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Ciclismo | Caso Armstrong

Armstrong: las doce negaciones de un tramposo

  • Lance Armstrong negó repetidas veces durante su carrera que se dopara
  • "Repetiré lo que he dicho muchas veces: nunca tomé drogas", dijo en 2005
  • El exciclista rectifica ahora y está dispuesto a colaborar en la lucha antidopaje

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Armstrong confiesa, ¿qué pasará ahora?

Ahora ya es oficial que Lance Armstrong empleó el dopaje para construir su carrera deportiva, tras su confesión en la entrevista con Oprah Winfrey. El reconocimiento del exciclista tejano contrasta con sus tajantes declaraciones de inocencia, realizadas en sus años de triunfo, y dejan bien claro que Armstrong engañó a todos.

El extracto de la entrevista- confesión de Armstrong no deja lugar a dudas: "Sí o no. ¿Alguna vez consumiste EPO?", pregunta la periodista. "Sí", responde con la claridad que se le pide el exciclista.

"¿Te hiciste transfusiones de sangre?", inquiere Oprah Winfrey. "Sí", contesta Lance Armstrong. Y el escueto cuestionario continúa: "¿Es humano ganar el Tour siete veces sin doparse?", a lo que el tramposo responde: "No".

Oprah atacó en corto y por derecho y Lance respondió con mirada de sinceridad, puede que por primera vez en su vida. Qué diferencia respecto a todo lo declarado durante más de una década por el tejano, quien incluso llegó a querellarse contra sus acusadores, ahora reconfortados con el reconocimiento de la verdad.

Las negaciones de Lance

Este es un repaso a algunas de las declaraciones de Lance Armstrong en las que negó con aplomo que se dopara. Así se expresó el 19 de julio de 1999, durante la jornada de descanso del Tour en el que era líder: "He estado en una cama, en el hospital, ante la muerte. Y no quiero hacer nada más respecto a estos rumores (de dopaje)".

Esta fue su respuesta en Pau, el 21 de julio de 1999, pocos días antes de su primera victoria en el Tour cuando los medios le inquirieron sobre las sospechas de dar positivo por esteroides y que este estaría cubierto por un certificado médico con efecto retroactivo: "No hay dopaje, por lo que a mi concierne", dijo.

En el año 2000, Armstrong insistió sobre el tema: "Lo digo y lo afirmo, yo no me dopo", asunto sobre el que volvería en su libro autobiográfico.

El estadounidense se pronunció el 9 de abril de 2001 en una rueda de prensa: "Mis victorias en el Tour (a estas alturas ya llevaba dos) son la culminación de todos mis esfuerzos y no de algún tipo de anomalía, como muchos de ustedes han dicho".

Otra de declaración del 27 de julio de 2002, cuando estaba a punto de ganar el Tour por cuarta vez: "Hay periodistas que dudan de lo que hago. Hice todas las pruebas posibles. He sido analizado de pies a cabeza. No entiendo esa mentalidad, pero tenemos que lidiar con eso".

En abril de 2004 el periodista Pierre Ballester publicó el libro "L.A. Confidencial: los secretos de Lance Armstrong" y el exciclista reaccionó así: "Esto no puede tolerarse más y estamos hartos de las acusaciones. Haremos todo lo posible para luchar contra ello. Hay unos pocos periodistas que lo toman como una cuestión personal".

Esta es de la entrevista en el diario francés Le Figaro en abril de 2005, poco antes de su primera retirada del ciclismo:"Nadie puede mantenerse en este nivel si se dopa. Un dopado tiene altos y bajos, va y viene, no tiene esta regularidad".

El 23 de agosto de 2005, el tejano respondió a las acusaciones en el diario L'Equipe sobre su presunto empleo de EPO: "Simplemente repetiré lo que he dicho muchas veces: nunca tomé drogas que favorecieran mi rendimiento".

En septiembre de 2008, Armstrong anunció su regreso y le dio una entrevista a la revista Vanity Fair. "Mire, gané siete Tours de Francia de forma legal, sin hacer trampas".

Lance empezó su temporada 2010 en Australia y allí declaró ante los medios:"Es imposible eludir el reglamento, salvo que se tenga un gurú especial. En lo que a mi respecta, está fuera de toda cuestión".

Consecuencias legales

Lo peor para él fue, y puede ser, que se reiteró durante la investigación federal que se abrió en Estados Unidos: "Estoy tranquilo. hace diez años que me investigan y el resultado siempre fue normal. No tengo nada que ocultar".

Una de las últimas es de junio de 2012, en su reacción al informe de la Agencia Estadounidense Antidopaje: "Nunca me he dopado y, a diferencia de muchos de mis acusadores, he competido durante 25 años en un deporte de resistencia sin bajar mi rendimiento. Pasé más de 500 controles antidopaje sin resultado positivo". En agosto renunció a defenderse del demoledor informe.

Visto lo visto, las autoridades tendrán que replantearse el modo en que se hacen esos controles. Ahora, la confesión de Armstrong le puede traer consecuencias legales, que podrían suponerle una querella por perjurio y mandarlo a la cárcel. Por no hablar de los 30 millones de dólares( casi 22 millones y medio de euros) que le puede pedir el gobierno de los Estados Unidos, ya que el equipo U.S. Postal se financió con dinero público.

Además, si Armstrong demandó a quienes le acusaron en sus años de triunfo, todo puede volverse ahora en su contra y ya tiene demandas de su excompañero Floyd Landis, que lo acusa de estafar al equipo.

El Sunday Times quiere recuperar los casi 375 mil euros que le pagó a Armstrong tras perder una demanda por la publicación del libro "L.A. Confidencial: los secretos de Lance Armstrong". También una compañía de Dallas le reclama unos siete millones y medio de euros y los organizadores del Tour Down Under en Australia también le piden que devuelva los premios.