La tecnología tras el salto del equipo Red Bull Stratos
- El casco y el traje son los elementos más innovadores
- Muchos de los equipos a usar van más allá de todos los límites
- La preparación física y mental del saltador también se considera clave
- Félix Baumgartner rompe la barrera del sonido en su salto estratosférico
Preparar un salto en caída libre desde 36.576 metros de altitud como el de Felix Baumgartner y el equipo Red Bull Stratos dista de ser trivial por lo hostil del entorno a esa altura.
Por ello han tenido que trabajar cuidadosamente en el diseño del equipo que utilizará, comenzando por la cápsula en la que subirá, pasando por el traje que llevará puesto y sus equipos asociados, para terminar con los paracaídas, aunque curiosamente el globo es lo más estándar de todo.
El globo
De hecho usa un diseño estándar que se ha ido ajustando en más de 60 años de lanzamientos de globos sonda de gran altitud para estudios científicos, aunque eso no implica que no haya que tener cuidado, en especial por lo fino que es el plástico del que está construido, algo así como diez veces más delgado que el de una bolsa de esas que se usan para guardar sandwiches.
Esto complica su manejo en tierra, pues mide casi 200 metros sin hinchar, aunque en el momento del lanzamiento medirá unos 183 desde su parte superior a la inferior de la góndola, para irse expandiendo según gane altura hasta medir sólo unos 110 metros de alto por 141 de ancho a la altitud de lanzamiento.
También hay que tener cuidado con el viento, ya que podría romperlo, de ahí el aplazamiento del intento de salto hasta mañana, y con no hincharlo demasiado, pues de lo contrario el helio con el que se llena podría expandirse demasiado, obstruyendo los conductos de ventilación, lo que podría hacer que explotara.
La cápsula
A diferencia de otros intentos anteriores Baumgartner subirá hasta la altura de salto en una cápsula cerrada, convenientemente probada en cámaras de vacío para comprobar que todos sus sistemas funcionan.
De dentro hacia fuera está formada por una esfera presurizada de fibra de vidrio de 2 metros de diámetro con ventanas acrílicas, una estructura de cromo-molibdeno que la protege de golpes y que además incluye el punto de unión con el globo, una cubierta de fibra de vidrio que es lo que se ve desde fuera, y una base con unos paneles de compresión que sirve tanto de punto de apoyo de la cápsula como para montar los equipos de a bordo, baterías, suministro de oxígeno etc.
La base servirá también para absorber el golpe cuando al final del vuelo la cápsula, que se soltará automáticamente del globo tras el salto, aterrice con sus paracaídas.
Baumgartner realizará el ascenso sentado dentro de la esfera presurizada, que se mantendrá a una presión equivalente a la de una altura de unos 5.300 metros sobre el nivel del mar, lo que minimizará los riesgos de que sufra problemas de descompresión y evitará que Felix tenga que hinchar el traje hasta el final, haciendo sus movimientos más cómodos.
La esfera también contiene la instrumentación para el manejo de los sistemas de a bordo y varias cámaras para grabar todo.
Traje y casco
Estos son probablemente los dos componentes del equipo de Felix Baumgartner que más trabajo han necesitado, pues nunca ningún traje como este se había utilizado para un salto en caída libre como el que va a intentar.
Están desarrollados a partir de los que usan los pilotos de aviones de reconocimiento que vuelan a gran altura, pero con las convenientes modificaciones para que Felix pueda gozar de la visibilidad y flexibilidad de movimientos necesarias para mantener el control de su posición durante el salto, algo crítico para un paracaidista, mientras a la vez intenta romper la barrera del sonido.
Lleva un control automático que hará que Felix nunca esté a una presión inferior a la equivalente a 12.000 metros, que ya es muy baja, para evitar que los gases de su cuerpo se expandan y sufra problemas de descompresión, aunque Felix habrá estado respirando oxígeno puro desde dos horas antes del despegue para eliminar estos gases en la medida de lo posible.
También lo protege del frío y, llegado el caso, del fuego debido al material con el que está fabricado, e incorpora varios mecanismos de seguridad para evitar que el casco o los guantes se puedan desprender por accidente.
En su pecho lleva un paquete de instrumentos que servirán para mantener las comunicaciones con el equipo de control de la misión, para grabar y transmitir su posición GPS, para grabar los parámetros de velocidad y altura de cara a los récords que quieren establecer, y para tomar imágenes de Felix.
Paracaídas
Para terminar también los paracaídas han tenido que ser repensados para este salto, ya que ninguno está certificado ya no para ser utilizado a la altura desde la que va a saltar Baumgartner, sino tan siquiera para viajar hasta allí arriba y luego ser utilizado más abajo.
Baumgartner llevará tres paracaídas cuando salte, uno de guía por si se desestabiliza que espera no tener que utilizar porque podría frenarlo lo suficiente como para no conseguir el récord de velocidad, el principal, de 25 metros cuadrados de superficie, y el de reserva.
El arnés de los paracaídas lleva también las dos bombonas de oxígeno que le permitirán respirar durante el salto y una serie de mecanismos de seguridad que desplegarán los paracaídas automáticamente si Felix queda incapacitado para hacerlo.
Pero en cualquier caso, hasta que el globo pase los 300 metros de altura en su ascenso inicial Felix no podrá utilizar ninguno de ellos porque no hay altura suficiente. De todos modos, a pesar de todos los años de preparación técnica de los equipos a utilizar y física y mental de Felix Baumgartner el salto representa sin duda toda una serie de desafíos, por lo que no les vendrá nada mal algo de suerte.