El torneo de tenis de Madrid recupera su color natural
- El Masters 1000 madrileño olvida el polémico azul y vuelve a la tierra roja
- Nadal, Djokovic, Federer, Murray y Ferrer, atracciones del torneo
- Serena Williams y Sharapova se juegan el número uno del tenis femenino
El torneo de tenis de Madrid recupera su color natural, el rojo tradicional, para acoger la duodécima edición del cuarto Masters 1000 del año, que reúne a las mejores raquetas del circuito masculino y femenino, aspirantes a los tronos en los que el pasado año se aposentaron el suizo Roger Federer y la estadounidense Serena Williams.
El torneo ha recuperado el sosiego. Y eso que la competición ha tenido que manejarse, casi desde sus inicios, con la controversia bajo el brazo. La puesta en escena de las modelos recogepelotas, las invitaciones ('wild card') concedidas por la organización y finalmente el color azul de las canchas han sido objeto de discusión en diferentes temporadas.
Pero después de la agitación que generó la implantación de las pistas azules, experimento que causó hace un año frecuentes voces altisonantes y un debate permanente, el evento ha retomado la calma y el poderoso cartel vuelve a ser el principal reclamo.
Las grandes raquetas optan al éxito con el español Rafael Nadal como gran atracción. La reciente puesta en escena del balear, después de una larga temporada de baja por lesión, ha multiplicado la expectación del público local, esperanzado en presenciar su quinta final y su tercer título en Madrid.
Los cinco magníficos
Nadal, que junto al serbio Novak Djokovic abanderó el rechazo a la tierra azul en la pasada edición, cuando padecieron ambos un adiós prematuro, llega al torneo con cuatro triunfos en el presente curso (Barcelona, Acapulco, Sao Paulo y el Masters 1000 Indian Wells) y dos finales perdidas, la del Masters 1000 de Montecarlo y la de Viña del Mar.
Igual que el balear, Djokovic y Federer pretenden repetir éxito en la Caja Mágica. El balcánico, campeón en el 2011, asume el reto como número uno del mundo y como flamante ganador en el Abierto de Australia, Dubai y el Masters 1000 de Montecarlo, en donde se empeñó por cuestionar el absolutismo de Nadal sobre tierra.
Federer es el vigente campeón. Su triunfo en el 2012 dio lustre a una edición alterada por el asunto del color de sus pistas. Cinco veces finalista nadie tiene más éxitos que él en Madrid. Tres títulos (2006, 2009 y 2012) acumula el actual número dos del mundo, al acecho de su primer trofeo del vigente curso.
El británico Andy Murray, que fue baja el año pasado, llega a Madrid con los logros del Masters 1000 de Miami y del torneo de Brisbane y la condición de finalista en el Abierto de Australia. David Ferrer, número cuatro del mundo, es otra de las atracciones de Madrid, donde nunca ha sobrepasado las semifinales que obtuvo en el 2010, cuando cayó ante Federer.
El torneo femenino
La pelea por el número uno añade alicientes al torneo femenino, con Serena Williams, dominadora del circuito y vigente campeona, como principal atractivo. La tenista de Florida es la jugadora a batir en la quinta edición de la competición de mujeres. Llega a Madrid con los triunfos en Brisbane, Miami y Charleston y la condición de finalista en Doha.
La rusa Maria Sharapova nunca ha ganado en Madrid. La posibilidad de regresar al número uno del ránking más de diez meses después es un aliciente extra para la siberiana, ganadora este año en Indian Wells y Stuttgart y finalista en Miami, que nunca ha pasado de los cuartos de final en la Caja Mágica. Entonces se topó con Serena.
A las candidaturas de Sharapova y Serena se suman las de la bielorrusa Victoria Azarenka, finalista los dos últimos años, la polaca Agnieszka Radwanska, la china Na Li o la alemana Angelique Kerber.