España arranca el todo o nada frente a Serbia
- España confía en mejorar en defensa para avanzar y enfrentarse a Alemania
- La subcampeona de Europa no ha brillado hasta ahora en el torneo
- Blog 'Rocas, el Hispano': Ahora empieza el todo por el todo, por Albert Rocas
El que gane jugará los cuartos de final contra Alemania, el que pierda se despide del Mundial de Balonmano de España 2013, así es como se presenta el duelo entre España y Serbia correspondiente a los octavos de final.
Un final de partido catastrófico ante Eslovenia condenó al equipo balcánico a tener que jugársela frente al anfitrión en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. El combinado que entrena el mítico exjugador Veselin Vukovic llegó como uno de los favoritos al campeonato pero en la fase de grupos ha dejado demasiadas dudas.
Los dos combinados llegan tras perder en la última jornada de sus respectivos grupos. A España parece no haberle supuesto ningún trauma la derrota frente a Croacia y afrontará el cruce de octavos de final con la fortaleza mental sin rasguños.
España solo ha cedido una derrota en toda la fase de grupos mientras que Serbia cayó derrotada de manera ajustada ante Polonia y Eslovenia.
La primera, sufrida en el último segundo tras un tiempo muerto de los polacos y culminada con maestría en una jugada por el extremo, y la segunda tras dejar escapar inexplicablemente un encuentro que llevaban encarrilado en el tramo final, demostrando una falta de experiencia impropia de un equipo con jugadores curtidos en mil batallas.
Por ello, los jugadores del combinado español harán bien en no fiarse de las posibles muestras de debilidad dadas por su oponente porque tiene argumentos suficientes para derrotar a cualquiera y porque a un solo partido es posible cualquier cosa en un balonmano cada vez más igualado. Además, España no debe olvidar que en los dos últimos enfrentamientos que ha mantenido con el conjunto balcánico ha tenido que sufrir mucho para derrotarle y que el camino pasa por no bajar la guardia hasta la conclusión del encuentro.
España quiere mejorar su 6-0
Valero Rivera tendrá disponibles a todos sus hombres y volverá a basar sus posibilidades en el acierto de la defensa.
Y es la defensa lo que más puede preocupar al técnico aragonés. A Rivera no le gustó el 6-0 que hizo el equipo en las primeras mitades ante Hungría y Croacia, que provocó que fueran a remolque y que le hizo recurrir a un 5-1 que, recordó, le provoca mayor desgaste. Por ello, insistirá en ajustar atrás y que haya 60 minutos intensos para que no sea demasiado profundo como ante los magiares y ni demasiado plano como ante los croatas.
Además, Serbia cuenta con una primera línea exterior a la que debe dar pocas concesiones, al contar con dos laterales de mucho nivel como Momir Ilic (su máximo goleador con 30 goles) y Marko Vujin (19 goles), u otro jugador importante como Zarko Sesum. También tiene un pivote muy inteligente como Alem Toskic, dos extremos contrastados como Rajko Prodanovic (22 goles) e Ivan Nikcevic (19 tantos), y una portería sólida con Darko Stanic (37% de efectividad).
En ataque, Valero Rivera está satisfecho con lo visto, dejando claro que si acaban con 13 ó 14 goles como ante Croacia o Hungría, no puede estar descontento, aunque el equipo le costó ante Croacia hacer gol desde los 9 metros ante el 'muro' de los de Goluza, y no debe olvidar lo que le costó el 6-0 serbio en Londres. Pero todos están aportando, y ante los croatas destacaron Alberto Entrerríos y Jorge Maqueda, mientras que ante los húngaros fueron Dani Sarmiento y la 'segunda unidad' formada por Carlos Ruesga, Antonio García y Angel Montoro los que aportaron.
El seleccionador recuperará con casi total seguridad para esta vital cita al extremo Valero Rivera Folch, que se perdió, más por precaución, los dos últimos partidos ante Hungría y Croacia, aunque eso ha servido para ver el potencial de Aitor Ariño, sobre todo a nivel defensivo.
España dejó el sábado la capital, donde toda su plantilla y cuerpo técnico se ha sentido muy respaldada y querida, para trasladarse a Zaragoza, a un Príncipe Felipe de idéntica capacidad y que se volcará para convertirse en el necesario 'octavo jugador'.