De Mestalla a San Mamés, ¿quién dijo aburrimiento?
- Valencia, Athletic y Mallorca, encallados en sus crisis
- Mestalla vuelve a sacar los pañuelos a Manuel Llorente
- El Athletic respira a costa de un Mallorca en descenso
Para algunos, la Liga española es un torneo "aburrido", un campeonato en el que el líder ya tiene media Liga en el bolsillo a tres partidos del final de la primera vuelta. Sin embargo, lejos de los altos vuelos del Barça y de sus más inmediatos perseguidores, Atlético y Real Madrid, que viven en una burbuja de 13 puntos, los otros 17 equipos pelean separados por otros tantos puntos.
En este nutrido grupo, la otra Liga, o la Liga 'entretenida', apenas encuentran tiempo para el aburrimiento y la lucha es encarnizada, sobre todo en estadios calientes, como Mestalla, el Iberostar Estadi o la misma 'Catedral', San Mamés. Tres equipos encallados en una parálisis permanente en el campeonato, en tiempos duros para jugadores, entrenadores y, en algún caso, directivos.
Este fin de semana, Mestalla volvió a rugir y volvió a sacar los pañuelos a pasear. Es el caso más paradigmático de todos. El Valencia, clasificado para octavos de la Champions y con entrenador nuevo en el banquillo, Ernesto Valverde, volvió a tropezar en Liga y no mejoró la pobre imagen que arrastra esta temporada. Resultado: el estadio pide explicaciones a Llorente.
El presidente valencianista ya fue el objetivo de las críticas con Pellegrino en el banquillo, y, sin visos de cambio, la afición del equipo levantino cargó de nuevo este domingo cuando su exjugador, 'Chori' Domínguez, ahora en el Rayo, se llevó los tres puntos del que fue su estadio y dejó a los de Valverde anclados en la undécima posición de Liga. Eterno aspirante a alternativa en una Liga bipolar, el Valencia soñaba con ocupar el papel que este año está protagonizando el Atlético de Madrid.
Expediente Athletic
Tampoco el Athletic Club, que maravilló a todos por su fútbol la temporada pasada, en la que fue subcampeón de Copa y Europa League, ha podido mantener el nivel y divisa desde lejos la parte alta de la tabla, un puesto por debajo del Valencia y con los mismos 21 puntos.
Sin embargo, la situación es todavía más dramática, ya una vez fuera de Europa y de la Copa, el Athletic de Bielsa parece un equipo completamente diferente al de hace menos de un año. El antes idolatrado Bielsa mantiene el estatus conseguido por su primera temporada en Bilbao, pero no es capaz de encauzar a un equipo irreconocible que se reencontró con la victoria este fin de semana frente al Mallorca, otro equipo en barrena y, como el Valencia, golpeado por un ex, en este caso Aduriz.
La isla lleva tantos partidos sin ver una victoria de su equipo que las alarmas han empezado a sonar y Caparrós se lo toma como un reto personal. A pesar del ilusionante proyecto en el que desembarcaron, entre otros, Giovanni Dos Santos y Tomer Hemed, el equipo bermellón frenó en seco tras su buen inicio de Liga y parece incapaz de reconducir su situación, tras catorce partidos sin ganar y con más ansiedad de la necesaria.
La mala racha mallorquina le ha condenado al antepenúltimo puesto, en zona de descenso junto a Espanyol, revitalizado por Aguirre, y al Deportivo, que mantiene su fe en José Luis Oltra. Y es que el abismo a Segunda División es una zona de temperaturas agobiantes para los entrenadores, que ven llegar el turrón con menos ilusión que el resto de los mortales y eso del aburrimiento lo dejan para otras Ligas.