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Fútbol | España 1-1 Francia

España no supo especular ante Francia

  • La Roja echó en falta un delantero nato cuando tuvo el control
  • El dominio español no se tradujo en ocasiones claras en el área
  • En la segunda parte faltó control y finalizar las jugadas
  • Crónica del España 1-1 Francia | España 1-1 FranciaDatos y estadísticas del partido

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Contratiempo de España

España se ha levantado este miércoles en estado de 'shock' tras ver empatar a Francia en el descuento un partido que durante casi 70 minutos tenía ganado y encarrilado desde el pitido inicial. [Crónica del España 1-1 Francia

Con todo lo que pasó, se puede decir que el resultado final no fue del todo malo, que la clasificación para el Mundial de Brasil sigue estando en manos de la campeona -¿por qué no está clasificada por ser la campeona?- y que si estas son las armas de Francia, sacar un buen resultado en su casa es más que posible.

La primera parte dejó muy buenas sensaciones, aunque entre Iker Casillas y el juez de línea evitaron que el empate llegara antes del final del partido. ¿Hoy ya no se habla de Casillas?

Pero también quedó claro que volver a apostar por Cesc de falso nueve no funcionó. Y no porque fallara un penalti, que sería la crítica más fácil, sino porque la Roja no creaba ocasiones de gol claras, ocasiones para un delantero puro.

Apenas se vieron remates claros desde dentro del área, salvo una doble ocasión de Pedro y Cesc con pase de Xavi, al borde del fuera de juego. El del canario fue uno de los pocos movimientos de delantero que se vieron en un partido que pedía a gritos un ariete.

Puede que la solución no fuera Fernando Torres, como se vio en la segunda parte. Aunque a favor del 'Niño' se puede decir que salió con el partido ya roto. También estaban Roberto Soldado y David Villa, opciones que tenía Vicente del Bosque en su mano y no supo aprovechar.

Es ventajista criticar ahora que Xabi Alonso y Sergio Busquets no formaran el habitual doble pivote, sobre todo si comprobamos que las críticas vienen de los mismos que al inicio del Mundial de Sudáfrica pusieron "a caldo" a la pareja y al técnico.

Sin embargo, sí es cierto que faltó control y orden defensivo cuando el partido pedía control, algo que facilita el doble pivote. Como dijo Del Bosque a TVE, la Roja quiso especular y se encontró con once hombres que no eran los más adecuados para hacerlo.

La Roja pierde el control

Más de un aficionado se tiraba de los pelos viendo a los españoles asumiendo riesgos en la salida del balón, haciendo rondos en su propia área con la delantera francesa presionando al límite. Cuando sale bien se habla de tranquilidad y sangre fría, pero si sale mal se critica por indolencia.

Un taconazo del mencionado Busquets ante Ribéry provocó el "¡oh!" de la grada del Calderón, pero si lo hubiera fallado se habría convertido en el villano del día, en lugar de Juanfran Torres.

El sustituto de Arbeloa se equivocó tratando de regatear al extremo del Bayern, propiciando la contra del gol final, pero su error fue por contagio del resto de sus compañeros. Perdió el control igual que todo el equipo.

Sacar el balón de la defensa al toque es una buena solución, pero la jugada debe continuar y morir lo más lejos posible del área propia, tirando a puerta. España perdía el balón demasiado pronto, dando a los franceses la posibilidad de matar a la contra, como así ocurrió.

Eran las pérdidas de la selección española lo que provocaba que el encuentro se convirtiera en un peligroso "ida y vuelta". Ese tipo de papeletas se resuelven con pausa, toque -¿dónde fue a parar el 'tiqui-taca'?- y finalización de las jugadas.

Es el abecé del fútbol, no perder en un minuto lo que has ganado en 90. La Roja no tenía la alineación adecuada para jugar al escondite de la pelota con Francia, se le agotó la gasolina demasiado pronto, Del Bosque no acertó con los cambios y, para colmo, el empate llegó en el descuento, en un contraataque tras perder el balón en un córner a favor y regalar el balón en un regate frustrado. De traca.

Con técnicos como Capello o Mourinho seguro que no habría pasado, pero tenemos a Del Bosque. El hombre tranquilo ya ha demostrado que sabe ganar un Mundial y una Eurocopa con paciencia. España baja de la nube, pero sigue en lo más alto.