El Atlético llega al Bernabéu en su mejor forma numérica de la historia

• Es segundo, con 34 puntos de 39 posibles y 8 sobre el Madrid
• No gana un derbi desde 1999-00, paradójicamente la del descenso
• Real Madrid - Atlético, en vivo, sábado a las 22:00h. en RTVE.es

El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, durante el partido frente al Jaén

Cuando los aficionados del Barcelona prefieren que el Real Madrid gane un partido significa que algo muy gordo está sucediendo en el panorama del fútbol español. Lo que ocurre es que su enemigo del alma se enfrenta este sábado a las 22:00 en el Santiago Bernabéu a su máximo rival en la disputa del título liguero, el Atlético de Madrid. [Real Madrid - Atlético de Madrid, en vivo, este sábado a las 22:00h. en RTVE.es]

Es todo un halago para los colchoneros que los culés lleguen a destapar sus vergüenzas dejando al aire su orgullo pero cada cual es dueño de sus propios miedos.

El equipo de Simeone llega al derbi madrileño en la mejor forma numérica de su historia con 34 puntos ganados de 39 posibles en 13 partidos, segundo en la clasificación a tres puntos del equipo de Tito Vilanova que en sus 100 primeros días como entrenador azulgrana se compara sin menoscabo con su antecesor y maestro Pep Guardiola.

El mejor arranque liguero

Un arranque liguero rojiblanco semejante solo se encuentra en la temporada 1995-96, la gloriosa del doblete, con un equipo dirigido por Radomir Antic y en el que jugaba Simeone. Pero, paradojas futboleras, en aquella campaña el Real Madrid pudo con el Atlético en las dos batallas matritenses, 1-0 con gol de Raúl en Chamartín y 1-2 con goles de Soler, Laudrup y Pantic en el Manzanares.

Son ya 13 temporadas sin que el Atlético de Madrid se lleve los tres puntos del complicado Bernabéu, en aquel 30 de octubre de 1999, José Mari y Hasselbaink, por dos veces, lo hicieron posible, otra paradoja es que fue en la de la 'bajada al infierno' a la Segunda división.

A esta disputa el Atlético llega con 8 puntos de ventaja sobre el anfitrión. Es la cuarta vez que se presenta con una ventaja similar con un saldo de dos empates y una derrota.

Superioridad numérica

Otra enorme ventaja numérica de los 'indios' sobre los 'vikingos' es que juegan con 12 en campo ajeno, esta paradoja se explica por la fuerza que su entrenador, el argentino Diego Pablo Simeone, imprime a sus hombres con su incansable actitud directora desde la banda obteniendo el 150 por 100 de cada jugador en cada instante.

También tiene su explicación en las grietas que están apareciendo en la 'casa blanca' donde se llega al enfrentamiento verbal a pleno pulmón entre grupos de aficionados, partidarios unos y detractores otros de su entrenador José Mourinho, como se pudo ver y oír en el partido de Copa frente al Alcoyano del pasado martes.

Problema menor si se compara con la sospecha de polvorín en vías de explosión que tiene en su vestuario con la lucha de clanes ibéricos, el portugués y el español, en su punto álgido.

El Madrid resta, el Atlético suma

Los merengues llegan al derbi restando puntos, los 13 que se ha dejado en este comienzo son casi los mismos -14- que perdió en toda la temporada pasada; su número 12 tiene el corazón dividido y puede restar eficacia a su temible 'miedo escénico'.

El grupo de la muerte con el que ha batallado en Champions le ha provocado un gran desgaste y ha impedido las rotaciones que a estas alturas de liga hubiera deseado 'Mou'.

Todo lo contrario le ocurre a los del 'Cholo' quien ha podido dar descanso a sus habituales y darle minutos y confianza a muchos jugadores en los partidos de la Europa League donde ha conseguido clasificarse para los octavos de final sin desgastar a sus hombres clave.

Ambos equipos se juegan el ser o no ser en su lucha por el título pero para los blancos se trata del último tren al que se pueden subir para poder llegar a la estación término de la lucha final por el campeonato.

Los 11 puntos de diferencia con el líder, el Barcelona, y los 8 con el segundo, el Atlético, solo le permiten ganar o ganar, otro resultado dificultaría el trabajo de muchos profesionales en el césped y en el banquillo.