Enlaces accesibilidad
Dopaje | Operación Puerto

Un deportista sano no necesita transfusiones de sangre ni EPO, según un perito

  • Su empleo puede poner en riesgo la salud de los deportistas, señala
  • La juez deniega a las defensas preguntar a la AEA por el "caso Contador"

Por
El médico Eufemiano Fuentes en los Juzgados de lo Penal de Madrid, donde continúa el juicio por la Operación Puerto.
El médico Eufemiano Fuentes en los Juzgados de lo Penal de Madrid, donde continúa el juicio por la Operación Puerto.

Un deportista sano "no necesita transfusiones de sangre ni el uso de EPO", excepto por causas justificadas, como riesgo vital o una insuficiencia renal, ha asegurado en el juicio de la Operación Puerto Fernando Gutiérrez, director del centro de medicina del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Autor de un informe sobre potenciales riesgos para la salud de las sustancias y métodos prohibidos en el deporte a raíz de la Operación Puerto, Gutiérrez, que ha comparecido como perito, se ha referido al peligro de las transfusiones de sangre en "personas que, si hacen deporte, se entiende que están sanas".

"El dopaje sanguíneo aumenta la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, produce un aporte de oxígeno y un mayor rendimiento. Un deportista es una persona sana y no precisa este aporte de glóbulos", ha asegurado. Además, ha añadido, "no se trata de una actuación ética y puede sufrir un exceso de viscosidad en la sangre con riesgo de muerte".

Los problemas en la transfusión surgen, según el declarante, cuando la sangre no está bien manipulada entre el proceso de extracción y reinfusión. "En una persona sana es peligroso, y si la sangre es de otra persona puede causar una reacción alérgica que lleve incluso a la muerte. Todo esto no tiene sentido en una persona con salud normal, tiene probabilidad de sufrir una trombosis".

Respecto a las condiciones de extracción de sangre, Gutiérrez ha señalado que éstas se tienen que realizar en un banco de sangre o unidad sanitaria. Luego hay que manipularla en un proceso que requiere instrumental adecuado, conservarla y refrigerarla con un control de sistema monotorizado con la misma temperatura: "Si se va la luz hace falta una segunda fuente de alimentación".

"Si la sangre se mantiene estable no pasa nada, pero luego hay que descongelarla adecuadamente en condiciones para reinfundirla y para eso hace falta una técnica avanzada para garantizar que se usa en las mejores condiciones", ha añadido.

La EPO en deportistas no está justificada

Respecto al uso de la hormona EPO, que sirve para aumentar los glóbulos rojos de la sangre y lograr un mayor aporte de oxígeno, lo que aumenta el rendimiento, Gutiérrez ha aclarado que "todos los tipos de EPO están prohibidos". "El uso de EPO en deportistas nunca esta justificada, excepto que tenga insuficiencia renal, que es su uso terapéutico", ha matizado.

Gutiérrez ha incidido en el peligro del uso de la EPO, ya que "aumenta la viscosidad de la sangre, hace falta mayor esfuerzo del corazón para bombearla, y la salud de los deportistas, que tienen una frecuencia cardiaca reducida, se pone en riesgo".

El perito del CSD ha aclarado que la EPO es detectable en los controles de dopaje, aunque se puede ocultar con proteasas, los "polvos blancos" que mezclados con la orina destruyen los rastros de la hormona.

También ha respondido Fernando Gutiérrez a una pregunta sobre el suministro de la insulina en deportistas. "Puede tener efectos nocivos en personas que no la necesitan, puede producir una hipoglucemia que puede llegar a ser mortal", aseveró. Asimismo, ha asegurado tajante al asegurar que el deporte de alta competición "pone en riesgo la salud porque sobrepasa los límites de lo que es saludable".

No ha lugar el "Caso Contador"

La magistrada que preside el juicio de la Operación Puerto no ha permitido a las defensas interrogar a una exresponsable de la Agencia Estatal Antidopaje (AEA) por el informe en el que este organismo avalaba la versión del ciclista Alberto Contador sobre su positivo por clembuterol en 2010.

"La pregunta no es pertinente porque esos hechos no son objeto de juicio", ha dicho la juez Julia Patricia Santamaría cuando el abogado Ignacio Arroyo, que defiende al exdirector deportivo Manolo Saiz, ha interrogado sobre este asunto a Cecilia Rodríguez, ya jubilada, pero que firmó el informe como jefa del departamento de Prevención y Control del Dopaje de la AEA.

Antes de que la magistrada le interrumpiera, el letrado, que no ha citado en ningún momento el nombre de Contador, aunque sí ha precisado que el texto era de octubre de 2010, ha preguntado a Rodríguez si elaboró un informe sobre un caso concreto de consumo de clembuterol en el que se concluía que lo sucedido no fue contrario a la ética deportiva.

El informe técnico sobre el clembuterol redactado por la AEA a raíz del "caso Contador" fue hecho público el 1 de octubre de 2010, y en él se decía que la cantidad detectada en la orina del ciclista el 21 de julio de ese año, en el segundo día de descanso del Tour, fue de 50 picogramos por mililitro.

"Dicha detección en cantidades tan ínfimas (primer día de 50 picogramos, segundo de 20 picogramos y tercero inapreciable), pudiera haber sido ocasionada por una ingesta ocasional de determinada carne animal contaminada (al estar también prohibido su uso en animales)", señalaba el informe.

La AEA avalaba así la versión de Contador, que señaló que el clembuterol -incluido en la lista de sustancias y métodos prohibidos de la Agencia Mundial Antidopaje- llegó a su organismo tras consumir unos solomillos adquiridos en una carnicería de Irún (Guipúzcoa) por un amigo que le visitó durante el Tour de Francia.