Lokomotiv impide a Bilbao Basket cumplir el sueño europeo
- Es el cuarto equipo ruso en ganar el torneo, el tercero en cuatro años
- Una tremenda decepción para los 2000 aficionados que viajaron a Charleroi
- Vasileiadis fue el mejor de los españoles con 16 ptos, 14 aportó Hendrix
Ficha técnica:
64 - Uxue Bilbao Basket (17+13+15+19): Zisis (4), Vasileiadis (16), Mumbrú (10), Hervelle (2) y Hamilton (4) -quinteto inicial-; Raúl López (5), Grimau (4), Moerman (8) y Rakovic (11).
75 - Lokomotiv Kuban Krasnodar (16+22+16+21): Calathes (10), Kalnietis (10), Jasaitis (7), Brown (11) y Hendrix (14) -quinteto inicial- Baron (4), Maric (12), Bykov (7) y Savrasenko.
Parciales: 17-16, 30-38 (descanso); 45-54 y 64-75 (final).
Árbitros: Fernando Rocha (POR), Tolga Sahin (ITA) y Robert Lottermoser (ALE). Eliminado por faltas Calathes (min.40).
Incidencias: Final de la Eurocopa 2012-2013, disputada en el RTL Spiroudome de Charleroi (Bélgica) ante 3.862 espectadores, según los datos de la Euroliga. Bastantes más de la mitad, aficionados del Bilbao Basket.
El Lokomotiv Kuban pasó por encima del Uxue Bilbao Basket (64-75) para proclamarse campeón de la Eurocup, sobre la pintura del Spiroudome de Charleroi, por lo que el conjunto de Krasnodar se hace con su primer título europeo gracias, sobre todo, al desempeño del 'MVP' de la competición Nick Calathes (10 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias), que brilló para retirar de la pugna al conjunto español y dejarlo sin premio.
No fue rápida ni duradera la adaptación del Uxue Bilbao Basket al clima que reinó sobre el parqué belga. Los hombres de Eugeny Pashutin contaban con un comandante como Mantas Kalnietis que pronto empezó a repartir juego. Para él fue la canasta inaugural y varios intentos de triple que facilitaron las carencias en el rebote defensivo de los 'hombres de negro'. Un parcial de 3-10 llevó a Katsikaris a solicitar tiempo muerto.
El técnico llamó a la serenidad; acertó. El equipo le necesitaba e ingresó en pista Raúl López. El base catalán inspiró a su equipo para agilizar las transiciones. Lograron mantener el control. También asustaron, con Hamilton en una constante pugna en el poste bajo. Así, el propio Raúl López daría la ventaja a su equipo con un triple para cerrar el primer cuarto (17-16) y reforzar la candidatura de su equipo.
Moerman se uniría a la fiesta iniciados los segundos diez minutos. El francés arrancó con un triple y siguió con una canasta (22-16). Los vascos anotaban fácil, cómodos. La madurez salía a relucir sobre la pista. Sin embargo, en el Lokomotiv Kuban arreció el acierto. Calentaban su muñeca el alero estadounidense Derrick Brown y Jimmy Baron. El 'MVP' de la final, Richard Hendrix emergió en la zona. Calathes anunció su llegada. Mejoró el cuadro ruso hasta endosar un parcial de 0-11 (28-37).
A los gritos de "Sí se puede" del sector de la grada teñido de negro le recompensó la canasta de Vasileadis para cerrar la sangría. Se esfumó el segundo cuarto (30-38) con una sensación fría, de necesidad de mejora. Una mejora que tampoco llegó en los primeros compases del tercer cuarto. El conjunto ruso quería su primer título europeo y parecía saberse mejor el guión. Como un péndulo, la ventaja del Lokomotiv oscilaba entre los 11 y los 9 puntos.
Brillaba de forma intermitente el tímido Vasileadis en un Bilbao desconcertado. Se empeñó el griego el reducir distancias con sus triples (45-52). Sin embargo, fallaría desde la personal en un momento clave, al borde del último cuarto, desperdiciando la posibilidad de acechar la remontada. A partir de ahí, el Bilbao iría siempre a contracorriente. Se encontró con veinte punto abajo (45-65), pero los de Katsikaris hicieron gala del espíritu que les ha caracterizado durante toda la campaña: la entrega.
Sorprendieron hasta quedarse a ocho puntos de diferencia (69-76). El reloj corría rápido, más que nunca. Fallaría Rakovic para quedarse a seis. Más tarde Mumbrú. Demasiada losa para un equipo exhausto y sin fortuna, aciago. Así, el equipo ruso sumó su segundo título. Ya tiene con qué acompañar la Copa de Rusia que levantaron en 2002.
Por su parte, el Bilbao se queda de nuevo sin premio en una final. A sus trece años de historia, deja de ser el cuarto equipo español en llevarse la segunda competición continental. Pero su edad es demasiado corta para afirmarlo categóricamente.