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Boxeo | Héctor 'Macho' Camacho

Miles de personas despiden a 'Macho' Camacho en Nueva York

  • El exboxeador ha sido velado en Harlem, el barrio donde creció
  • Largas colas para entrar a la iglesia deSanta Cecilia donde estaban sus restos

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MILES DESPIDEN AL "MACHO" CAMACHO
Dos de los hijos de Héctor "Macho" Camacho acompañan al cadáver de su padre en una carroza blanca tirada por dos caballos blancos.

El exboxeador Héctor 'Macho' Camacho, que falleció el pasado sábado después de llevar varios días en muerte cerebral al recibir un disparo, ha sido despedido como un héroe en el el barrio latino de Harlem, de Nueva York, donde creció y se hizo famoso.

Recordado tanto por su habilidad en el cuadrilátero como por sus ocurrencias, 'Macho' Camacho fue recibido por miles de neoyorkinos que se echaron a la calle para darle su último adiós a un vecino al que muchos vieron crecer.

La gélida temperatura de este viernes en la ciudad no impidió que cientos de latinos, en su gran mayoría puertorriqueños que mostraban con orgullo su bandera, hicieran durante horas una larga cola, que seguía creciendo con el paso del tiempo, frente a la iglesia Santa Cecilia donde fueron velados sus restos.

Los coches, también con banderas de Puerto Rico, pasaban de un lado a otro frente a la iglesia tocando el claxón y gritando el nombre del excampeón, cuyos restos fueron llevados a Nueva York después de un velatorio de dos días en Puerto Rico, donde nació.

"Macho, Macho", "It's Macho Time" y "Puerto Rico" gritaban y aplaudían sus fanáticos cuando el ataúd con sus restos, y arropado con la bandera de Puerto Rico, fue trasladado del coche fúnebre a una carroza blanca tirada por dos caballos blancos, en la que le llevaron a recorrer por última vez las calles de El Barrio, un enclave de la comunidad puertorriqueña.

Dos de sus hijos acompañaron al cochero mientras la madre del púgil les seguía en un vehículo.

Después de más de media hora, el nombre del tres veces campeón mundial sonó con fuerza y los aplausos resonaron en la calle cuando la carroza regresó a la iglesia para comenzar el velatorio que les permitiría despedirse del excampeón y en medio de la algarabía fue llevado al interior del templo.

De inmediato, los puertorriqueños comenzaron a cantar "En mi viejo San Juan" un tema emblemático para esta comunidad mientras enarbolaban sus banderas.