Gilbert luce galones en Tarragona
- El belga arrebata el triunfo en el último metro al noruego Boasson Hagen
- El campeón del mundo en ruta estrena su casillero de victorias de la temporada
- La clasificación general de la carrera no sufre cambios, Nibali sigue de líder
Un maillot arcoíris hay que justificarlo y eso se hace con victorias. Hasta ahora, el belga Philippe Gilbert no había subido a lo más alto de un podio en toda la temporada y ha tenido que llegar a una de sus carreras predilectas, la Vuelta Ciclista a España 2013, y a una tierra talismán para él, Cataluña, para que llegara por fin su primera victoria.
El campeón del mundo ha ganado al esprín la undécima etapa, disputada entre Maella y Tarragona, de 164,2 kilómetros, tras adelantar al noruego Edvald Boasson Hagen (Sky) en los últimos metros parando el crono en 4h.03.44.
La general no sufrió cambios y Vincenzo Nibali sigue líder con el irlandés Nicolas Roche (Saxo) a 31 segundos, Alejandro Valverde (Movistar) y Chris Horner (Radioshack) a 46 y Joaquim "Purito" Rodríguez es quinto a 2'33''.
En una de las pocas oportunidades que quedan en la ronda para que se llegue al esprín, los equipos de los más veloces no dejaron pasar la oportunidad. A falta de 18 kilómetros de meta el pelotón, tirado por Netapp, dio caza a Ferrari (Caja Rural), Zingle (Cofidis) y Pineau (FDJ), los protagonistas de la fuga del día.
Entrando en Tarragona, el alemán Tony Martin (Omega) lo intentó en solitario pero su aventura duró pocos minutos ya que por detrás se había puesto a tirar el BMC de Philippe Gilbert.
Después de varias rotondas y algún que otro imprevisto como el vivido por Pozzovivo, que pinchó a falta de 4 kilómetros sin consecuencias ya que estaba dentro del margen de seguridad (ampliado exclusivamente a los últimos 5 km.), Edvald Boasson Hagen (Sky) lanzó el ataque en la recta de meta gracias al trabajo de lanzador que le había hecho su compañero Rigoberto Urán.
Cuando parecía que la victoria caería del lado del noruego, apareció como un mísil el maillot de campeón del mundo, en una demostración de fuerza, a unos dos metros de meta superando a Boasson Hagen.
La etapa del viernes estará marcada en su recorrido por el duro y peligroso Rat Penat, un puerto de primera categoría que, a pesar de encontrarse a 50 kms. de la llegada, dificultará enormemente el esprín que parecen pedir los diez kilómetros completamente llanos que preceden a la meta de Castelldefels (Barcelona). El Alto del Rat Penat, descubierto por la Vuelta en 2010, es un muro de 4,3 kms. al 10,6 por ciento de desnivel y tramos de hasta el 16 por ciento, que no tiene solo en su vertical subida una seria dificultad. Más temor tienen los corredores al largo descenso que tienen a continuación, una sinuosa e interminable bajada por carretera en malas condiciones en la que lo que buscarán será, sobre todo, evitar percances y disgustos.