Nairo Quintana se adjudica la Vuelta a Burgos en Lagunas de Neila
- El colombiano de Movistar se muestra intratable en la última etapa
- Aplastó el intento de Arroyo de llevarse la última y definitiva etapa
- Quintana se proclamó líder con más de 20 segundos de ventaja
El ciclista colombiano Nairo Quintana (Movistar) se ha llevado este domingo la XXXV Vuelta a Burgos gracias a su victoria en la quinta y última etapa de la competición, celebrada sobre 170 kilómetros entre Comunero de Revenga y Lagunas de Neila, en la cual, con un ataque brutal a falta de un kilómetro, ha superado a todos sus rivales para adjudicarse la general, por delante del español David Arroyo (Caja Rural), tras su reciente éxito conseguido en el pasado Tour de Francia dónde terminó segundo.
En una carrera muy rápida y con numerosos escapados neutralizados por el pelotón, un grupo de 17 ciclistas entre los que se encontraban los favoritos Chernetski (Katusha), Nibali (Astana), Nairo Quintana, David Arroyo (Caja Rural) y Samuel Sánchez (Euskatel) se colocaba en cabeza para disputar la etapa y la vuelta a falta de diez kilómetros.
Con el equipo Movistar trabajando para su líder Quintana, comandando el grupo con hasta cuatro corredores, en especial el gregario Visconti que llevó a su jefe de filas al mínimo esfuerzo durante toda la carrera, los demás equipos jugaban sus cartas con Nibali y Arroyo copando los siguientes puestos. A falta del último puerto, las rampas de las Lagunas de Neila provocaron que los conjuntos se avituallaran a la espera de las rampas de hasta el doce por ciento que estaban por llegar.
Quintana aplasta el intento de Arroyo
Con cinco kilómetros por correr, cuatro ciclistas entre los que se encontraban Arroyo, Nairo Quintana, Nibali y Basso (Cannondale) se comandaron como el primer grupo para disputarse la etapa ante el fuerte ritmo que hacía quedarse atrás a Samuel Sánchez.
Con el sufrimiento en las piernas y un público que abarrotaba ambos lados de la carretera, Arroyo atacó a dos kilómetros del final, pero Quintana, que esperó hasta los últimos mil metros para hacer lo propio, se levantó de la bicicleta para, con una gran frecuencia de pedaleo, destrozar las diferencias y conseguir el maillot morado con más de veinte segundos la etapa y la carrera castellano leonesa.