
Con el pelotón lanzado, se produjo una ‘montonera’ a menos de 40 kilómetros, que afectó a los holandeses, sobre todo, a Jonathan Castroviejo entre los españoles, y que efectuó una gran selección. Los perseguidores se quedaron en apenas 50 corredores, entre ellos todos los favoritos.
La reunificación
En la antepenúltima subida al Cauberg, y con el pelotón echándose encima, Contador intentó mantener viva la fuga el mayor tiempo posible. La reunión se produjo a falta de dos vueltas, unos 33 kilómetros, que hicieron que se mantuviera la tensión y la emoción.
España siguió tensando esa cuerda y Samuel Sánchez aceleró para que no hubiera recuperación tras el gran trabajo de desgaste realizado por aquellos que habían perseguido. Con todo, los corredores se tomaron un pequeño respiro antes de la ‘batalla’ final, aunque siempre a ritmo. Talansky y Stannard lo avivaron en otra de las zonas de ascenso del circuito, que se hizo cada vez más duro con el paso de los kilómetros.
En la penúltima ascensión al Cauberg, Bélgica y Alemania tomaron posiciones, con Valverde expectante en la cabeza. Entonces se produjo el ensayo de lo que habría de pasar poco después. Respondió el murciano al ataque de Nibali, como lo hizo Gilbert, pero fue España quien entró atacando con Dani Moreno a esa decisiva última vuelta.