Olympiacos desquicia al CSKA y se clasifica para la final

• La garra y el acierto de los griegos han cortocircuitado a los rusos
• El equipo de Ettore Messina no ha sido capaz de reaccionar en treinta minutos
• Todos los datos y estadísticas del CSKA de Moscú 52-69 Olympiakos

Powell lanza a canasta ante la oposición de Khryapa.

Ficha técnica:

52. CSKA Moscú: (17+11+8+16): Teodosic (5), Kaun (7), Weems (13), Khryapa (11), Jackson (7) - Quinteto inicial - Micov (3), Kristic (2), Erceg (2), Voronov (0), Papaloukas (0), Vorontsevich (2).

69. Olympiacos: (24+16+13+16): Law (6), Papanikolaou (5), Printezis (6), Spanoulis (8), Powell (0) - Quinteto inicial - Hines (13), Antic (13), Perperoglou (8), Shermandini (5), Sloukas (5), Katsivelis (0).

El Olympiacos ha hecho rico a más de uno al ganar contra pronóstico al favorito para ganar la Euroliga, el CSKA de Moscú, a pesar de que todas las quinielas daban como ganadores a los rusos. El equipo griego ha dado una lección de cómo se tiene que preparar un partido y ha evitado la revancha que buscaba el equipo moscovita tras su victoria in extremis en la final de 2012. [Todos los datos y estadísticas del CSKA de Moscú 52-69 Olympiacos]

El ritmo del partido fue frenético desde que la pelota fuera lanzada al aire. El Olympiacos saltó a la cancha dispuesto a rebajar la condición de favorito tan grande que arrastraba el CSKA de Moscú y de la mano del mejor jugador del torneo, Vassilis Spanoulis, los griegos se colocaron a los dos minutos por delante fruto de sus ganas y del empuje de la mayoría griega en el O2 Arena de Londres.

Cada balón se luchaba en el parquet como si se tratase del último cuarto de la final y de ahí que los griegos se cargaran pronto de faltas para lograr dominar el juego. A los cinco minutos ya estaban en bonus los pupilos de Bartzokas.

En ese fragor propio de una batalla, los del Pireo se encuentran como en su salsa y de ahí que el resultado al final del primer cuarto fuera 17-24.

En el segundo cuarto, el equipo de Ettore Messina seguía desbordado. Necesitaba entrar en el partido pero el único recurso que usaba era el tiro de tres. Sin embargo tan solo Khryapa y Jackson anotaron los suyos.

La clave del choque estaba siendo la partida en la zona que estaba ganando Olympiacos. Unos de los jugadores claves del CSKA como Krstic estaba desaparecido mientras que delante de él se estaban saliendo Law, Hines, Shermadini y Pero Antic.

Papeles cambiados

El partido recordaba a la final de la Euroliga que ambos disputaron el año pasado pero esta vez, con los papeles cambiados. Esta vez el de los malos porcentajes era CSKA (5 de 13 en triples y 3 de 10 en los tiros libres). El marcador al descanso era 28-40.

En el tercer cuarto tenía que morir el CSKA para darle la vuelta al partido y esa reacción tan solo se atisbó. Los de Messina aceleraron el ritmo en los primeros minutos pero no supieron reengancharse y eso que a falta de 5’27’’ Spanoulis se iba al banquillo tras cometer su tercera falta personal.

Medio minuto después, los árbitros señalaron una antideportiva a Shermadini sobre Kaun pero la acción no significó el punto de inflexión que se podía prever. Al contrario, sirvió como nuevo estímulo para los chicos de Bartzokas que consiguieron acabar el cuarto con 17 puntos arriba (36-53).

Olympiakos no permite revanchas

La primera jugada del último cuarto fue un reflejo de lo que era el partido cuando Krstic se ahogaba en la defensa griega y después, tras recibir la falta, fallaba los dos tiros libres. Tras los dos primeros minutos, la diferencia entre ambos era de 21 puntos (36-57), mucho mayor que la que remontó Olympiakos a CSKA en la final de Estambul de 2012.

Los fallos en el CSKA no desaparecieron y de ahí que a falta de cinco minutos el partido estuviera ya sentenciado. La revancha no se consumaba y el Olimpiacos lograba desquiciar al máximo favorito para ganar el torneo, para muestra el codazo absurdo que Teodosic propinó a Antic sin venir a cuento.

Ahora los griegos se enfrentarán a un equipo español, Real Madrid o Regal Barcelona, el domingo para tratar de revalidar el título de campeón de Europa que aún ostentan.