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Golf | Ryder Cup

Europa retiene el título de la Ryder Cup gracias a una épica remontada

  • El equipo de Chema Olazabal da la vuelta en la última jornada y gana 14-13
  • Triunfo clave en la remontada de Sergio García y el alemán Kaymer, el decisivo
  • "Gracias a todo el equipo. Esto va por ti Severiano", dijo Olazábal 

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Europa conquista la Ryder con una histórica remontada

El equipo europeo de la Ryder Cup consiguió retener el título  en la 39 edición, celebrada desde el viernes en Medinah (Chicago),  gracias a un putt final del alemán Martin Kaymer tras una jornada  dominical en la que el conjunto capitaneado por el español José María  Olazábal estuvo soberbio.

Tras finalizar el sábado con un marcador de 10-6, la desventaja  supuso una motivación extra para el equipo del 'Viejo Continente',  que apeló al espíritu de Severiano Ballesteros para firmar una  remontada histórica, algo que sólo habían conseguido los americanos  en 1999.

En aquella ocasión fue como local, algo que añade más mérito al  equipo europeo. Las victorias, en los partidos individuales de Martin  Kaymer --la decisiva--, de Sergio García, que fue clave para voltear  el marcador, y de los incombustibles Ian Poulter, Luke Donald, Justin  Rose y Paul Lawrie, sentenció el 13-14 que garantizaba el éxito.

Olazábal con Poulter de inicio

Olazábal fue muy inteligente al comienzo del día. El vasco puso  toda la carne en el asador sacando de inicio a Poulter, que estuvo  sensacional. El inglés derrotó a Webb Simpson por 2 arriba y completó  las dos primeras victorias para Europa tras el punto de Luke Donald,  que hizo hincar la rodilla al mismísimo Bubba Watson.

Con el 10-8 en el marcador la jornada tomaba un cariz bien  distinto, sobre todo porque la trayectoria de los europeos era más  que ascendente. Vestidos de azul marino y blanco --los colores que  inspiraron al gran Severiano Ballesteros-- Europa comenzaba a creer  en la remontada, aunque seguía siendo una montaña muy difícil de  escalar.

Los vigentes campeones tenían guardado otro as bajo la manga. Rory  McIlroy y Justin Rose certificaban lo que parecía imposible. Sus  victorias ante Keegan Bradley y Phil Mickelson, respectivamente, con  dos 'putts' exquisitos en el tramo final, cambiaron el guión de la  Ryder, que ganaba en emoción a medida que se alcazaban los hoyos  decisivos.

Sergio García, clave en la remontada

Fue entonces cuando Paul Lawrie --con 5 y 3-- seguía añadiendo  motivos para creer en la victoria pese a la derrota, ipso facto, del  belga Nicolas Colsaerts, la revelación del viernes, y del norirlandés  Graeme McDowel. Zach y Dustin Johnson encaminaban la Ryder a un final  de infarto, con Kaymer, García y Woods, entre otros, como  protagonistas.

Llegó el momento de Sergio García, que aguantó a la perfección al  'local' Jim Furyk y demostró sus galones en los tres últimos golpes.  El americano la mandó al búnker en el 18 y el castellonense, con  mucha sangre fría, estableció el 12-13, la constatación de que  mantener la Ryder Cup era más que posible.

Dufner devolvió las tablas, pero de los tres partidos que  restaban, Europa tenía ventaja en dos. El horizonte sonreía al equipo  europeo, que acariciaba lo que parecía utópico en la mañana del  domingo. Primero fue Lee Westwood, que se impuso por 3 y 2 a Matt  Kuchar, y después todo quedaba en manos de Martin Kaymer.

Severiano Ballesteros, siempre presente

El alemán, que ha tenido un año horrible --e incluso el sábado  estuvo desaparecido-- mantuvo un duelo vibrante con Steve Stricker,  quien le obligó a meter un 'putt' decisivo. La presión no le pudo al  germano --campeón de la PGA en 2010-- para cerrar una jornada de  ensueño.

En el duelo restante, Woods --a falta del último hoyo-- compartió  el punto con el italiano Molinari, de tal forma que la victoria fue  redonda y completa. El californiano, que sigue negado en la Ryder,  concedió el 'putt' a su oponente para dejar el definitivo 13,5-14,5.

Olazábal, con lágrimas en los ojos, miró al cielo para dedicar la  victoria a su maestro y mentor: Severiano Ballesteros, quien ya  saboreó la Ryder como capitán en 1997. Esa última bola de Kaymer  seguro que estuvo dirigida desde el cielo de Pedreña...