Baumgartner: "A veces tenemos que llegar muy alto para ver lo pequeños que somos"
- Félix Baumgartner rompe la barrera del sonido en su salto estratosférico
- El deportista confiesa que ha estado a punto de perder el conocimiento
- El austriaco se muestra impresionado, feliz y emocionado por el reto cumplido
El deportista de alto riesgo austríaco Felix Baumgartner, que rompió la barrera del sonido en caída libre al saltar desde más de 39.000 metros, ha declarado que durante los primeros momentos del descenso creyó que perdería la consciencia por la "violencia" de la caída y la velocidad.
Emocionado y feliz
"Ha sido más difícil de los que todos nos esperábamos", declaró en exclusiva en su primera entrevista a la televisión austríaca Servus, propiedad del patrocinador del proyecto.
“Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido“
"Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido", agregó, debido a la violencia de la caída por la velocidad de 1.173 kilómetros por hora que alcanzó en los primeros 40 segundos. "Estas bajo presión, no sientes el aire", declaró.
“Siempre he sabido lo que sucedía“
A pesar de esos momentos críticos Baumgartner no quiso abrir un paracaídas especial para estabilizar el descenso y dijo que siempre supo qué estaba sucediendo en la caída. "Desde el punto de vista de la consciencia, siempre he sabido lo que sucedía", dijo.
“Arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma diferente“
"Ha sido muy difícil. Estás deshidratado, estás cansado. Ahí arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma diferente. Ha sido muy difícil, espero que hayamos superado la barrera (del sonido)", confió.
Los cálculos de la misión preven que ha roto la barrera del sonido en los primeros 40 segundos de caída libre, cuando ha acelerado en ese espacio de tiempo hasta 1.173 kilómetros por hora.
Humilde, ante todo
"No he sentido ese golpe sónico, creo que pasa detrás de uno, estaba demasiado ocupado manteniendo el control. No tengo ni idea de si he volado a través de a barrera (del sonido)".
"A veces tenemos que llegar muy alto para ver lo pequeños que somos", declaró el deportista en una rueda de prensa tras realizar su hazaña. "Cuando uno está de pie en la cima del mundo, se es demasiado humilde como para pensar acerca de los récords", agregó.
La caída libre de Baumgartner ha sido de cuatro minutos y 20 segundos, por lo que no ha podido romper el récord anterior, de cuatro minutos y 36 segundos.
Ese récord sigue en posesión de quien ha supervisado el salto desde el control central: Joe Kittinger, de 84 años, que se arrojó en 1960 cuando era miembro de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos desde una altura de 31.333 metros.
"Joe se ha ganado que su récord siga después de 52 años", dijo el deportista austríaco con humor. En condiciones normales, en la atmósfera terrestre la velocidad del sonido es de 1.234 kilómetros por hora, mientras que en la estratosfera se puede alcanzar con unos 1.110 kilómetros hora por la menor resistencia del aire, según los expertos.