Isinbayeva se despide con un oro mundialista
- La rusa cierra una carrera de leyenda proclamándose campeona del mundo
- Isinbayeva fue la única saltadora de la final en rebasar los 4.89 metros
- Aman gana los 800 metros y Merrit recupera el trono en 400
- Mundiales de Atletismo en directo, 10-18 agosto en TdP, TVE HD, RNE y RTVE.es
La atleta más carismática del último decenio, Yelena Isinbayeva, puso un remate de oro a su gloriosa carrera deportiva con su tercer título mundial de pértiga en una final que congregó a más de 40.000 espectadores en el estadio Luzhnikí, hasta hoy casi desierto. Un salto limpio de 4,89 metros, ejecutado al primer intento, fue la marca ganadora que permanecerá para la historia ligada al adiós de la 'Zarina', aun cuando haya dejado la puerta entreabierta a un posible regreso.
Quiso regalar a su público un nuevo récord mundial, el que habría sido el número 29 de su carrera, pero la atleta de Volgogrado no pudo con los 5,07 cuando, sola en competición y tras haber celebrado su triunfo con saltos de alegría, intentó, sin éxito, superar los 5,07 metros.
Como en los Juegos de Londres, la amenaza para Isinbayeva procedía del continente americano: la estadounidense Jennifer Suhr, campeona olímpica; la brasileña Fabiana Murer, campeona mundial, y la cubana Yarisley Silva, líder del año con 4,90 y autora de los cinco mejores saltos de la temporada. Suhr se presentaba con un registro de 4,80 y Yelena en el tercer puesto con 4,78. La rusa, que tiene el récord al aire libre en 5,06, ha saltado este año 5,11, pero en los entrenamientos.
Un nulo en 5,65 mantenía tercera a Isinbáyeva, por detrás de Jennifer Suhr y de la alemana Silke Spiegelburg, que superaron, como ella, los 4,75 pero llevaban un concurso inmaculado. Isinbayeba, de 31 años, levantó los primeros clamores en el estadio Luzhniki después de cuatro jornadas de los Mundiales, especialmente cuando saltó a la primera 4,75, que le daban, momentáneamente, la segunda plaza por detrás de Suhr.
El listón situado en 4,82 seleccionó a las tres medallistas porque sólo Suhr, Isinbayeva y la cubana Yarisley Silva pudieron con esa altura. Las tres atacaron los 4,89 con el podio asegurado. Suhr y Silva se clasificaron por ese orden, como en los Juegos de Londres, donde empataron en 4,75 y el título se decidió por los saltos nulos, pero este martes las dos hubieron de rendir pleitesía a la reina Isinbayeva, a la más laureada de la historia.
Un adiós con reconquista mundial
A lo largo de su carrera deportiva la atleta de Volgogrado ha conseguido 28 récords mundiales. No podrá, por tanto, ver realizado su sueño de alcanzar los 35 récords del ucraniano Sergey Bubka, actual plusmarquista masculino de pértiga reconvertido en vicepresidente de la IAAF y aspirante a la presidencia del COI.
Isinbáyeva ha protagonizado una despedida acorde con su elevado rango, después de sus fracasos en los dos últimos Mundiales. En los últimos -Daegu 2011- sólo fue sexta. En los anteriores -Berlín 2009- no fue capaz de hacer un solo salto válido en la final. Sus títulos mundiales databan de Helsinki 2005 y Osaka 2007.
Jenn Suhr es la única, además de Isinbáyeva, que ha roto el muro de los cinco metros (5,02, récord mundial en pista cubierta), pero al aire libre la primera del ránking 2013 es Yarisley Silva, que se ha propulsado hasta los 4,90 metros en Helgelo (Holanda), nuevo récord centroamericano y del Caribe. Silva acumulaba este año los cinco mejores saltos del mundo y los ocho más altos de su carrera. La defensora del título, la brasileña Fabiana Murer, que se presentaba con una marca de 4,73, no pudo subir al podio. Terminó cuarta con 4,65.
Aman gana los 800 y Merrit recupera el trono en 400
Por otro lado, en los 800 metros, una prueba marcada por la ausencia del campeón olímpico, plusmarquista mundial y defensor de la corona, el keniata David Rudisha, el título se quedó en Africa, en manos del etíope Mohammed Aman.
El africano, que logró su mejor marca del año (1:43.31) lo dio todo en la recta final para superar al estadounidense Nicky Simmonds, que se hizo con la medalla de plata (1:43.55), mientras que por detrás, el joven de 20 años Ayanleh Souleiman, de Djibouti, se hacía con el bronce (1:43.76).
Además hubo sorpresa en la final de los 400 metros lisos, no por el nombre del ganador, el estadounidense LaShawn Merrit sino por la séptima plaza del actual campeón mundial y olímpico, Kirani James. De este modo, el americano recuperó el trono perdido hace dos años en Daegu, con una gran marca, 43.74, la mejor del año, encabezando el doblete americano ya que Tony McQuai (44.40) fue plata y el dominicano Luguelín Santos (44.52).
Además, en el heptatlón, donde también había una baja de nivel como la de la británica Jessica Ennis Hill, oro en Londres, se coronó la ucrania Ganna Melnichenko con un total de 6.586 puntos, por delante de la canadiense Brianne Theisen Eaton y la holandesa Dafne Schippers.