Ferrer doblega a Llodra para jugar la final de París-Bercy
- El español doblega al último representante francés por 7-5 y 6-3
- Le espera la sorpresa del torneo, el polaco Jerzy Janowicz
- Datos y estadísticas del partido David Ferrer - Michael Llodra
David Ferrer tiene a tiro su primer Masters 1000. El tenista español jugará la final de París-Bercy tras vencer al francés Michael Llodra por 7-5 y 6-3, terminando con la última esperanza del público galo en una hora y 50 minutos.
El de Jávea (Alicante) que la semana que viene afronta la Copa Masters como cuarto favorito -ante la ausencia de Nadal- se medirá ahora en la final a la gran sorpresa del torneo, el polaco Jerzy Janowicz. Este venció al francés Gilles Simon en la otra semifinal, así pues entre él y Ferrer han frustrado la soñada final francesa.
El parisino Llodra, la última esperanza del público de la capital, estuvo jaleado en todo momento como si de una eliminatoria de Copa Davis se tratara y presionó a 'Ferru' desde el primer saque.
El español se mantuvo firme ante el incisivo juego de saque y volea del galo, que dispuso de hasta nueve bolas de 'break' en los dos primeros saques de David Ferrer. Siete de ellos fueron en un casi interminable tercer juego; quince minutos de 'toma y daca'.
Poco a poco iba encontrando 'Ferru' los huecos por los que enviar los 'passings' a Llodra y con paciencia se atrevía a restarle fuerte. Su primera oportunidad de romper el servicio llegó en el octavo juego, pero el francés reaccionó a sus propios errores y logró mantener el servicio gracias a su potente saque.
Pero sus ataques al servicio de Ferrer iban perdiendo fuelle y en el undécimo juego el español se puso 6-5 sin que hiciera falta llegar al 'deuce' como en los anteriores. Era el primero en que no tenía que defender una pelota de 'break'.
Llodra había desaprovechado diez y 'Ferru' aprovechó la segunda de las suyas sorprendiendo con tres grandes restos, ante los que el parisino solo pudo mirar. Más de una hora llevaban sobre la pista y el español vio premiada su paciencia.
El tenista francés lo voleaba casi todo, incluso los intentos de globo, y se estiraba ante cada golpe de Ferrer para tratar de golpear la bola sin dejarla botar, subiendo constantemente a la red.
El esfuerzo castigó su espalda y tuvo que pedir la asistencia del fisioterapeuta para su espalda cuando vio cómo el español se ponía 3-0 en el segundo set. Ferrer salió tras el descanso mucho más contundente, aprovechando también el bajón físico y moral de su oponente.
Pudo haber hecho una herida aún mayor cuando al siguiente juego volvió a hacer la rotura y subió el 4-0 al electrónico. Llodra reaccionó con casta y más voleas para devolverle una de las roturas y encender de nuevo al apagado público parisino.
Pero fue un espejismo, porque Ferrer solo tuvo que mantenerse firme con su saque para rematar la faena y celebrar el pase a su soñada cuarta final de Masters 1000. La gloria de París le espera, aunque todavía queda jugar un partido más.