Tokio trata de ofrecer "seguridad" para los Juegos de 2020
- Los vertidos nucleares de Fukushima vuelven a afectar a la candidatura
- Los ponentes japoneses exhiben afectación y teatralidad en sus discursos
- Gráfico interactivo: Comparativa de las candidatas
La ciudad de Tokio quiere ofrecer unos Juegos Olímpicos de 2020 "seguros". La seguridad ha estado presente en la exposición de la candidatura japonesa. Sabían que los problemas que sigue generando la central de Fukushima iban a ser un ataque a sus intereses. Tenían la lección aprendida.
Si su defensa ha sido eficaz o no se sabrá más o menos a las 22:30 horas de este sábado, cuando se conozca la ciudad elegida para ser sede del evento olímpico, al que aspira también Madrid.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha sido el encargado de ofrecer resistencia a todas las dudas que hubiera podido generar el vertido de residuos nucleares de la central de Fukushima, afectada por el terremoto y posterior tsunami de 2011.
"Tokio es una de las ciudades más seguras del mundo, ahora y en el 2020. Fukushima está bajo control", ha dicho Abe. El primer ministro ha tenido que salir al paso en su discurso y también en el consabido turno de preguntas para garantizar que la capital del país no está afectada por los niveles de radiación.
También ha sido la seguridad un 'leit motiv' de la presentación japonesa, pero también en tono positivo. Tokio 2020 ha hecho gala de seguridad para los visitantes y seguridad económica, no en vano es la candidatura más fuerte de las tres desde el punto de vista financiero.
No obstante, sus ponentes han tenido que hacer frente a otras cuestiones que, en tono menor, podían afectar a sus posibilidades. Así lo han reflejado las preguntas de Alberto de Mónaco, sobre transportes, y Francesco Ricci Vitti (presidente de la ITF) acerca de las sedes.
Y es que los japoneses ofrecen una candidatura compacta y el mejor proyecto desde el punto de vista de infraestructuras de transportes, pero dos de sus sedes -tiro y golf- están a más de 40 minutos de distancia de la proyectada Villa Olímpica.
La que fuera sede de los Juegos de 1964 ha tenido que echar mano de afectación, en ocasiones sobreactuada, para tratar de convencer a los miembros del COI de que, además de todo lo anterior, es capaz de atraer desde el punto de vista deportivo.
Con el tirador Yuki Ota como mejor representante deportivo -es doble medallista de esgrima-, han tratado de convencer a los presentes de que les atrae el deporte, por eso el consejero delegado Masato Mizuno ha garantizado: "la mayor audiencia televisiva de la historia y el mayor número de entradas vendidas". "Cada sede estará llena, cada plataforma brillará", le ha secundado Takeda.
Otro de los puntos fuertes que han tratado de aprovechar es el del dopaje. Así como Estambul ha tenido que defender su "tolerancia cero" para hacer frente a los 31 positivos aparecidos en junio, el presidente del Comité Olímpico de Japón, Tsunekazu Takeda ha presumido de la limpieza del deporte japonés.
"Mi objetivo y el de todo mi equipo es fomentar el deporte tal y como pide el movimiento olímpico, a toda la gente. Tokio es el socio adecuado", ha sentenciado Takeda.