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Balonmano | España 40-12 Japón

España no da tregua a la débil Japón

  • Los de Valero Rivera asestan un contundente 40-12 al combinado nipón
  • Se jugarán el Memorial Domingo Bárcenas ante Brasil, este domingo
  • El seleccionador hizo pruebas para cubrir la baja de última hora de Ugalde
  • Mundial de Balonmano 2013 en directo en TVE y RTVE.es del 11 al 27 de enero

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España arrolla a Japón y se mete en la final del 'Domingo Bárcenas'

Ficha técnica:

40 - España: Pérez de Vargas; Víctor Tomás (3), Maqueda (3), Cañellas (2), Morros (1), Alberto Entrerríos (4) y Rivera Folch (2, 1p) -equipo inicial- Rocas (2, 1p), Sarmiento (5), Aginagalde (7), Montoro (2), Ruesga (5), Antonio García (1) y Gedeón Guardiola (3)

12 - Japón: Kubo; Motoki (3,1p), Kochi (2), Shida (1), Tanahara (-), Ozawa (1) y Tomita (-) -equipo inicial- Shimizu y Kai (ps); Jibiki (1p), Ishido (1), Watanabe (-), Takeda (1), Kato (2), Ishikawa (-) y Atarashi (-)

Marcador cada cinco minutos: 3-1, 5-4, 10-5, 15-6, 15-7 y 18-8 (Descanso) 22-8, 27-8, 29-9, 33-10, 36-10 y 40-12 (Final)

Árbitros: Bamutref y Al Suwaidi (QAT). Excluyeron por dos minutos a Víctor Tomás por España; y a Jibiki por Japón.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda jornada del Torneo Internacional de España. XII Memorial Domingo Bárcenas disputado en la Caja Mágica de Madrid ante unos 4.000 espectadores.

La selección española de balonmano se jugará, este domingo, ante Brasil el título de campeón del Memorial Domingo Bárcenas, tras sumar su segunda victoria del torneo al imponerse por un contundente 40-12 a Japón, en un encuentro en el que los de Valero Rivera tan sólo encajaron cuatro goles en la segunda mitad. [Mundial de Balonmano 2013

Y eso, que impactados por la lesión del extremo Cristian Ugalde, que se perderá el Mundial tras sufrir una rotura de fibras en el encuentro que enfrentó el viernes a España con Chile, los internacionales españoles apenas recordaron al intenso equipo que se midió a los sudamericanos.

Al menos de partida, como reflejaron los cuatro goles (4-4) que España encajó en los primeros siete minutos del partido, la mitad de los que la selección encajó un día antes en todo el primer tiempo ante los chilenos.

Todo, pese a que el jovencísimo guardameta español Gonzalo Pérez de Vargas, que hoy sí, el técnico Valero Rivera concedió minutos de juego, no pudo estar más acertado en la primera mitad, en la que el meta del Fraikin Granollers firmó un cincuenta por ciento de paradas, tras atajar ocho balones, uno de ellos de penalti.

Una intensidad e ilusión que poco a poco se fue contagiando al resto del equipo español, al que le bastó con ajustar mínimamente su defensa, para sentenciar definitivamente la victoria con un contundente parcial de 10-1 en los siguientes diez minutos de juego, que dejó el marcador en un inalcanzable 14-5 para Japón.

Renta, que ni las numerosas probaturas del seleccionador español, como la presencia del central Carlos Ruesga en el extremo izquierdo, donde España hasta la llegada del Aitor Ariño, el sustituto de Ugalde, para dar descanso a Valero Rivera Folch, lograron mermar.

Gracias, sobre todo, al acierto de Julen Aginagalde, que volvió a dar una lección de movimientos en el pivote, y Gedeón Guardiola, que demostró una vez más su capacidad para correr el contragolpe, pese a partir desde la posición de eje del 6-0 defensivo español.

Tantos que permitieron a España llegar al descanso con una ventaja de diez goles (18-8), que se disparó exponencialmente en el arranque de la segunda mitad, en la que la los de Valero Rivera tardaron más de once minutos en conceder a los asiáticos su primer gol.

Solidez defensiva que permitió al conjunto español lograr una diferencia de diecinueve tantos (28-9), que no aplacó el hambre de la selección, al menos del central Daniel Sarmiento, que con sus lanzamientos y penetraciones desarboló a la defensa japonesa.

Protagonismo ofensivo que recayó en los minutos finales nuevamente en Julen Aguinagalde, aspirante al título de mejor jugador del Mundo del año 2012, que no desaprovechó las constantes asistencias de una inédita primera línea formada por Antonio García, Carlos Ruesga y Ángel Montoro.

Una tripleta, con claras reminiscencias al Ademar de León, que permitió a España seguir engordando su renta, hasta llegar a los veintiocho goles que reflejó el 40-12 final.