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Baloncesto | Euroliga

Victoria plácida de Caja Laboral; Unicaja, a un paso de la gesta en Atenas

  • Los vitorianos se imponen 77-51 a un inofensivo Besiktas
  • El conjunto malagueño acaba cayendo por 78-73 frente al Panathinaikos

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El base estadounidense del Besiktas JK Istanbul, de Estambul (Turquía) Curtis Jerrells (i), trata de rebasar al base francés del Caja Laboral Baskonia de Vitoria Thomas Heurtel
El base estadounidense del Besiktas JK Istanbul, de Estambul (Turquía) Curtis Jerrells (i), trata de rebasar al base francés del Caja Laboral Baskonia de Vitoria Thomas Heurtel

Caja Laboral ha pasado por encima del Besiktas, 77-51, para lograr la tercera victoria en el Top 16 de la Euroliga en un duelo donde los vitorianos no han tenido oposición.

Los de Zan Tabak se encaraman en el liderato de su grupo después de tres triunfos en otras tantas jornadas y alargan la racha victoriosa del último mes y medio sin perder un partido hasta los catorce triunfos desde que el croata llegó al banquillo.

El partido solo estuvo igualado en el salto inicial porque desde ese instante Caja Laboral arrolló y desarboló a un Besiktas que corroboró su condición de cenicienta del Top 16 y actuó aún más mermado con la baja del pívot Vidmar.

Los de Tabak encadenaron un 21-0 que llevó el marcador a un escandaloso 25-2 en el minuto nueve, con canastas de todos los estilos mientras Markota fue el único visitante capaz de anotar.

El 27-7 del minuto diez impidió ya jugar un partido normal y solo una desconexión monumental del Baskonia le podía comprometer el triunfo. La valoración de los locales, 46, y la de los turcos, -3, dejó patente la sideral diferencia.

El entrenador baskonista supo mover el banquillo para rotar a sus hombres y mantener la intensidad y diferencia al descanso, 45-24, ante un Besiktas con Jerrells y Ewing como únicos argumentos.

La reanudación trajo un tercer cuarto de intercambio de canastas de un Caja Laboral con lagunas de concentración ante un rival endeble, inconsistente e impropio de un Top 16 de Euroliga que no encontró la manera de frenar la sangría, 63-35 minuto 30.

El periodo final fue un tedioso epílogo para saber cómo redondeaba la paliza el Baskonia ante un Besiktas que justificó con su juego las papeletas para ocupar el último puesto del grupo. Tabak incluso concedió el premio a Carlos Cabezas de dirigir al equipo en el último cuarto y tres minutos finales a Unai Calbarro.

Unicaja, a un paso de la gesta

El Unicaja rondó la victoria en el OAKA de Atenas ante el Panathinaikos (78-73), pero unos minutos fatídicos en el último periodo, y la falta de acierto en los instantes finales, abortaron el triunfo cajista, que mereció en muchos momentos del encuentro.

El equipo malagueño se enfrentaba a un Panathianikos más accesible que otras temporadas, pero que en su casa era casi inexpugnable. No tenía nada que perder y quería emular lo ocurrido en la temporada 2005-06 cuando venció por 93-95. Y lo intentó, aunque en el primer cuarto aguantó 14-13, minuto 5, y luego administró mal el ataque con sólo dos tiros libres lanzados.

Pero todo cambió a raíz de conseguir la máxima el conjunto griego 33-23, minuto 14, con un tiempo muerto solicitado por el técnico croata Jasmin Repesa, y la posterior salida del pívot serbio Kosta Perovic, que sirvió para intimidar, cerrar el rebote en ambas zonas y empezar la remontada.

Hasta ahí había anotado sólo cuatro puntos, pero un parcial de 0-11 con tres triples del alero estadounidense Andy Panko, volvía al OAKA, de su compatriota, el base Earl Calloway y del escolta Sergi Vidal, le dieron vida 33-34, minuto 18, y a centrarse en la estabilidad defensiva, seis puntos anotó el Panathinaikos desde ese momento hasta el final del segundo cuarto 39-37.

El encuentro estaba igualadísimo y así se mantuvo durante el tercer periodo, con alternativas en el marcador y dos equipos con errores, aunque con jugadores excelentes como el ex NBA, el alero estadounidense Kapono, que con siete puntos consecutivos le dio vitalidad a los griegos 55-50, minuto 27.

El Unicaja no bajó su ritmo, imponía la defensa agresiva y alternaba buenos momentos de Urtasun y de Calloway 56-58, minuto 30. Pero sólo aguantó treinta y cuatro minutos 62-62, a pesar de la lesión del escolta Dimitras Diamantidis, con un esguince de tobillo.

La precipitación en ataque con tiros mal seleccionados y la venganza del ex jugador, el ala-pívot estadounidense James Gist, hasta hace quince días en el Unicaja, trasladaron el nerviosismo y los apuros a los visitantes.

Gist con dos triples, ambos mirando al banquillo cajista, y otro del lituano Maciulis, 73-64, prácticamente sentenciaban el partido, aunque el Unicaja con siete puntos consecutivos 73-71 y veintiséis segundos por disputar, intentó la hazaña, que no consiguió al fallar Simon el triple del empate y anotar el Panathinaikos los tiros libres designados.