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Juegos Olímpicos de invierno

La aventura de Ander Mirambell en Sochi a un año de los Juegos

  • El piloto español de skeleton, 'corresponsal' en Sochi, sede de los Juegos 2014
  • "Dudo que estén a la altura de unos Juegos Olímpicos. No hay nada acabado"
  • Ander Mirambell disputa este viernes la Copa del Mundo en el circuito olímpico

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Las obras de preparación para Sochi 2014
Imagen captada desde la habitación del hotel de Ander Mirambell en Sochi, tomada a las seis de la mañana.

Si alguien me pregunta sobre los Juegos Olímpicos del 2014, les diré que son en Sochi, pero que ahora que estoy aquí dudo que estén a la altura de unos Juegos Olímpicos. No hay nada acabado, ni tan si quiera el circuito donde se harán las bajadas en trineo (bobsleigh, skeleton y luge).

El circuito donde disputaremos la Copa del Mundo este próximo fin de semana me dicen que ha costado casi 300 millones de euros, con una estructura y 17 curvas que son brutales. Nosotros estamos a una hora de Sochi, unas dos horas con la carretera en obras, porque no hay ninguna carretera acabada y para el circuito aún vamos por caminos de carro.

El pueblo se llama Rosa Khutor, está formado por 10 hoteles, de los cuales solo cuatro están operativos, aunque ninguno de ellos terminado. Así, puedes encontrarte que la segunda planta esta vacía o que faltan cosas en las habitaciones. Todos los hoteles tienen policía secreta, armada por supuesto, custodiando el hotel todo el día.

La odisea de Sochi

Todo está en obras y estamos a 100 metros de la estación de tren, así que, como trabajan durante las 24 horas del día, puedes oír la bocina del camión o la máquina de hacer agujeros a las tres de la madrugada, como si estuviese dentro de tu habitación. Eso cuando no les da por quemar todos los deshechos delante del hotel.

La comida es lamentable, a pesar de que tenemos la mejor de todos los hoteles, y el menú diario se compone de pollo, arroz y puré de patata. Exactamente lo mismo, a veces el puré se convierte en patata hervida o el arroz lleva maíz y trocitos de algo que se parece bacon...

Me siento como cuando tenía 14 años, volviendo a unos campamentos de verano, pero esta vez en Rusia y a punto de cumplir los 30 años (n.d.r. los cumplirá el 17 de febrero). El otro día 'atracamos' el colmado que hay a 15 minutos, el único en 10 kilómetros a la redonda.

Así llevamos la primera semana en Sochi, sin salir del hotel, comiendo pollo y arroz, entrenando y decepcionados porque estos juegos de Sochi pueden ser los peores de la historia como no lo cambien.

En este viaje de competición en la recta final de la temporada 2012- 2013 y para conocer el que será el circuito de los Juegos de invierno 2014, acompaño a los estadounidenses, ya que los suizos me dejaron tirado con la logística del viaje.

Me divierto mucho con ellos, me tratan como uno más y eso hacía tiempo que no pasaba. Son unos cachondos, el otro día íbamos del aeropuerto al hotel y después de pasar todos los controles nos subimos al hotel. Uno de los de bobsleigh puso la música de Rocky, luchando contra el soviético Ivan Drago y todos nos pusimos a gritar en el autobús: ROCKY ROCKY ROCKY.

Unas notas descriptivas

En esta parte del Cáucaso la mentalidad es totalmente diferente y os explicaré un par de anécdotas: La primera fue cuando al llegar al hotel nos repartimos las habitaciones. Yo comparto la habitación con Kyle Tress y teníamos una cama y otra plegable, que parecía de la época de la guerra fría.

Buscamos cambiar la cama plegable por una normal. Encontramos una que le sobraba a un compañero de otra habitación. Durante el proceso de movimiento de camas por el pasillo vino la seguridad del hotel y se pensaron que estábamos robando las camas. Un poco más y nos deportan a nuestro respectivos países en nuestra primera noche en Rusia.

La otra es que, en el circuito más caro del mundo, están jugando con nosotros. Cada día cambian la estructura del hielo y tenemos muchos problemas para adaptarnos. Un día quitaron tanto de una curva que al pasar seis pilotos se quedaron sin hielo y tuvieron que cancelar el entrenamiento durante una hora.

Las herramientas que tienen no son las correctas y han reconocido que no tienen trabajadores... todos sabemos que no les 'interesa' tener buenas condiciones de hielo, ya que así los pilotos locales tienen ventaja. El problema es que están jugando con la seguridad de los pilotos y eso no lo debería permitir la Federación Internacional.

El trampolín olímpico ha costado 10 veces más de lo presupuestado y llevan gastada otra millonada en él. Eso si, cada 10 metros hay un policía que te mira con cara de 'ser superior' y te pide la acreditación y hasta los voluntarios tienen prohibido hablar con nosotros, salvo que nosotros nos dirijamos a ellos primero.

Aún así, continuamos con mucha energía, ya que cada bajada será importante para cuando lleguen los Juegos Olímpicos y para la Copa del Mundo del próximo viernes. Así que hay que apretar los dientes en esta última semana de la temporada de skeleton 2012-2013.