Así jugaron España y Brasil la final de la Copa Confederaciones

• Iniesta, el único que dio la talla de la final para la Roja
• Neymar brilla como el mejor de la selección brasileña
• Crónica del Brasil 3-0 España (Fran Mena) | Así lo hemos contado

Neymar celebra su gol, el segundo de Brasil ante España.

Así jugaron las selecciones española y brasileña en la final de la Copa Confederaciones jugada en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, que ganaron los sudamericanos por 3-0.

España

• Casillas (6): encajó una de las derrotas más duras en una final, tres goles ante los que nada pudo hacer. Fusilado a un metro por Fred nada más arrancar el partido, por un latigazo de Neymar arriba al borde del descanso y un disparo ajustado de Fred nada más comenzar el segundo acto. Evitó una goleada mayor con paradas marca de la casa
• Arbeloa (4): Tuvo una noche dura en una final a la que llegó con las fuerzas justas. Asumía el papel más difícil, el de cubrir a Neymar, y comenzó con la mala fortuna de ver como un balón que le rechazaba acababa en bandeja para que Fred iniciase el festival brasileño. Sufrió en defensa y no pudo aportar nada en ataque en los momentos de agobio que atravesó España. Recibió una amarilla que pudo ser roja por derribar a Neymar siendo último hombre y Del Bosque le sustituyó en el descanso.
• Piqué (4): la solidez que impuso en el centro de la zaga en toda la Copa Confederaciones fue imposible mantenerla en un partido en el que Brasil desarboló a la defensa española con un ritmo imposible de frenar. Piqué se vio superado por la falta de ayudas desde el centro del campo y acabó expulsado con roja directa por frenar con dureza a Neymar a los 68 minutos.
• Sergio Ramos (6): fue el que mantuvo el tipo cuando la defensa hizo aguas, el que intentó poner calma en la salida de balón cuando Brasil mordía con la presión, quien quiso igualar el nivel de dureza con el que se mostraba el rival. Con su entrega habitual y su personalidad para asumir el lanzamiento de un penalti que falló al cruzar en exceso su disparo. Venía de marcar dos importantes, a Portugal en la Eurocopa y a Italia en la Confederaciones.
• Jordi Alba (4): Scolari tenía un plan y pasaba por atacar a los laterales. Alba sufrió tanto como Arbeloa, en inferioridad cuando a Hulk le desdobló Marcelo. Tuvo un partido muy complicado y no ganó confianza con el balón en sus pies, con perdidas que costaron caras. Su aportación ofensiva se vio reducida y España lo acusó.
• Busquets (5): estuvo demasiado solo en la zona donde Brasil comenzó a ganar la final. La fuerza física de Luiz Gustavo y Paulinho se impusieron. Busquets no cesó de correr tras el balón, no dio a basto para intentar tapar agujeros que dejaban sus compañeros. Y fue presionado en la salida de balón para no dar velocidad al juego español.
• Xavi (4): vivió un partido difícil para el estilo que abandera y que ha llevado a España a conseguir los éxitos más importantes de su historia. El físico se impuso a la calidad en la zona de construcción y Xavi no encontró vías para construir. Perdió más balones que nunca y no pudo liderar el juego como acostumbra.
• Mata (4): lo intentó siempre pero no era el día de España. Fue la sorpresa del equipo titular de Del Bosque. Cuando los focos apuntaban a Cesc Fábregas había un plan, buscar las cosquillas a los laterales de largo recorrido brasileños. Mata no lo consiguió pero se vació. De sus botas nació la jugada de mayor peligro cuando la Roja pudo empatar. Asistió con precisión a Pedro. Antes le faltó decisión para chutar otra acción que debió finalizar.
• Iniesta (7): fue el mejor futbolista de la selección española. Tan grande en la derrota como en la victoria. No se amilanó ante la dureza con la que se emplearon los brasileños. Cada balón que recibía sentía las patadas, pero siempre pidió el protagonismo para intentar reaccionar. Las acciones más destacadas de la Roja nacieron de Iniesta.
• Pedro (4): tuvo la gran ocasión de España en la primera parte para empatar y dar un giro a la final. A los 40 minutos, en una contra, sólo ante Julio César. Definió bien y le superó pero apareció David Luiz de salvador. Pedro jugó en la derecha y no pudo con Marcelo. No le desbordó y perdonó una ocasión que marcó la final.
• Fernando Torres (5): el panorama de la final no estuvo para Fernando Torres. Lanzó desmarques, remató de cabeza dos saques de esquina, peleó cada balón pero no disfrutó de acciones de peligro que le permitiesen entrar en la historia de la Confederaciones. Un tanto suyo le convertía en el máximo artillero desde que nació la competición. Al menos se llevó la 'Bota de Oro' con 5 tantos y repitió el galardón conseguido en la última Eurocopa.
• Azpilicueta (5): no pudo mejorar el papel de los laterales y sufrió por igual que Arbeloa con Neymar. Nada más salir, en la primera acción que le tocó frenar vio como el balón se colaba entre sus piernas en el disparo de Fred que significó el tercer tanto de la final.
• Navas (6): entró por Mata a los 52 minutos y aportó lo que sabe, desborde en la banda derecha para provocar en el primer balón que le llegó un penalti. Con el partido perdido nunca bajó los brazos y generó acciones para conseguir el tanto de la honra.
• Villa (6): sustituyó a Torres a los 59 minutos y mostró la grandeza de España, que pese a estar en inferioridad numérica no se encerró y murió atacando. Dejó una bonita acción, con recorte hacia dentro y disparo ajustado con la derecha que hizo lucirse a Julio César.

Brasil

• Julio César (6): tuvo menos trabajo de lo esperado. No tuvo culpa en la mejor jugada de España, que salvó David Luiz bajo palos. En el penalti se estiró bien para cubrir el hueco, aunque no le hubiera sido necesario.
• Daniel Alves (5): subió poco la banda y se dedicó más a las labores defensivas y a auxiliar a Paulinho en la presión del centro de la cancha. La mayoría de las ocasiones españolas llegaron al área por su lado.
• David Luiz (8): el mejor de la zaga brasileña. Salvó un gol sobre la línea cuando Julio César estaba batido. En ocasiones se encargó de dar salida al juego del equipo.
• Thiago Silva (7): rápido al corte y más seguro que en partidos anteriores, evitó más de una sorpresa a la defensa anticipándose a balones que tenían como destino a Torres.
• Marcelo (6): agresivo al ataque y en defensa. Robó el balón que originó la jugada del tercer gol. En labores defensivas, mantuvo bien la posición y evitó que le rebasase casi cualquier rival. Su único pecado fue cometer el penalti sobre Navas.
• Luiz Gustavo (7): manejó bien el ritmo de juego, calmó a su equipo y aportó tranquilidad, contribuyendo a alargar las posesiones. Fue una sombra constante para Xavi, con lo que contribuyó a dificultar la creación de juego de España.
• Paulinho (8): firmó un gran partido. Destacó por su empeño defensivo, por la presión en el centro del campo. Fue uno de los responsables de quitarle el balón a España. Le imprimió velocidad a su equipo en los contragolpes.
• Oscar (6): todavía lejos de lo que ha mostrado en el Chelsea. Su mejor intervención fue la pared con la que Neymar se quedó solo ante la portería en el segundo gol.
• Hulk (8): jugó su mejor partido con la selección. Dio la asistencia del primer gol y la del tercero. Tuvo una buena ocasión a balón parado. También presionó con eficiencia la salida de juego de España y por primera vez fue ovacionado por la afición local.
• Neymar (10): el mejor de Brasil. Rápido y participativo, apareció cuando su equipo lo necesitó, en cada contraataque, fue toda una pesadilla para los defensas rivales. Anotó el segundo gol fusilando a Casillas con zurdazo a la escuadra. Fue inteligente al dejar pasar la asistencia de Hulk a Fred en el tercero.
• Fred (9): dos goles para un delantero con estrella. Fiel a su fama de oportunista del área, revolucionó la final al anotar nada más comenzar el partido en un lío en el área y después marcó el tercero en un tiro cruzado.
• Jadson (6): entró para ganar presencia en el centro de la cancha y mantener más el balón. Cumplió en el tiempo que estuvo en el campo.
• Jô (5): entró tarde y no tuvo tiempo de participar en ninguna jugada de ataque.
•  Hernanes (5): participó unos pocos minutos cuando el partido ya estaba decidido.