La crisis exprime al deporte español
- El BM Atlético, última víctima de los problemas económicos en el deporte
- El Caja Segovia de fútbol sala, al borde de la desaparición
- El Euskaltel busca patrocinio para continuar en el pelotón el año que viene
- Las deudas de los clubes de fútbol ahogan a la mayoría de los equipos
La profunda crisis que azota a España sigue cobrándose nuevas víctimas en el deporte nacional y está complicando mucho la superviviencia de los deportes minoritarios. Incluso el fútbol está sufriendo en sus carnes la acuciante falta de recursos. Solo Real Madrid y Barcelona parecen vivir ajenos a esta etapa de estrecheces económicas.
El último en caer ha sido el BM Atlético de Madrid, un club que ya nació de las cenizas del legendario BM Ciudad Real, desaparecido ante la falta de recursos hace tan solo dos años. El equipo, trasladado con el mismo éxito deportivo a la capital de España, ha anunciado este martes su disolución, a pesar de ser el actual campeón de Copa y subcampeón de Liga.
Un auténtico drama para la ASOBAL, que pretende tomar decisiones con urgencia para evitar que el caso no vuelve a repetirse entre otros equipos con muchos menos recursos que el rojiblanco. Las deudas del club matriz, el Atlético de Madrid, agobian a la sección principal, la de fútbol, y se han visto obligados a prescindir de su sección de balonmano.
Ni inversores privados ni apoyos institucionales
Por desgracia, el BM Atlético de Madrid no es el único club de renombre ahogado por las deudas. En fútbol sala, el Caja Segovia podría seguir el camino del equipo rojiblanco si no consigue 47.000 euros antes de este miércoles. Después de anunciar su retirada de la Liga Nacional tras agotar el plazo para encontrar patrocinador, el conjunto segoviano está al borde de la desaparición después de 32 años en los que ha ganado una Copa Intercontinental, una Copa de Europa, una Liga y tres Copas de España.
El trío de clásicos en apuros lo cierra Euskaltel. En un deporte como el ciclismo, en el que el patrocinador lo es absolutamente todo, el conjunto vasco, todo un referente de la bicicleta española y la escuadra más veterana del pelotón internacional con 19 años de vida, ve peligrar su proyecto por falta de ayudas institucionales. El grupo deportivo ha anunciado que Euskaltel aporta siete de los nueve millones de presupuesto necesario para el equipo, el doble que cuando se disponía de apoyo público, lo que provoca que "no pueda sostener el proyecto en solitario" y se necesite, con urgencia, una nueva pata que soporte el peso económico del equipo.
Mientras, en el baloncesto, donde la última desaparición sonada fue la del Ros Casares en 2012, los apuros económicos están obligando a muchos equipos a renunciar a jugar competiciones europeas. La falta de rentabilidad, por ejemplo, ha llevado al Herbalife Gran Canaria a descartar la Eurocup. Además, los requerimientos económicos para disputar la Liga Endesa la está convirtiendo en una competición prácticamente cerrada, ante las dificultades de los equipos que consiguen el ascenso deportivo puedan afrontar los gastos de la máxima competición nacional.
Y sí el descenso de inversión privada en el deporte está provocando muchos problemas, la falta de inversión institucional, como en el caso de Euskaltel, está provocando grandes apuros en deportes minoritarios, como la gimnasia. A menos de tres meses para el Mundial, la selección española de gimnasia se ha quedado sin fisioterapeutas por las dificultades económicas de la Federación.
El fútbol, también ahogado
Tradicionalmente ajeno a los problemas económicos, la crisis es tan devastadora que también está afectando de lleno al deporte rey en nuestro país. El fútbol está viviendo un momento complicado que ya se llevado por delante a la Unión Deportiva Salamanca. El carismático equipo salmantino no pudo con las deudas y dijo adiós dejando atrás 90 historia y miles de aficionados.
Otros, mientras tanto, viven en el alambre concursal, como el Deportivo de la Coruña, que no consigue mantener la tranquilidad a pesar de las repetidas llamadas a la calma de su presidente, Augusto César Lendoiro. El Racing, por su parte, está sumido en una continua incertidumbre por el procedimiento judicial abierto por la propiedad del Racing y sueña con la solución procedente de un grupo de exjugadores dispuestos a gestionarlo.
Además, la crisis se deja notar en el mercado de fichajes de la Primera División española, en la que solo Real Madrid, Barcelona y Athletic de Bilbao animan un verano escaso de operaciones en unos equipos ahogados por sus deudas que tratan de ponerse al día con Hacienda, a la que deben más de 500 millones de euros, con la inversión mínima en nuevos jugadores.