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Copa del Rey | FC Barcelona - Real Madrid

Barça y Madrid se visten el mono de trabajo para preparar el 'clásico'

  • Ambos se vieron obligados a remontar sus respectivos partidos de Liga
  • Messi y Cristiano Ronaldo demostraron que sus equipos les necesitan
  • Villa y Kaká se reivindican y piden un hueco en los onces del Camp Nou
  • FC Barcelona - Real Madrid en vivo, semifinales de Copa del Rey en RTVE.es

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Leo Messi y Cristiano Ronaldo reflejan el sufrimiento de Barça y Madrid en sus partidos de Liga
Leo Messi y Cristiano Ronaldo reflejan el sufrimiento de Barça y Madrid en sus partidos de Liga

A menos de tres días para que el balón eche a rodar en el Camp Nou, FC Barcelona y Real Madrid preparan la vuelta de la semifinal de Real MadridCopa del Rey, el primero de sus dos 'clásicos' de la semana, de una manera parecida. Ambos conjuntos han reservado varias piezas clave y ambos han afrontado sus compromisos de Liga con el mono de trabajo puesto.

Tanto Barça como Madrid ganaron a Sevilla y Deportivo por 2-1 -como visitantes, 1-2, los blancos- y se vieron en la necesidad de remontar. La distancia que les separa en Liga es ya una anécdota, 16 puntos, pero dejar escapar la victoria no habría supuesto el mejor aliciente para enfrentarse al eterno rival días después. Para saldar cuentas en el campeonato ya tendrán tiempo el sábado en el otro 'clásico'.

Llegaba más necesitado de esa victoria moral el conjunto azulgrana después de la derrota en Champions contra el Milan, pero tampoco están los blancos como para dejarse más puntos a domicilio, y menos contra un colista.

Las palabras "orgullo" y "casta" son un recurso tópico en las crónicas deportivas para definir este tipo de partidos, así como el "oficio". Según el diccionario de la RAE, oficio es "ocupación habitual, profesión de algún arte mecánica y función propia de alguna cosa", entre otras acepciones.

Por tanto, se puede aceptar como cierto que Barça y Madrid tiraron de oficio para superar sus compromisos. Se vieron obligados a sudar y a echar mano de sus mejores armas, sin esconder nada.

En el cuadro culé Leo Messi jugó de inicio y marcó un gol. En el madridista, Cristiano Ronaldo tuvo que salir desde el banquillo a salvar del pozo a sus compañeros, junto a Mesut Özil y Sami Khedira.

El argentino ofreció dos caras, al igual que el resto de su equipo, en cada parte de su encuentro contra el Sevilla. En la primera parte se pareció más a la versión de San Siro, apagado, sin desborde y espeso en el juego colectivo. En la segunda, mucho más participativo, incisivo y, como casi siempre, goleador.

El extremo portugués del Madrid salió enchufado desde que Mourinho le diera entrada en la segunda parte del encuentro de Riazor. Corrió como si le fuera la vida, sin pensar en reservar fuerzas. Le faltó el premio del gol, pero esta vez no se obsesionó con su marca personal y estuvo atento para dar una asistencia.

Villa y Kaká se reivindican

Pero no fueron los únicos protagonistas en sus equipos. También de forma paralela, en sus respectivos partidos dos de sus compañeros se dejaron ver para decir a sus entrenadores "aquí estoy yo", pidiendo un sitio en el decisivo duelo de Copa.

En el Barça fue Villa, que marcó su séptimo gol de la temporada para demostrar que no se le ha olvidado y que por algo es el máximo anotador histórico de la selección española. El 'Guaje' eclipsó a Alexis Sánchez, uno de los que más desafinan dentro de un equipo que suele funcionar como una orquesta.

Y en el Madrid, sin duda fue la noche de Kaká. El brasileño juega en una posición donde ahora mismo hay 'overbooking' en la plantilla de Mourinho, y el técnico portugués le ha señalado ya como transferible. La negociación este invierno con el Milan, su club de procedencia, es buena muestra de ello; además, no es la primera y previsiblemente tampoco será la última.

Pese a que no pasa por el mejor momento de su carrera, el brasileño de vez en cuando demuestra profesionalidad y talento. En Riazor resurgió a partir de la salida de Cristiano, Özil y Khedira, empezó a jugar mejor y fue protagonista de los dos goles de su equipo. El primero, un disparo desde fuera del área poniendo el balón en la red de un gran derechazo con el interior del pie.

Tanto Villa como Kaká se lo quieren poner difícil a sus entrenadores a la hora de elegir los titulares del partido en el Camp Nou. Un Barça-Madrid nunca dejará de ser un 'clásico' y ninguno querrá perdérselo.