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Tenis | Masters 1.000 de Cincinnati

Rafa Nadal se impone a Berdych y jugará la final en Cincinnati

  • El español se impone al checo en dos sets: 7-5 y 7-6 (7-4)
  • Rafa se enfrentará en la final al estadounidense Isner que venció a Del Potro
  • Nadal - Isner en directo, domingo a partir de las 18:30h. en La 1 y RTVE.es

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Nadal quiere ganar por fin en Cincinnati

A la tercera fue la vencida. Era la tercera ocasión que Rafa Nadal jugaba unas semifinales en el Masters 1.000 de Cincinnati y el mallorquín no ha perdonado. Un marcador de 7-5 y 7-6(7-4) en el tie-break definitivo ha significado el pase a la final en la que espera el 'cañonero' estadounidense John Isner, que se impuso antes al argentino Del Potro.

Era la tercera ocasión que Rafa Nadal jugaba unas semifinales en el Masters 1.000 de Cincinnati y el mallorquín no ha perdonado. Un marcador de 7-5 y 7-6(7-4) en el tie-break definitivo ha significado el pase a la final en la que espera el 'cañonero' estadounidense John Isner, que se impuso antes al argentino Del Potro.

El tenista español demostró desde el primer juego que quiere llevarse este torneo. Ante el potente saque de Berdych, Nadal forzó hasta tres deuce aunque sus propios fallos hicieron que el juego cayera del lado del sacador.  

Con su saque en el segundo juego, Rafa no dio opción al checo y, sin sudar en exceso, consiguió un juego en blanco. Berdych sin embargo contestó al español con la misma moneda en el siguiente juego para continuar mandando en el choque 2-1.

El encuentro transcurría por los derroteros esperados, con ambos tenistas mostrándose muy fuertes con su servicio, sin intercambios de bola prolongados y con un alto número de saques directos.

En este 2013, Nadal y Berdych se habían medido dos veces (Indian Wells y Roma) y las dos veces la victoria se la llevó el español. Pero esta vez el partido se jugaba en la que probablemente sea la pista más rápida del circuito y eso era algo de lo que tenía que aprovecharse el el gigantón checo de 1,90m.

La igualdad no se iba a alterar hasta el undécimo juego. Con 5-5 en el tanteador, Nadal fue capaz de romper el servicio de Berdych en la primera bola de break del partido para cerrar la primera manga después con su saque (7-5).

La tercera semifinal que jugaba Rafa Nadal en Cincinnati se ponía de cara después apenas tres cuartos de hora de partido. Era el primer set que Thomas Berdych cedía en todo el torneo.

Rafa gana gracias a su fuerza mental

En la segunda manga la igualdad continuó pero ahora a Berdych se le notaba con menos confianza en su juego. En el tercer juego tuvo que salvar dos bolas de rotura de Nadal a base de cañonazos al servicio, sabedor que un break en el set le pondría el partido muy cuesta arriba (1-2).

El español todo lo contrario. Su juego era agresivo, como si llevara el cuchillo entre los dientes en cada punto, tanto sacando como restando. El impedimento para desequilibrar el set era que Berdych se mostraba muy acertado con su primer saque. Al peloteo llevaba las de perder pero en pocas ocasiones permitía el checo que se llegara al intercambio. 

Un juego extraño es como se puede calificar el sexto juego. Con saque a favor, Nadal cometió dos dobles faltas que permitieron a Berdych meterse de lleno en el partido al conseguir el break (2-4).

Por suerte para el mallorquín, la rotura fue devuelta a las primeras de cambio en el siguiente juego (3-4). 

La consolidación del break sin embargo le costó bastante más al manacorense ya que tuvo que resistir los envites del checo en forma de bolas de rotura. De las seis dobles faltas de Nadal en el segundo set, tres llegaron en este octavo juego, que se alargó hasta los casi diez minutos (4-4).

Esta vez no llegó el break de Rafa que decantara la manga -como pasó en el primer set- y eso que el nivel de juego se elevó mucho en los últimos juegos. Con 6-6, el set se decidiría irremediablemente en el tie-break.

En esa muerte súbita, la fuerza mental de Rafa Nadal salió a relucir. Los desempates favorecen a priori a los buenos sacadores pero esta vez Nadal supo romper los pronósticos. Con suspense al final y con la aprobación del ojo de halcón, Nadal se impuso finalmente 7-3.