Enlaces accesibilidad
Euroliga | CSKA 81-72 Real Madrid

El Real Madrid no puede con el CSKA y complica mucho sus opciones de ser primero

  • El equipo de Messina dominó el partido de principio a fin (81-72)
  • Los blancos intentaron la reacción de la mano de Rudy pero llegó tarde
  • CSKA recupera además el coeficiente particular ya que en Madrid cayó por 8

Por
El CSKA somete al Real Madrid

Ficha técnica:

81. CSKA de Moscú (24+20+19+18): Teodosic (17), Weeems (21), Khryapa (6), Erceg (3) y Kaun (6) -quinteto inicial- A. Jackson (8), Krstic (16), Papaloukas (4), Micov (0) y Vorontsevich (0).

72. Real Madrid (15+13+19+25): Llull (0), Rudy (24), Suárez (6), Mirotic (5) y Begic (5) -quinteto inicial- Draper (0), Reyes (10), Rodríguez (7), Hettsheimeir (0), Carroll (7) y Slaughter (8).

El Real Madrid de Pablo Laso ha caído en Moscú ante el todopoderoso CSKA de Moscú y además ha perdido el basket-average de cara a la lucha por la clasificación en el 'Top 16'. Ahora se tendrá que disputar con el Anadolu Efes, dentro de una semana en Madrid, el segundo puesto de la clasificación que le daría el factor campo en el cruce de los cuartos de final. Para ser primeros, los de laso tienen que ganar a Efes y que Panathinaikos gane a CSKA con una diferencia de entre 17 y 22 puntos.

El CSKA de Ettore Messina recibía al Real Madrid en su mejor momento de juego de la temporada y además con muchas ganas de revancha tras la derrota sufrida en Madrid.

Esa buena forma de la que gozan los rusos se reflejó en el arranque del partido. Además de distanciarse pronto en el marcador (9-3), los rusos le sacaron dos faltas personales a Mirotic antes de que se cumplieran los tres primeros minutos.

Durante todo el primer cuarto, el Real Madrid no fue capaz de percutir en la defensa rusa. Tan solo dos triples de Carlos Suárez y uno de Rudy fueron los puntos visitantes en los primeros ocho minutos.

Esa dificultad para anotar y un inspirado Sonny Weems hicieron que la diferencia al término del primer cuarto fuera de nueve puntos a favor de los locales (24-15).

En el segundo cuarto la tónica fue la misma. El relevo de Weems en la anotación lo recogió el pívot Krstic. Mientras los rusos eran como un martillo pilón en el ataque, en la defensa seguían ahogando al Real Madrid que no encontraba soluciones a pesar de los tiempos muertos que pedía Pablo Laso.

La horrible estadística en el tiro de dos del Real Madrid, uno de ocho, hizo que el marcador al descanso fuera de 44-28.

Rudy se echa al equipo a sus espaldas

El tercer cuarto arrancó con un triple de Weems pero los rusos no estaban tan finos. Tras cuatro ataques sin éxito Ettore Messina se vio obligado a pedir tiempo y eso que el Real Madrid tampoco estaba aprovechando el bajón de los rusos (47-34).

Un triple de Rudy establecía el parcial en 0-9. Con el mallorquín como protagonista, el Real Madrid logró reducir diferencias hasta los nueve puntos (51-42). Se podía intuir que el Real Madrid podría meterse en el partido pero una técnica señalada a los blancos a falta de menos de dos minutos fue aprovechada por el CSKA con los seis puntos conseguidos por Weems dejando el electrónico en 61-45.

Este tercer cuarto acabó finalmente con el 63-47 que complicaba y mucho la vida al Real Madrid de cara al cuarto y definitivo asalto.

La opción de Rudy en ataque siguió funcionando pero en el otro lado emergió la figura de Milos Teodosic. Hasta que lo sentó Messina, el serbio fue el encargado de mantener arriba a su equipo ante el arreón de los blancos.

El partido se convirtió en un toma y daca que si a alguien no beneficiaba era al equipo que iba perdiendo, es decir, al Real Madrid ya que se aumentaban los parámetros de ambos equipos pero no se reducían las diferencias considerablemente.

A falta de cuatro minutos y con el 72-61 en el marcador, un triple de Sergi Llull se salió de dentro y ahí se escaparon las opciones de los visitantes ya que aunque posteriormente se acercaron los de Laso a siete (74-67), la igualada no fue posible.

Estaba otra cosa en juego en los últimos compases y era la diferencia entre ambos ya que en Madrid los blancos habían ganado por ocho puntos. Esa preocupación fue mayúscula para Messina y al final sus pupilos lograron el objetivo de ganar por nueve puntos (81-72).