España ante Eslovenia, en el último escollo hacia la final del Mundial
- La selección española de balonmano no quiere confianzas ante Eslovenia
- Los de Valero Rivera, sin la presión de jugar en casa por las medallas
- El equipo esloveno está realizando su mejor actuación en un Mundial
- España - Eslovenia en directo, viernes a las 19:00 en La 1 y RTVE.es
Un solo paso ante Eslovenia separa a España de la final del Mundial de Balonmano. La selección anfitriona no quiere sorpresas ante el equipo revelación del torneo, el rival en teoría más débil entre los semifinalistas, pero cuyo principal peligro reside precisamente en jugar sin presión alguna.
Tras dejar atrás el complicado obstáculo de Alemania, España no infravalora a un rival que acude a esta fase invicto, con un juego basado en el elevado ritmo y los contragolpes. Eslovenia tiene un juego muy similar al de los germanos que tanto se atragantó a los españoles en algunas fases del choque de cuartos de final.
"En cuanto a la velocidad de juego, yo diría que nos encontramos un rival semejante a Alemania, quizás aún más intenso en la segunda fase de contraataque", ha advertido el seleccionador español, Valero Rivera.
El duelo ante Eslovenia no será nada fácil, según el preparador español, ya que los balcánicos se han acostumbrado a remontar parciales elevados en contra en los últimos minutos. Rivera no ha adelantado si bajo los palos optará por José Manuel Sierra o Sterbik, poco acertado en el último partido.
Lo más normal es que el técnico aragonés decida volver al 6-0 en defensa, después de que el 5-1 planteado para frenar a los germanos no diese los frutos previstos y el equipo fuese mucho tiempo a remolque hasta que apretó atrás. La anfitriona ha dejado claro que es desde su defensa desde donde construye sus victoria.
En la parte ofensiva, los problemas para atacar un 6-0 se repitieron, sobre todo en el lanzamiento de nueve metros, y sólo el talento de Alberto Entrerríos y la fuerza de Jorge Maqueda pudieron en ocasiones con el muro alemán, resquebrajado finalmente por la aparición de Julen Aginagalde, por fin protagonista ofensivo de la selección y que demostró que si recibe balones es casi imparable.
Embalados hacia la final
España jugará las quintas semifinales de un Campeonato del Mundo de su historia, con la esperanza de repetir lo realizado en Túnez en 2005, única cita en la que superó esa barrera, en la que se estrelló en Egipto 1999, Portugal 2003 y Suecia 2011, y para ello contará con el aval del público y la teórica superioridad sobre su rival.
Los españoles se han ejercitado con la única ausencia del central Dani Sarmiento, que ha llevado a cabo trabajo de recuperación por unas molestias. "Al equipo lo veo muy bien -ha explicado Rivera-. Cuando se superan momentos difíciles, el grupo se hace más fuerte. En el entrenamiento he visto a la gente feliz".
En este sentido, el técnico ha opinado que la proximidad de la final y jugar en casa no serán aspectos en contra, ya que "todos querrían jugar con este tipo de presión".
Sin esa presión acude Eslovenia, quien tras tumbar de forma inesperada a Rusia aspira a superar la plata europea de hace ocho años, de la mano una selección renovada casi en su totalidad y rebosante de juventud, en la que solo el central Uros Zorman permanece en el equipo de los que lograron aquella gesta.
Boris Denic, técnico del 'Equipo de los Héroes', como se conoce a Eslovenia, ha destacado: "Es obvio para todos que es la primera vez que llegamos tan lejos y estamos muy satisfechos, pero intentaremos prepararnos lo mejor posible ante un rival tan fuerte. Pero la motivación no es ganar al anfitrión, sino estar en unas semifinales del Mundial, que no se pueden jugar cada día".
Los eslovenos llegan a las semifinales en el Palau Sant Jordi de Barcelona habiendo hecho ya historia, pues en su currículum solo aparecía, como mejor actuación, un décimo puesto en el Mundial de 2007, además de esa plata en el Europeo que organizaron en 2004.
El último enfrentamiento entre España y Eslovenia no data de hace mucho tiempo. Fue en el Europeo de 2012 de Serbia y ganó el combinado español, que no se jugaba nada, por 35-32, en el último partido de la segunda fase y en el que fue abajo durante buena parte del choque.