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LeBron remonta y Allen y Bosh rematan a los Spurs para forzar el séptimo partido

  • LeBron, con el segundo triple doble de la final, resucitó y guió la remontada
  • Un triple de Allen forzó la prórroga y Bosh, con dos tapones, apuntilló a los Spurs
  • Duncan fue de más a menos y San Antonio notó el cansancio en las piernas

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San Antonio Spurs v Miami Heat - Game 6
El alero de Miami Heat, LeBron James, intenta realizar una bandeja durante el partido contra San Antonio Spurs

El MVP de la temporada regular, LeBron James, resucitó tras una mala primera parte para volver a realizar un triple doble (32 puntos, 10 rebotes, 11 asistencias) y desencadenar la remontada de Miami Heat, que ya veía esfumarse el anillo.

Los Spurs dominaron el encuentro hasta el tercer cuarto gracias a una épica actuación de su máximo referente, Tim Duncan, pero los Heat forzaron y ganaron la prórroga para llegar al séptimo partido de la final.

Ray Allen anotó siete de sus nueve puntos en los minutos finales del partido y Chris Bosh, tras haber sufrido durante todo el partido la exhibición de Duncan, colocó dos tapones para culminar una remontada que inició el alero LeBron James, desatado, curiosamente, tras perder una cinta de pelo que, hasta ahora, había sido "imprescindible" para él.

El liderazgo de LeBron

No es casual que LeBron James, cuatro veces nombrado mejor jugador de la liga, haya sido el líder de Miami Heat en un "win-or-go-home game" (partido de ganar o caer eliminado). Y es que el alero promedia 32 puntos en este tipo de partidos a lo largo de su carrera.

Pese a que, por tercera vez en las cuatro finales que ha disputado, James está muy por debajo de su acierto habitual en el tiro (56 por ciento en temporada regular), el número 6 de los Heat sigue siendo el referente del equipo y ha vuelto a hacer jugar a sus compañeros.

No sólo por sus números (32 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes), sino, especialmente, por su actitud. Tras los tres primeros cuartos, Miami y LeBron parecían condenados a recibir, de nuevo, las críticas que ya oyeron tras perder en 2011 la final contra Dallas Mavericks. El pobre juego ofensivo del equipo y la falta de alternativas ante malas noches de James volvían a mostrar a los vigentes campeones como un juguete en manos de San Antonio.

Pero en los últimos 17 minutos (último cuarto + prórroga), el "Rey James" se desató y fue una auténtica apisonadora física y mental para los Spurs. Una anecdótica muestra de la concentración que mostró LeBron fue que aguantó hasta el final del partido sin su cinta de pelo. Algo que nunca antes se había visto, ya que suele pedirla insistentemente cada vez que la pierde.

Ante el mediocre encuentro de Wade y Bosh, LeBron volvió a mostrar la determinación de los ganadores, subió la intensidad en defensa (con un determinante y espectacular tapón sobre Tim Duncan) y asumió responsabilidades en ataque, atacando la canasta en penetraciones contundentes y mostrándose dispuesto a realizar lanzamientos lejanos, a pesar de los errores.

Un final de infarto

Un triple de James colocó a los Heat a dos puntos a falta de veinte segundos. En la siguiente jugada, tras fallo de James, Chris Bosh capturó el rebote y Ray Allen recordó por qué es el mejor triplista de la historia de la NBA poniendo desde la esquina el empate a 95 en el marcador.

En la prórroga fueron, precisamente, estos tres jugadores los únicos que anotaron para Miami. Los Heat pudieron cerrar el partido, pero entre Wade y James fallaron tres ataques seguidos. Fue Allen quien anotó los dos tiros libres que pusieron el definitivo 103-100 en el marcador gracias.

Sólo en los últimos minutos Miami mostró las cualidades que definen su juego: defensa apretada y sin concesiones (con dos tapones seguidos de Chris Bosh de Parker y Green), velocidad en los contraataques y tiradores (Allen, Chalmers y Miller) abiertos para recibir asistencias cuando LeBron James divide a la defensa rival.

El séptimo y último encuentro de la final se jugará en la madrugada del jueves al viernes y será decisivo para encumbrar a San Antonio como la franquicia dominante, pudiendo ganar 5 títulos en 15 años, o a Miami Heat como la nueva dinastía de la NBA, si consigue su segundo título consecutivo en tres finales seguidas.