El Bayern se lleva una emocionante Supercopa ante el Chelsea en los penaltis
- Emoción hasta el último lanzamiento, que paró Neuer a Lukaku
- Torres en la primera parte y Hazard en la prórroga adelantaron al Chelsea
- Ribéry igualó en la segunda mitad y Javi Martínez aseguró los penaltis
- Datos y estadísticas del Bayern de Múnich - Chelsea de la Supercopa
Ficha técnica:
2 - Bayern de Múnich: Neuer; Rafinha (Martinez, m. 56), Boateng, Dante, Alaba; Lahm; Robben (Shaqiri, m. 96), Müller (Götze, m. 71), Kroos, Ribery; Mandzukic.
2 - Chelsea: Cech; Ivanovic, Cahill, David Luiz, Cole; Ramires, Lampard; Schürrle (Mikel, m. 87), Oscar, Hazard; Torres (Lukaku, m. 98).
Goles: 0-1, m. 8: Torres. 1-1, m. 47: Ribery. 1-2, m. 93: Hazard. 2-2, m. 121: Javi Martínez.
Tanda de penaltis: 1-0: Alaba. 1-1: David Luiz. 2-1: Kroos. 2-2: Oscar. 3-2: Lahm. 3-3: Lampard. 4-3: Ribery. 4-4: Cole. 5-4: Shaqiri. 5-4: Lukaku, detiene Neuer.
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a Ribery (22) y a Boateng (83) por parte del Bayern; a Cahill (40), Ramires (64), David Luiz (65), Torres (90), Lukaku (98), Cole (116), e Ivanovic (119) por el lado del Chelsea. Expulsó a Ramires por doble amarilla (85).
Incidencias: partido de la Supercopa de Europa, disputado en el estadio Eden Arena de Praga ante 17.686 espectadores.
El Bayern de Múnich se adjudicó la Supercopa de Europa ante el Chelsea. en la tanda de penaltis, después de empatar (2-2) en un emocionante partido. Pep Guardiola se venga así de José Mourinho y los alemanes se toman la revancha de la Champions de 2012. [Datos y estadísticas del Bayern - Chelsea]
El técnico de Santpedor se resarce también de la Supercopa alemana perdida contra el Borussia Dortmund y da al fútbol germano la primera Supercopa europea de su historia.
El partido, disputado en Praga en lugar de Mónaco, no defraudó en emoción y tensión competitiva. Tampoco los estilos de uno y otro equipo. Ambos se cargaron de razones para reivindicar su fútbol.
El Chelsea se adelantó por dos veces en sendas contras, una rematada por Torres y otra por Hazard. El Bayern igualó las dos gracias a la calidad de Ribéry y el oportunismo de Javi Martínez, cuando los de Guardiola estaban volcados en el ataque.
Posteriormente, en la tanda de penaltis, Alaba, Kroos, Lahm, Ribéry, Shaqiri, del Bayern, no fallaron. Tampoco David Luiz, Oscar, Lampard ni Cole -con suspense-, pero el definitivo de Lukaku lo detuvo Neuer, vengándose así de Cech por la final de 2012.
Torres agradece la titularidad
Apostó Mourinho por dar entrada a Torres y presionar muy arriba la salida del balón del Bayern de Guardiola. Los germanos, sin Schweinsteiger como referencia en el medio campo, ponían el balón en largo para presionar a su vez y tocar en campo rival, si tenían la suerte de recuperar.
Así llegaron sus dos primeras ocasiones en sendos disparos muy desviados de Boateng, con la cabeza, y de Ribéry, con el pie izquierdo. Pero fue el Chelsea el primero en llevarse el gato al agua en tres toques.
Hazard, que le ganó el puesto de titular a Mata, se revolvió en el círculo central para escaparse en velocidad, abrir a la derecha a Schurrle y este centró al punto de penalti para que Torres adelantara a los blues con una gran volea (minuto 7).
Lahm intentó copiársela en la jugada siguiente, pero se la mandó a las manos al meta Peter Cech. Era el Bayern el que más llegaba antes del gol y la presión al área contraria se acrecentó después, pero los pases perdían en precisión en los metros finales.
La posesión del equipo de Guardiola rondaba el 70%, pero no parecía inquietar demasiado el área del equipo que dirige Mourinho, concentrado en aprovechar la velocidad de sus flancos en los contragolpes.
Tuvo que ser Ribéry desde fuera del área el primero en poner a prueba los reflejos de Cech, harto de esperar a que las jugadas de toque pusieran en bandeja un tiro claro a los delanteros. Los primeros 20 minutos de partido prometían.
El extremo francés, recientemente nombrado mejor jugador de Europa por la UEFA, era el hombre que más peligro llevaba de los bávaros. Y lo intentó más de una vez, pero sín demasiado éxito en la primera media hora de partido.
Torres también lo intentaba, espoleado por su gol. En sendas contras intentó un 'centro-chut' muy desviado y un reverso dentro del área con disparo final demasiado alto. Pero mostraba hambre.
El Bayern echaba en falta más participación de hombres como Robben y Müller. En cuanto ambos se encontraron en una jugada por la banda derecha crearon una ocasión de peligro y David Luiz tuvo que estirarse para desviar el disparo del mediapunta alemán a pase del holandés.
Ribéry golpea tras el descanso
Pero desde que está Guardiola en el banquillo, este es el Bayern de Ribéry. El descanso dio nuevos bríos a Scarface y volvió a intentarlo desde fuera del área con un duro zapatazo que sorprendió a Cech (minuto 47). Dos goles en 40 minutos de margen y partido nuevo en la segunda parte.
Con la igualdad en el marcador, el dominio del Bayern se convirtió más en un agobio para el Chelsea que en fuente de contraataques para los de Mourinho.
Pep, por su parte, aprovechó para rectificar su apuesta táctica de poner a Lahm en el centro. Dio entrada a Javi Martínez por Rafinha y el capitán del Bayern volvió a su puesto natural de lateral derecho.
El Chelsea sabía que tendría pocas ocasiones de gol. Por eso cada fallo suponía un castigo, y el más claro fue un balón perdido por Dante resbalando a los pies de Schurrle, quien cedió al brasileño Óscar, pero el centrocampista se lió con el balón en los pies ante la salida de Neuer.
Hazard lo hizo mejor recogiendo un balón largo y recortando dentro del área, pero su disparo lo detuvo bien Neuer. Pero por cada una del Chelsea venían dos del Bayern, porque antes habían puesto el "uy" Müller y Robben en sendas ocasiones.
No obstante, Guardiola no quería sorpresas y dio entrada a Götze por Mülller; menos verticalidad, pero más posesión y control del centro del campo. Perdió centímetros, y a punto estuvo Ivanovic de aprovechar la circunstancia Ivanovic de cabeza en un córner.
Si el lateral croata o su compañero David Luiz en la siguiente hubieran aprovechado sus cabezazos, los minutos finales no habrían sido tan agónicos para los de Mourinho, que se vio con uno menos por la expulsión de Ramires tras una dura entrada a Götze. Tuvo que compensar Mou dando entrada a Obi Mikel por Schurrle.
Un cambio con el que avisaba de sus intenciones de alargar lo máximo posible el resultado, hasta la prórroga. El tiempo añadido ofreció un Chelsea sorprendentemente echado hacia adelante y llevando el peligro a la meta del Bayern.
El Chelsea sorprende en la prórroga
Fue el belga Hazard el que aprovechó su velocidad para recortar a Lahm en el pico del área y batir a Neuer por bajo de un fuerte derechazo (minuto 93). Le puso fuerza el extremo del Chelsea, pero el portero alemán también colaboró lo suyo.
Torres dejó su lugar a Lukaku, cambio de refresco para aprovechar aún más la velocidad en las contras con mucho aún por jugarse del tiempo extra. El Bayern no sacaba partido a sus ataques. Shaqiri, sustituto de Robben, desaprovechó una bastante buena por no querer dispara con la derecha cuando estaba solo.
Los últimos quince minutos correspondientes a la segunda parte de la prórroga presagiaban un zafarrancho a la prusiana contra la resistencia en inferioridad de los londinenses. Un croata, Mandzukic, y un español, Javi Martínez, obligaron a lucirse a un checo, Cech. El portero del Chelsea amargó al Bayern la final de la Champions de 2012 y volvía a emerger como héroe en esta Supercopa.
Con Neuer asomándose al círculo central casi como líbero, Mourinho reforzó los muros de contención y mandó entrar al campo al capitán, John Terry, por otro de los héroes, Hazard. Mientras, Cech seguía a lo suyo amargando a Ribéry otra ocasión en un lanzamiento directo de falta.
Pero la noche estaba destinada a las grandes emociones. En otro balón colgado al área llegó el empate por culpa de un error en el despeje de David Luiz y el oportunismo de Javi Martínez en el área pequeña (minuto 120). De nuevo Bayern y Chelsea se jugaban un título a los penaltis, pero el final de la historia iba a ser distinto esta vez.