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Balonmano

Prolongan un día más el arresto de los jugadores del Montpellier

  • Quince personas se encuentran detenidas desde el domingo por la tarde
  • Entre ellos Nicola Karabatic, considerado el mejor jugador del mundo
  • Si se demuestra que hubo amaño, la sanción puede ser castigada con prisión

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Los jugadores del Montpellier guardan silencio

La fiscalía de Montpellier prolongó 24 horas la detención de los nueve jugadores del Montpellier de balonmano, entre ellos el campeón olímpico francés Nicola Karabatic, arrestados el pasado domingo por su supuesta participación en un sistema de apuestas sobre los resultados de los partidos que jugaban.

La compañera de Karabatic y la de su hermano, Luka, también detenidos, serán presentadas ante un juez de instrucción este martes, informaron los medios franceses. El fiscal de Montpellier Brice Robin dijo este lunes en una rueda de prensa que existían "muy fuertes sospechas" de que los jugadores no respetaron las normas éticas deportivas.

La prolongación del arresto concierne a 15 de las 18 personas detenidas, indicó France Info. Tres jugadores fueron puestos en libertad mientras que la policía detuvo esta noche a otro miembro del equipo, agregó la emisora.

Apostaron, pero no se dejaron ganar

Los jugadores del Montpellier de balonmano detenidos en el marco de una investigación sobre apuestas y amaño de partidos, están dispuestos a confesar que apostaron según ha afirmado uno de sus abogados.

Las han hecho y se han equivocado y lo explicarán

"Los jugadores van muy probablemente a reconocer ciertas cosas referentes a las apuestas deportivas. Su deontología deportiva les impide hacer apuestas. Las han hecho y se han equivocado y lo explicarán. Pero en ningún caso dejaron perder un partido", afirmó Jean-Yves Leinard, letrado del portero Michaël Robin, uno de los detenidos.

En total, doce personas se encuentran en el calabozo desde ayer por la tarde, a la espera de ser interrogados, entre ellos Nicola Karabatic, considerado el mejor jugador del mundo.

El abogado Eric Dupond-Moretti, que defiende a los hermanos Karabatic, aseguró que "nadie podrá demostrar que el partido fue amañando, porque no lo fue", al tiempo que justificó el derecho de sus clientes a testificar sólo ante un juez de instrucción.

No son tramposos, el partido no fue amañado

"Ellos apostaron, pero no se dejaron ganar. Esto es una infracción deportiva, no una infracción penal. Para que la justicia pueda intervenir en esta caso, hace falta un partido amañado, y sobre el plan penal no hay nada", señaló Eric Dupond-Moretti en la 'RTL' francesa. Además, el abogado aseveró que es el fiscal "el que debe demostrar" si se amañó el encuentro. "Estos hombres desmienten haber amañado este partido, no son tramposos, el partido no fue amañado", sentenció.

Los deportistas no pueden apostar en las competiciones en las que están inscritos, bajo pena de una multa de 15.000 euros y seis partidos de sanción.

Sin embargo, si se demuestra que amañaron un partido, la sanción es penal y puede ser castigada hasta con la prisión.

Según varios medios, los deportistas se negaron a declarar ante los agentes de la brigada sobre el juego y esperan comparecer mañana ante el juez de Montpellier que dirige la investigación. El magistrado decidirá si les imputa algún delito o les deja en libertad sin cargos.

Karabatic, su hermano Luka, la mujer de éste y otros jugadores, además del fisioterapeuta del club, fueron arrestados ayer después de que disputaran un encuentro liguero contra el París Saint-Germain. Inmediatamente fueron trasladados a los locales de la brigada de represión del juego ilegal, donde han pasado la noche.

La policía sospecha que varios jugadores del club, además de sus esposas y novias y miembros del equipo técnico, apostaron fuertes cantidades de dinero a un encuentro de finales de la pasada temporada, lo que les habría reportado unos 200.000 euros. El grueso de las sumas apostaba por una derrota del Montpellier en el descanso del encuentro disputado contra el modesto Cesson-Sévigné el pasado 12 de mayo, cuando los primeros ya se habían garantizado el título.

El organismo público de apuestas francés detectó una cifra anormal de apuestas sobre ese partido, 70.000 euros, frente a los pocos cientos habitualmente, por lo que alertó a las autoridades. Enseguida se abrió una investigación que permitió averiguar que el grueso de los apostantes eran jugadores del Montpellier o allegados.

El reglamento francés impide a los deportistas apostar, directa o indirectamente, en una competición en la que están implicados. El escándalo salió a la luz el pasado martes y ha provocado un gran revuelo en Francia.

El presidente del club: "No nos quedaremos de brazos cruzados"

El presidente del equipo de balonmano del Montpeliier, Rémy Lévy, acompañado por el entrenador del conjunto galo, Patrice Canayer, ha asegurado que habrá "sanciones" en el caso de confirmarse los hechos y que "no" se quedarán de brazos cruzados.

Si la gravedad de la infracción se confirma, habrá sanciones

"No nos quedaremos de brazos cruzados. Si la gravedad de la infracción se confirma, habrá sanciones. En los procedimientos disciplinarios no hay necesidad de esperar a los resultados de la investigación si existen pruebas suficientes. No nos escondemos detrás de la lentitud del proceso para asumir la responsabilidad, pero la mala conducta puede romper un contrato", avisó el mandatario del equipo galo.

Por eso, Rémy Lévy reiteró que el "club es más importante que las personas" y subrayó que se sienten "traicionados" por lo ocurrido por algunos de sus jugadores. "Tomaremos medidas enérgicas cuando llegue el momento porque es nuestra responsabilidad actuar. Nuestra imagen ha sufrido un duro golpe, y por supuesto me siento un poco responsable", reiteró.