España cae ante Suecia en la final del Mundial júnior de Bosnia
- La selección nórdica se impone por 28-23 a los españoles
- Francia, bronce tras derrotar a Croacia en la final de consolación (32-27)
Ficha técnica:
28 - Suecia (12+16) : Johannesson, Andersson (1), Lagergren (6), Leijonberg , Berg (6), Flodman, Forsell, Freiman (2), Pettersson (2), Holmen, Stenmalm (1), Mansson, Ostlund (3), Pujol (2), Lindskog (5) y Nygren.
23 - España (10+13): Donderis, Porras (1), Plaza, Kramarz, Amigo (1), Costova (3), Chapela, Molina, Dujhsebaev (5), Arguillas, Reixach (3), Saez (2), Fernández (4), Cacheda (2), Nolasco y Sole (2).
Marcador cada cinco minutos: 3-1, 5-2, 7-3, 9-4, 10-6 y 12-10 (descanso); 13-12, 16-13, 22-19, 25-20 y 28-23.
Árbitros: Mindaugas Gatelis y Vaidas Mazeika (Lituania).
La selección sueca se proclamó campeona del mundo júnior de balonmano al ganar a la de España por 28-23 en Sarajevo, mientras que Francia se llevó el bronce al vencer a Croacia por 32-27.
Los españoles, una vez más, se quedaron muy cerca de lo más alto del podio en un Mundial, ya que en los últimos años son habituales en la lucha por las medallas, pero el oro se les sigue resistiendo, a pesar de que en esta ocasión afrontaban la final con la vitola de favoritos al ser los actuales campeones europeos.
El combinado sueco, habitual en finales mundiales y europeas, dejó claro que le tiene tomada la medida a la selección española, a la que ya ganó en la fase previa. En el primer tiempo, los suecos se hicieron con el control del partido con una buena defensa y rápidos contragolpes.
El técnico español, Alberto Suárez, intentó romper la buena sincronización de sus rivales, pero, a pesar de varios cambios tácticos, no consiguió su objetivo, y Suecia llegó al descanso con dos goles de renta (12-10).
En la continuación, los suecos bajaron un poco el ritmo y los españoles lo aprovecharon para igualar a 19 a falta de 14 minutos para el final.
Fue un espejismo, pues los suecos volvieron a acelerar en ataque y asegurar la defensa para volver a coger una renta de dos y tres goles ante un rival que comenzaba a acusar la presión del partido.
Los minutos finales fueron agobiantes para los españoles ante un equipo sueco que volvió a imponer su juego ofensivo y se llevó el título con cinco tantos de ventaja (28-23)