El alemán Kittel se impone al esprín en la décima etapa del Tour de Francia

• El corredor del Argos Shimano ha podido con su compatriota Greipel en meta
• Es el segundo triunfo de etapa para Kittel en lo que va de ronda gala
• La clasificación general no ha sufrido cambios después de otro día de nervios

Marcel Kittel se ha llevado la victoria en la décima etapa

El alemán del Argos Shimano Marcel Kittel ha ganado por segunda ocasión en este Tour de Francia 2013 después de un esprín muy discutido en el que ha superado a su compatriota Andre Greipel en la misma línea de meta. Kittel fue el vencedor de la primera etapa, lo que le valió vestirse con el primer amarillo en Córcega.

La llegada masiva ha estado marcada por una caída en los últimos metros de un compañero de Kittel, Tom Veelers, tras ser embestido por Mark Cavendish.

El momento del esprín es el fiel reflejo de toda la intensidad y emoción del ciclismo. Hombres lanzados a 60 kilómetros por hora, que se juegan la victoria en un cara o cruz, en el que el éxito y el drama de la caída están separados por un finísimo hilo.

Respecto a la clasificación general, el británico Chris Froome mantiene el maillot amarillo tras otra jornada en la que los nervios en el pelotón han sido latentes.

La décima etapa, disputada entre Saint Gildas  des Bois y Saint Malo sobre 197 kilómetros, era una de las pocas ocasiones francas que les quedan a los esprinters de la carrera. Por esta razón, la escapada del día que se formó en el kilómetro uno tenía muy difícil el llegar a buen puerto.

Esa fuga la componían los españoles Juan José Oroz (Euskaltel) y Luis Angel Maté (Cofidis), los franceses Julien Simon (Sojasun) y Jérôme Cousin (Europcar) y el holandés Lieuwe Westra (Vacansoleil). 

Fue una escapada consentida por el pelotón que duró la friolera de 193 kilómetros. Durante un rato soñaron con poder llegar gracias al viento que soplaba en los últimos kilómetros, al borde del mar, pero finalmente el trabajo de los hombres del Lotto y del Omega echó por tierra las ilusiones.

En el grupo se vivieron momentos de nervios producto de esos vientos y de algún tramo estrecho de carretera. El Saxo Tinkoff de Contador siempre dio muestras de poderío a la hora de mantener bien colocado a su líder, todo lo contrario que el Sky del líder Chris Froome. 

Hasta los últimos cinco kilómetros no se calmó la tensión. Se pasó de la tensión por la general a la tensión por la victoria de etapa. Ahí los más eficaces fueron los corredores del Lotto y del Argos que colocaron a los dos alemanes, Greipel y Kittel, en la punta del treno.

La impotencia de Mark Cavendish por verse privado de coger la rueda buena pudo ser la causa de la acción del británico en el esprín final. El de la Isla de Man embistió con su hombro a Tom Veelers cuando este abandonaba la lucha por lanzar a su compañero Kittel. Por suerte, la caída de Veelers no arrastró a más ciclistas al suelo.

El Tour de Francia afronta la segunda mitad lanzado por su única cronometrada clásica individual, 33 kilómetros llanos en torno al Mont-Saint-Michel, el segundo lugar más visitado de Francia, sólo superado por la torre Eiffel. Es la única etapa propicia para los especialistas en la lucha contra el crono, puesto que la segunda contrarreloj individual se sitúa en terreno alpino y con constantes subidas y bajadas, con dos puertos de segunda categoría. Froome partirá como el gran favorito.