Nadal: "El número uno es un regalo después de un gran año"

• El español asegura que acabar así el año sería "muy especial"
• "Lo que me hace feliz es lo que he hecho para volver a este puesto"
• "Hace un año estaba en una situación muy diferente", recuerda

Nadal vuelve a lo más alto en un año histórico

El español Rafael Nadal ha señalado en Pekín que recuperar el número uno del mundo es un "regalo después de un gran año", pero que al fin y al cabo es "solo un número", a la vez que admitió que ahora su objetivo es finalizar la temporada en esa posición, en la que depende solo de si mismo.

"Es como un regalo después de un gran año, uno de los mejores de mi carrera, sin ninguna duda", dijo Nadal tras vencer al checo Tomas Berdych en la semifinales y alcanzar esta posición de nuevo. "Es un poco triste conseguirlo de esta manera, porque se retire, pero espero que se recupere para Shanghai".

Nadal comentó que volver al trono de la ATP era especial sobre todo por las circunstancias que ha pasado, con su lesión apartado de las pistas. "Es muy especial volver a la cima del ránking después de medio año sin jugar. He hecho trece finales este año en 14 torneos, algo que nunca hice antes. Por eso es muy, muy especial para mí", dijo.

"Y ahora he recuperado el número uno, pero al final, es solo un número. Lo que me hace feliz de verdad es todo lo que he hecho para volver a este puesto, mucho más de lo que soy ahora", añadió. "No me siento mejor jugador ahora que hace cinco horas. Esa es la verdad y no me iré a dormir esta noche sintiendo que soy el mejor jugador del mundo", puntualizó el español.

“Al principio fue muy duro“

Nadal recordó lo duro que fue para él comenzar de nuevo y las dudas que tuvo. "Al principio fue muy duro, incluso con los buenos resultados. Después el nivel del tenis fue mucho mejor de lo que yo hubiera pensado antes en un periodo tan corto. En Acapulco jugué increíble, es la verdad, y en Indian Wells también. Nunca pensé que sería capaz de jugar tan bien en solo tres semanas, pero lo hice", señaló.

"Sin estar sano, nada es posible"

"Me sentía impaciente por entrar a la pista, con emociones al volver a jugar en grandes estadios, y probablemente muy fresco mentalmente. Emocionado por competir de nuevo y hacerlo bien, y sintiéndome muy competitivo contra todos", dijo el zurdo español. "He trabajado duro cada día con la actitud correcta y por eso estoy ahora en esta situación, pero no todo está hecho, queda un partido mañana, queda Shanghai. Soy número uno hoy pero no tengo asegurado acabar así al final de la temporada", adelantó Nadal sobre su próximo objetivo.

“Me creo capaz de ganar a cualquiera“

"Si soy capaz de acabar al final de año como número uno será una sensación muy especial. Pero para eso necesito ganar más partidos, si quiero lograrlo", añadió. "Lo que me hace feliz es que me siento competitivo cada vez que voy a un torneo y me creo capaz de ganar a cualquiera. Sin estar sano, nada es posible", dejó claro el mallorquín al recordar su último periodo de lesión.

Respecto a la final de este domingo y sus preferencias en cuanto al rival en ella, Nadal dejó claro que prefería a su amigo, el francés Richard Gasquet. "Quiero a Gasquet, evidentemente. Uno no tiene que engañar a nadie, porque esto ayuda. Un rival como Djokovic es mejor no encontrárselo. Te lleva al límite y es capaz de ganar todos los torneos que quedan de la temporada, y acabar como número uno del año", dijo.

“Hace un año estaba en una situación muy diferente“

"Yo tengo que hacer mi trabajo, seguir en la misma línea, ganando partidos. Dependo de mí a día de hoy, aun perdiendo los partidos contra Djkovic, si gano los demás sería número uno al final de la temporada", añadió. "Las celebraciones son para el final de año, no antes", dejó claro Nadal. "El tenis es tan particular que no hay tiempo para festejar. En pocos días estás en otro torneo jugando y compitiendo contra otro jugador que quiere ganarte. Al final de año, si acabo número uno, si será ocasión para celebrarlo, porque hace un año estaba en una situación muy diferente", recordó.