Rudy, Mirotic y Llull lideran una victoria centenaria y decisiva contra el Khimki
- El Real Madrid da un salto de gigante hacia el 'Top 16'
- Los blancos mostraron su amplia gama de posibilidades
- Datos y estadísticas del Real Madrid 104-81 Khimki Moscú
Ficha técnica:
104 - Real Madrid (21+25+33+25): Draper (4), Suárez (0), Mirotic (17), Llull (14) y Begic (2) -quinteto inicial-, Rudy (23), Rodríguez (3), Slaughter (7), Reyes (10), Carroll (14), Hettsheimeir (2) y Pocius (8).
81 - Khimki Moscú (23+22+19+17): Augustine (4), Koponen (5), Loncar (9), Rivers (5) y Planinic (15) -quinteto inicial-, Fridzon (17), Vyaltsev (2), Monya (19), Khvostov, Zhukanenko (2), Davis (3) y Nielsen.
Árbitros: Guerrino Cerebuch (ITA), Joseph Bissang (FRA) y Anastasios Piloidis (GRE). Paul Davis fue eliminado por cinco personales en el minuto 40.
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de la primera fase de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 8.518 espectadores.
El Real Madrid, liderado por Rudy, Mirotic y Llull, consiguió una importante y prácticamente decisiva victoria ante el Khimki Moscú por 104-81 que si no matemáticamente si virtualmente le clasifica para la siguiente fase de la Euroliga, el 'Top 16'. [Datos y estadísticas del Real Madrid 104-81 Khimki Moscú]
Los dos equipos sabían de la importancia del resultado final, por la clasificación virtual y, sobre todo, la tranquilidad a tres jornadas para el final de esta primera fase. Todo un logro en el bien llamado grupo de la muerte. El Khimki salió con todo y demostró que su clasificación en el segundo puesto no es por suerte, pero en Madrid sólo aguantó veinte minutos.
El Real Madrid tuvo claro desde el principio un objetivo doble, frenar a Planinic y Loncar, dos auténticos quebraderos de cabeza en el partido de ida. De ahí que Pablo Laso retocara su quinteto inicial con Draper como secante del base del equipo ruso. Las molestias de Rudy en la espalda también propiciaron esta variante táctica que comenzó a producir réditos desde el comienzo, gracias al acierto anotador de Sergio Llull. Un 10-5 a los cuatro minutos de partido pareció dar la razón al entrenador de los madridistas, pero ahí se acabó el efecto.
En menos de un minuto el Khimki se puso por delante 10-11 y al Madrid se le cayó el sombrajo. La situación casi llegó a caótica porque unos instantes después el marcador era 10-14 y lo peor no fue el marcador sino el pavor que se adivinó en las caras de los jugadores. Salió Rudy como bálsamo y aunque enseguida conectó con el aro lo cierto es que el Real Madrid estuvo al borde del KO hasta el último minuto, 16-23. Ahí llegó la reacción con un 5-0 tras un robo y contraataque en solitario de Rudy y un triple de Carroll. Al final del primer cuarto, 21-23.
El segundo periodo fue muy igualado. El Madrid se recompuso en defensa y en ataque, pero la efectividad en el tiro exterior de los rusos complicó sobre manera las cosas. De hecho, durante casi todo el periodo el marcador favoreció a un Khimki trabajador en defensa, a costa de muchas faltas personales, y efectivo en ataque.
El Madrid acelera y aplasta al Khimki
Sólo al final, el equipo español consiguió nivelar el electrónico y marcharse a vestuarios con una pírrica ventaja, 46-45, gracias al trabajo oscuro de Felipe Reyes. El Real Madrid volvió a salir enchufado en el inicio del tercer cuarto, 51-45 (min.21), con el Khimki comenzando a dar muestras de cansancio por el peso del trabajo realizado y el de las muchas personales cometidas, sobre todo entre sus hombres altos.
Con esa pequeña brecha como punto de partida, una defensa zonal y, sobre todo, la entrada en juego de algunos hombres de banquillo por parte del Khimki, la diferencia comenzó a agrandarse y el Real Madrid a ver más clara la victoria final. La defensa rusa se tornó más dura que no más efectiva y los tiros libres madridistas cimentaron la ventaja, 63-53 (min.25). El resto fue fácil: un poco más de defensa del Real Madrid, robos de balón y contragolpes, la receta mortal del equipo blanco.
Una defensa en zona y el tiro de media y larga distancia fueron los únicos recursos de los rusos ante un equipo que comenzó a desplegar su abanico de opciones y sus muchos recursos ofensivos. Rudy abrió el frasco de las esencias anotadoras y Mirotic, bastante desaparecido en los dos primeros cuartos, le secundó de inmediato dando todo un recital de fundamentos. El 79-64 del final del tercer periodo se quedó corto para los méritos de unos y otros.
Los veinte puntos de ventaja, 84-64, no tardaron en llegar, momento en que los jugadores del Real Madrid se desenchufaron del partido. Una llamada al orden por parte de Laso (87-73 en el min. 33) fue suficiente. El Khimki ya no estaba para muchos trotes. Al final, Rafael Hettsheimeir disputó sus primeros minutos como madridista.