Vettel conquista su tercer Mundial de Fórmula 1
- Alonso solo pudo ser segundo y al alemán le basta ser sexto
- El español termina subcampeón a tres puntos del germano
- La lluvia ofrece una carrera accidentada y con alternativas
- Así hemos contado el GP de Brasil de Fórmula 1
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El piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull) se proclama por tercerva vez consecutiva campeón del mundo de Fórmula 1, gracias a su sexto puesto en el GP de Brasil, última carrera de la temporada. El español Fernando Alonso (Ferrari) solo pudo ser segundo tras Button (McLaren) y se quedó con la miel en los labios un año más.
Ferrari, la afición española y el propio Alonso habían pedido lluvia y el cielo respondió, pero no fue suficiente. El intenso aguacero caído a rachas sobre la pista de Interlagos animó la carrera, pero no tumbó al tricampeón del mundo, el más joven de la historia en conseguir su tercer título.
Empezó lloviendo y la salida fue muy buena. Massa y Alonso ganaron posiciones y las perdía Vettel. Para colmo, le tocaba el brasileño Bruno Senna (Williams) en la curva dedicada a su padre y trompeaba, aunque no se producía el abandono.
Había esperanzas en el 'box' Ferrari, que se volvían locos cuando Alonso pasaba espectacularmente a Massa y Webber en el siguiente paso por la línea de meta. Vettel trataba de remontar marcando vuelta rápida.
Sin embargo, en la vuelta cinco la lluvia se volvió contra Alonso y se salió de pista por la escapatoria de la curva Senna, que se volvía una trampa para los pilotos. Hulkenberg (Force India) pasó de estar a la expectativa en puestos de podio.
Por delante peleaban por el primer puesto Hamilton y Button. El agua obligó a los pilotos a improvisar su estrategia y todos menos Button y Hulkenberg entraron a poner neumáticos intermedios.
Primeras vueltas de locura
Muchas cosas en tan solo una docena de vueltas, pero así son las carreras sobre mojado. Tras el primer baile de 'boxes' y después de remontar unos cuantos puestos, Alonso se quedó cuarto con Vettel a su estela.
El ingeniero jefe de Red Bull, Adrian Newey, revisaba una foto de los daños del coche de Vettel tras el incidente con Senna, pero nadie revisaba el adelantamiento supuestamente con bandera amarilla de su pupilo a Kobayashi.
Mientras, Hulkenberg enseñaba morro a Button y le pasaba. Ambos se beneficiaban de no haber entrado a cambiar gomas con el resto. No se habían corrido 25 vueltas -en concreto 22- y hubo un segundo cambio en el que Alonso siguió apostando por intermedios y el resto optó por lisos; anunciaban el fin de la lluvia.
El asturiano se quejó por radio de la cantidad de trozos de fibra de carbono en la pista, por la cantidad de accidentes anteriores, y salió el coche de seguridad durante unas vueltas.
"Vuelve a llover en la curva cuatro, estad atentos", alertó Alonso a su equipo por radio. Era el único de los diez primeros que seguía apostando por intermedios y la apuesta le benefició un tanto.
El japonés Kobayashi le dio un aviso con la retirada del 'safety' y Alonso se puso las pilas. La lluvia paraba y la pista se iba secando, malo para los intereses de Ferrari. Lo aprovechaban los McLaren para mostrar su poderío en seco con vueltas rápidas sucesivas, alternándose Hamilton y Button; fue el primero el que paró el crono en 1:18.069.
Vuelve la lluvia
Pero volvió la lluvia y volvieron las esperanzas. Volvieron a subir los tiempos por encima del 1:20 y se recuperó algo de emoción. Entonces llegó algo inesperado.
Hulkenberg había cometido un error en la vuelta 49 y perdió su primera posición en favor de Hamilton, pero unos giros más tarde ambos se salieron de la pista. Fue en la curva Senna, estorbados por el Caterham de Vitali Petrov. El piloto de Force India se pasó de frenada y tocó a Hamilton.
Resultado, Hamilton fuera de la carrera y penalización para Hulkenberg: un 'drive trough'. Los pilotos volvieron a cambiar ruedas, por tercera y definitiva vez en el caso de los favoritos, menos Button.
El inglés salió beneficiado y se quedó primero, seguido de Massa y Alonso. El adelantamiento en el caso de estos estaba cantado, pero a un Vettel enrabietado le tenían que contener desde su 'box' para que mantuviera la sexta plaza.
Así se quedó todo hasta el final, porque un accidente de Paul di Resta en la penúltima curva hizo salir de nuevo al coche de seguridad, dando al traste con las últimas opciones de milagro de los 'fans' de Alonso. El Mundial estaba decidido.