La selección sub'21 se da un pequeño baño de masas con el título bajo el brazo
- Los campeones de Europa llegaron a Barajas con una hora de retraso
- Íker Muniain firmó la entrada triunfal con la copa a hombros de David De Gea
- Isco y Thiago, pendientes de su futuro, evitaron hacer declaraciones
La selección española sub'21 se dio un pequeño baño de masas en el aeropuerto de Barajas, donde aterrizó con el título de campeones de Europa bajo el brazo envueltos de una multitud de medios de comunicación y aficionados que recibieron a la nueva y exitosa generación de futbolistas españoles
El segundo Europeo consecutivo ha sido mediático para el conjunto español. Nombres como los de Thiago Alcántara, Asier Illarramendi, Isco, Álvaro Morata o David De Gea pasarán a la historia como los máximos representantes de una selección que hizo historia en Israel.
Sucedieron a los anteriores campeones, también españoles, que alzaron el título en Dinamarca en 2011. Y, por eso, cientos de aficionados recibieron a una expedición que llegó agotada tras un día marcado por las celebraciones.
El vuelo, procedente de Tel Aviv, aterrizó con una hora de retraso, a las 22:30, y los jugadores no aparecieron hasta las 23:30. Lo hicieron todos juntos, con Iker Muniain subido a los hombros de David De Gea y portando la Copa que acredita al grupo como campeones de Europa.
Todos juntos se hicieron una foto para el recuerdo y, después, comenzaron las carreras. Aficionados buscando fotos, periodistas intentando entrevistar a jugadores. Thiago Alcántara no dijo ni palabra y algunos como Isco, abrumado por el impacto mediático, pedía ayuda a su jefa de prensa. Acertó a soltar unas palabras, restando importancia a su futuro y resaltando que era campeón de Europa.
Otros como Álvaro Morata pedía un hueco en el Real Madrid. Autor de cuatro goles en el campeonato, se reivindicó como un candidato a conseguir uno de los puestos en la delantera del primer equipo blanco. Decidirá posiblemente el nuevo entrenador, que aún está al caer.
El silencio de Thiago se complementó con las palabras del portero David De Gea, que deseó que su compañero de selección lo sea también en el Manchester United. Y, así, con pocas palabras, con muchas carreras por el aeropuerto, y enfrentados a un pequeño pero emocionante baño de masas, los jugadores españoles se subieron a un autobús con destino hacia un futuro de grandes éxitos.