Simeone, un año rojiblanco: "Hay sentimiento de equipo y sentido de permanencia"
- El entrenador argentino rubrica un gran año con Europa League y Supercopa
- "Les dije a los jugadores: 'el hincha atlético es diferente, quiere ver entrega'"
Los trofeos de la Europa League y la Supercopa continental flanquean a Diego 'Cholo' Simeone, como resumen tangible de su primer año en el Atlético de Madrid aunque el argentino, cumplido el aniversario, recuerde que esos éxitos son fruto de los valores intangibles que le acompañan como entrenador.
"Miro el día a día, el partido a partido, el querer ser mejor, las cosas positivas el optimismo. Ahora somos algo que queríamos transmitir: ser un equipo. El Atlético de Madrid hoy es un equipo", asevera Simeone (Buenos Aires, 1970) en una entrevista que difunde el club madrileño al cumplirse su primer aniversario como entrenador del primer equipo.
Simeone ha conducido al Atlético como preparador no solo a la conquista de esos dos trofeos continentales, testigos ahora fríos y mudos de un cambio, sino que el equipo está asentado en la segunda posición de la Liga al llegar al parón navideño.
El entrenador y ex jugador rojiblanco, en su catarsis, apela a los sentimientos que, en épocas distintas, hicieron grande a este club: el compromiso y el sentido de permanencia. Sobre ambas cuestiones gravitó el resumen de sus 365 días al frente del banquillo del Atlético.
"Tengo la suerte de trabajar en un lugar al que quiero, al que me entrego y lo siento propio. Y creo que en algún punto, los jugadores también lo sienten así. Al encontrar gente dentro del grupo que está en nuestra misma línea nos facilita mucho las cosas", explica.
"Al cabo de solo un mes en el club todos me decían que cómo tan rápidamente el equipo se encontró. A la semana y media o dos semanas sentía que la relación que me unía a ellos era algo cotidiano, natural. Me he encontrado jugadores comprometidos y con sentido de permanencia", aclara.
Sin embargo, el técnico argentino desvela sus primeras inquietudes pasado un año desde que aterrizara otra vez en Madrid. "Sabía que el desafío era difícil", admite. "Me acuerdo que el primer día había mucha gente, y me sentí muy feliz. Pero pasé al lado de los jugadores y les dije: miren que a mí algún día también me han cuestionado. Porque el hincha es exigente y cuando no ve lo mejor, protesta", añade.
Una hinchada diferente
"Pero también les dije que el hincha del Atlético es diferente y que, más allá de perder o ganar, quiere ver que te entregas y cuando ve que hay entrega, se va a su casa contento", apunta.
De sus inicios como técnico en el Vicente Calderón, Simeone rescata también su preocupación por cómo se iba a entender en la grada su nuevo papel.
"Venía el ídolo futbolístico y estaba en riesgo ese personaje. El entrenador empezaba a ocupar un lugar en donde a la gente había que convencerla. Iba a tener muchísima expectativa debido el personaje que estaba llegando", señala.
Recordando los mejores momentos de la campaña, Simeone asegura que antes de las finales de Bucarest y Mónaco tenía claro que el Atlético iba a salir campeón.
"Me acuerdo de la previa a las dos finales y no tenía ninguna duda de que ganábamos. Veía a los jugadores, el ambiente... El Atlético estaba bien. La noche anterior hablé uno con uno con ellos y me fui a la cama sabiendo que el equipo iba a ganar. Y contra el Chelsea tenía una sensación aún mejor porque el Atlético es copero y cuando el Atlético se presenta en una final es muy difícil para el rival", agrega.
"Me quedo con el grupo, porque es imposible que sin un grupo como el que tenemos el entrenador tenga éxito y nosotros tenemos un grupo importante", recalca un técnico bonaerense también rendido a la afición rojiblanca: "El hincha del Atlético se hace presente en todo momento y eso se siente, es distinto al resto y lo hace sentir".