Eufemiano Fuentes: "Mis clientes no eran solo ciclistas"
- Apunta que en 2006, cuando se descubrió la red, la mayoría eran ciclistas
- Usaba nombres en clave porque temía que su teléfono estuviera intervenido
- Dice que los medicamentos hallados en los registros eran de Alberto León
El doctor Eufemiano Fuentes, el principal acusado en la Operación Puerto contra el dopaje, ha asegurado que entre sus clientes no solo había ciclistas, sino también otros atletas, en su comparecencia ante el Juzgado de Lo Penal número 21 de Madrid que investiga el caso.
"Podría ser cualquier tipo de deportisas. Sin embargo, en 2006 (cuando se desmanteló la red), la mayoría eran ciclistas", dijo el doctor Fuentes, el primero de los cinco acusados en comparecer ante la juez.
"En 2006 trabajaba con todo tipo de deportistas: futbolistas, atletas, ciclistas, boxeadores y también tenistas. Les asesoraba sobre su preparación física", agregó Fuentes, quién añadió desconocer si los equipos ciclistas sabían que sus corredores acudían a sus consultas.
"Desconozco si los equipos sabían qué ciclistas trabajaban conmigo. Venían ellos, no les mandaban sus directores", contestó el doctor a una de las preguntas.
Fuentes ha declarado que los medicamentos hallados por la Guardia Civil en su consulta de la calle Alonso Cano de Madrid no eran suyos, sino del exciclista Alberto León, que se suicidó en 2011.
"En Alonso Cano no había medicamentos. Había dos maletas que llevó Alberto León y que yo suponía que contenían ropa o efectos personales, pero nunca se abrieron", ha señalado Fuentes.
León, que se encargaba de limpiar la consulta y de hacer de "mensajero" para Fuentes y su socio José Luis Merino Batres, se suicidó en enero de 2011, poco después de que su nombre apareciera también implicado en la Operación Galgo contra el dopaje en el deporte.
Fuentes ha sido también preguntado por una caja de EPO hallada en el registro y ha asegurado que es la única que había y que era "para uso familiar", en concreto para su hija, que padecía cáncer y estaba recibiendo quimioterapia.
Fuentes se niega a contestar a las acusaciones particulares
Fuentes ha respondido durante más de tres horas a las preguntas de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado, que representa al Consejo Superior de Deportes, pero se ha negado a contestar las del resto de las acusaciones. "Señoría, permítame acogerme a mi derecho a no responder a las preguntas de las acusaciones", ha dicho Fuentes cuando comenzaba el interrogatorio de la letrada Cristina Quero, que representa a la Federación Española de Ciclismo.
Así, el médico tampoco contestará a las preguntas que formulen la Unión Ciclista Internacional, la Agencia Mundial Antidopaje, la Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales y el exciclista Jesús Manzano.
Bolsas y comunicaciones en clave
Sobre por qué utilizaban nombres en clave para referirse a los clientes, Eufemiano ha reconocido que lo hacían por precaución, para evitar que se difundieran los nombres de los deportistas.
Cuando la fiscal le ha preguntado por qué en las conversaciones telefónicas intervenidas por la Guardia Civil antes de su detención en mayo de 2006 se le escucha hablar en clave, sin utilizar nombres de personas o de medicamentos, el acusado ha respondido asegurando que en 2001 su teléfono fue "intervenido" por algunos periodistas y que desde entonces "le entró el miedo en el cuerpo", por lo que solía ser extremadamente prudente en sus conversaciones.
"Siempre pensé que la prensa tenía mi teléfono intervenido. Desde 2001 tenía ese miedo", agregó.
"Pero nunca imaginé que mi teléfono estuviera intervenido por alguien que no fuera de la prensa", ha añadido.
La representante del Ministerio Público también le ha preguntado por qué las bolsas de plasma y de sangre refrigeradas intervenidas en los registros practicados por la Guardia Civil estaban identificadas con motes y no con los nombres de sus propietarios.
"Simplemente por comodidad. Era más corto que poner el nombre y los dos apellidos", ha dicho Fuentes, que ha añadido que, no obstante, cada bolsa estaba debidamente identificada mediante un código y unas iniciales que, además, los ciclistas conocían.
Las técnicas de trabajo
Buena parte del interrogatorio ha estado dedicado a algunas de las técnicas empleadas con los deportistas, entre las que según Fuentes estaba la de extraerles sangre para transfundirla cuando necesitaran elevar su nivel de hematocrito (viscosidad de la sangre).
El médico ha dicho que los valores normales del hematocrito están entre 42 y 52, aunque la Unión Ciclista Internacional (UCI) prohíbe competir a quienes presentan un valor igual o superior a 50, que si bien supone un mayor rendimiento físico también puede ser peligroso para la salud.
Fuentes, que ha admitido que un valor por encima de 52 implica riesgos "tromboembólicos, cardiovasculares e incluso renales", ha dicho que los ciclistas que acudían a su consulta tenían el hematocrito "en treinta y tantos" y que él se limitaba a "restablecerlo a valores normales, en torno a 44".
Fuentes no ha identificado a ninguno de los deportistas que trataba, aunque sí ha dicho que nunca controló a ninguno del equipo Comunidad Valenciana, en el que su hermana Yolanda -también acusada- ejercía como jefe médico.
Preguntado si trató a ciclistas del Liberty, equipo del que fue director el también procesado Manuel Saiz, Fuentes ha respondido: "No me acuerdo, pero es posible".