Alonso, a la caza de una "carambola" mundial
- Alonso deberá subir al podio y esperar el fallo de Vettel para ser campeón
- Al alemán le basta con ser cuarto para conseguir su tercer Mundial
- GP de Brasil en vivo este domingo a las 17:00 horas en RTVE.es
Los números no nublan la mente de Fernando Alonso, que prefiere aparcar la calculadora y dejarse llevar por la ilusión de volver a ser campeón del mundo sin presión alguna. "No está en nuestras manos", asegura el asturiano, que saldrá al circuito de Interlagos a hacer su trabajo y, simplemente, esperar que Vettel no haga el suyo. No queda otra, las cuentas están más que echadas. [ GP de Brasil de Fórmula 1]
Nadie más que Alonso sabe que en el último Gran Premio de la temporada puede pasar de todo. Por su cabeza volverá a pasar aquel final de campeonato en 2010 en Abu Dhabi, cuando era él el que estaba al frente de la clasificación y Vettel el que acechaba. Entonces el alemán consiguió darle la vuelta a la tortilla y hacerse con su primer entorchado.
“Necesitamos una extraña combinación de resultados“
"Ahora es más difícil adelantar, este año Vettel empezó último y pudo acabar en el podio (en Abu Dhabi). Pero esto es deporte y puede pasar cualquier cosa hasta la bandera a cuadros. Intentaremos llegar al podio, eso nos daría más de 13 puntos y luego necesitamos una extraña combinación de resultados. Si ganamos bien, y si no le daremos la enhorabuena a Vettel", analiza Alonso.
Este domingo, el piloto español tratará de emular a su rival y devolverle la jugada en el GP de Brasil, donde está obligado a subir al podio para luchar por su tercer campeonato del mundo. Una vez encima del cajón, las posibilidades de recortar los 13 puntos que le separan de Vettel son varias, dependiendo de la altura que alcance.
Obligado a subir al podio
Si Alonso sube a lo más alto ganará el Mundial siempre y cuando Vettel finalice quinto o más atrás; si acaba en segunda posición, será campeón si el germano es, como mucho, octavo; y si Alonso termina en el tercer cajón del podio, necesitaría que Vettel acabara décimo o fuera de los puntos.
Por su parte, a Sebastian Vettel le basta con ser cuarto para entrar en el selecto club de los tricampeones del mundo. Sus cuentas son fáciles: será campeón si acaba entre los cuatro primeros; si finaliza quinto, sexto o séptimo y Alonso no gana; o si el español no sube al podio.
Alonso, por tanto, tiene realmente complicado repetir el éxito que logró con Renault en 2005 y 2006. Por eso prefiere obviar las cuentas, limitarse a hacerlo lo mejor posible sobre el asfalto de Interlagos y aferrarse a factores externos, como la más que probable lluvia y los problemas de fiabilidad de Red Bull que hasta ahora no han afectado lo más mínimo a Vettel.
Todos estos condicionantes rodean una carrera que dejará un nuevo tricampeón y que, en el resto de la parrilla, tendrá los alicientes de la lucha entre Kimi Raikkonen y Lewis Hamilton por la tercera posición del Mundial; la despedida del piloto más laureado de la historia, Michael Schumacher; o la posible última carrera de HRT, que necesita un inversor con urgencia para no abandonar la Fórmula 1.