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Champions League | Barcelona 4-0 AC Milan

El Barça vuelve en sí

  • El equipo azulgrana recupera sus señas de identidad contra el Milan
  • El regreso del mejor Messi, la presión alta y la ambición, claves
  • Crónica del Barcelona 4-0 AC Milan, por Felipe Fernández

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El Barcelona se gana los cuartos con el Milan

El Barça ha vuelto. Cuando muchos ya lo daban por desahuciado y otros pronosticaban un fin de ciclo, el equipo azulgrana ha recuperado sus señas de identidad justo a tiempo para firmar una remontada inolvidable que le mete en cuartos de final de la Champions y le devuelve a lo más alto de la terna de favoritos para conquistar la máxima competición europea. [Todos los datos y estadísticas del FC Barcelona 4-0 AC Milan]

Tras el nacimiento de unos finísimos brotes verdes en último partido de Liga contra el Deportivo, el Barça recuperó su mejor repertorio en Champions para voltear al Milan la eliminatoria más complicada de los últimos años para el conjunto culé. Los de Roura rescataron la mayoría de los puntos fuertes que le habían llevado a convertirse en el mejor equipo del mundo.

El primero, sin duda, no es otro que Messi. La afición culé le estaba esperando. Más apagado que de costumbre, el argentino suele encenderse en los partidos importantes. Y en la Champions no suele fallar. Es la piedra filosofal del conjunto azulgrana y fue el encargado de reconvertir al Barça en una película de 'Disney' con dos golazos que igualaron el cruce.

Sin embargo, aunque a veces lo parezca, Messi no juega solo. Y si tan importante para el Barcelona es el argentino, tanto lo es la presión alta que inculcó Pep Guardiola a este equipo. Ante un Milan metido en su campo, la presión feroz permitió al Barça recuperar una cantidad ingente de balones en plena salida de balón milanista. Y cuando el jugador que recupera es Iniesta, el peligro se multiplica, como demostró en el primer gol.

El albaceteño, uno de los pocos que había mantenido el nivel de juego en la época más oscura del Barça, volvió a erigirse fundamental en un centro del campo de ensueño en el que han vuelto a sobresalir Xavi y Busquets. Las buenas sensaciones en el centro del campo contagiaron a una línea delantera que copó Messi y en la que apenas dio señales Pedro. Sí apareció, y mucho, David Villa, que dañó a la defensa rival con sus movimientos. Además, el 'guaje', todavía lejos de de su mejor nivel, se dio un baño de autoestima al marcar el decisivo 3-0 que completaba la remontada.

Profundidad y mucha ambición

El regreso de la pegada culé llegó de la mano de la mejoría en la fluidez y la profundiad en la circulación de balón, un aspecto clave que brilló por su ausencia en San Siro. En el Camp Nou, el Barça sí mostró la agilidad que le caracteriza, la rapidez de sus paredes en el interior y de las llegadas de sus laterales, Dani Alves y Jordi Alba, que puso el broche al partido con un cuarto gol que hizo temblar el coliseo azulgrana.

También regresó la seguridad defensiva, la línea más criticada en los últimos patidos. El Barça logró dejar su portería a cero y solo un error grave de Javier Mascherano que a punto estuvo de costarle caro a su equipo, ensució el buen partido la retaguardia culé, con un partido muy serio de Piqué y del propio 'Jefecito'.

Aunque si todos los aspectos tácticos resultaron fundamentales para la remontada culé, la conjura en el vestuario por vivir una gran noche europea y la ambición por sumar una remontada histórica al intachable currículum de esta generación, fueron decisivos. El Barça recuperó la motivación al encontrarse contra las cuerdas en la Champions, un resultado negativo que el equipo de Roura ha transformado en una oportunidad para volver a mostrarse como el equipo al que todos temen.