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Final NBA | San Antonio Spurs 93 - 109 Miami Heat

El 'Big 3' de Miami reaparece para arrasar a San Antonio y empatar la final

  • Wade, con uno de sus mejores partidos en la 'era Big 3', comandó a Miami
  • LeBron James lideró la racha inicial de los Heat y puso la puntilla al final
  • Chris Bosh recordó a sus años de estrella en Toronto dominando bajo tableros

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Dwayne Wade, de Miami Heat, realiza un mate sobre la canasta de San Antonio Spurs
Dwayne Wade, de Miami Heat, realiza un mate sobre la canasta de San Antonio Spurs

Tras la apabullante victoria de los Spurs en el tercer partido de la final, los Heat consiguieron recuperar a sus tres estrellas para pasar por encima de los tejanos (109-93) y poner el 2-2 en la serie. Una vez más, los Heat prolongan su racha de no perder dos partidos seguidos, algo que no ocurre desde el mes de enero.

Dwayne Wade fue el líder absoluto del equipo y del partido, con 32 puntos, 6 rebotes, 6 robos y 4 asistencias, en su primer partido con más de 30 puntos en lo que va de Playoffs.

LeBron James anotó 33 puntos y recogió 11 rebotes, cumpliendo con su promesa de volver "jugando mucho mejor que en el tercer partido" y despejando los fantasmas que volvían a aparecer sobre su rendimiento en las finales (de las tres que ha disputado, sólo ha ganado una, con una actuación mediocre en las dos que ha perdido).

Por su parte, Chris Bosh fue de menos a más, tras un inicio dubitativo, y se erigió como dominador bajo tableros, algo poco habitual, parta anotar 20 puntos y capturar 11 rebotes, además de una gran capacidad de intimidación en defensa.

La poderosa defensa de los Heat dejó a las tres grandes estrellas de los Spurs en sólo 40 puntos (20 de Duncan, 15 de Parker y 5 de Ginobili), menos la mitad de los que anotaron el trío James-Wade-Bosh (85 en total), un dato que ilustra y resume este cuarto partido.

Capacidad de reacción de los Heat

San Antonio Spurs comenzó el encuentro como había terminado el anterior: anotando prácticamente todos sus lanzamientos, algo que, unido al dominio de Tim Duncan en la pintura, hacía presagiar una nueva paliza de los locales para un 3-1 que habría puesto la final prácticamente imposible para Miami.

Pero la pareja Wade-James tomó las riendas del encuentro y con 10 y 11 puntos respectivamente en el primer cuarto (sin apenas fallos en el tiro) consiguieron sobreponerse al gran inicio de los Spurs para irse por delante al segundo cuarto (26-29).

El espectacular acierto de Danny Green y Gary Neal desde la línea de tres puntos, como ocurrió en el tercer encuentro, permitió a unos Spurs cansados y sin el ritmo de otras ocasiones mantenerse en el partido, llegando al descanso con empate a 49.

Pero si algo ha caracterizado a los Heat desde la formación del 'Big Three' en 2010 (cuando James y Bosh se unieron a Wade formando un trío de estrellas) es la defensa basada en las impresionantes cualidades físicas de sus jugadores. Y, concretando en esta temporada 2012-13, la capacidad de reacción se ha convertido en el estandarte del equipo campeón. Desde enero, Miami no pierde dos partidos seguidos.

Aún en el tercer cuarto los Spurs consiguieron ofrecer alguna resistencia, pero desaparecieron en el último cuarto con la exhibición de Wade y Bosh, a la que se unió James en los últimos minutos para poner la puntilla a unos Spurs que nada tuvieron que ver con los del tercer partido.

El 'Big 3', un rodillo para los Spurs

Sólo entre Wade y James lograron anotar 29 lanzamientos (en sólo 50 intentos), mientras que toda la plantilla de San Antonio anotó sólo dos más, 31 lanzamientos. Algo que da idea de la superioridad de los Heat.

Miami aprendió la lección de partidos anteriores y lejos de obcecarse en el triple (sólo 12 lanzamientos), cargaron el ataque con penetraciones a canasta y tiros cercanos. Gracias a ello, los Heat consiguieron anotar un 53 por ciento de sus tiros.

Además, cuidaron especialmente bien el balón en cada posesión, cometiendo únicamente nueve pérdidas, provocando en cambio un total de 19 pérdidas en San Antonio gracias a la intensidad en defensa.

Con el Wade y Bosh a pleno funcionamiento, algo que no había ocurrido en lo que va de Playoffs, Miami ha demostrado una vez más que puede llegar a ser casi intratable.

Ahora, la final vuelve a Miami para un quinto encuentro anticipado por dos preguntas: ¿Conseguirán los Spurs sobreponerse como hizo en el tercer partido? ¿El Big 3 de Miami ha vuelto para quedarse, o es flor de un día?