El ataque de entrenador de Ancelotti en el clásico le cuesta la confianza de la afición
- La afición blanca responsabiliza al entrenador y al árbitro de la derrota
- El equipo blanco ha perdido sus duelos con Atlético de Madrid y FC Barcelona
- Es la mayor crisis que vive el técnico desde que llegó al Real Madrid
La afición del Real Madrid no tiene dudas de que la culpa de la derrota en el clásico la tienen, a partes iguales, el árbitro Undiano Mallenco —por no pitar el penalti de Mascherano sobre Cristiano— y Carlo Ancelotti por su error a la hora de elegir el planteamiento.
La decisión de jugar con Sergio Ramos como stopper y la inclusión con calzador de Bale en el once titular han situado al entrenador italiano en el punto de mira de muchos aficionados que confiaban en que con la marcha de Mourinho se habían acabado los ataques de entrenador en los clásicos.
El portugués usó en más de una ocasión a Pepe como medio centro cuando el rival era el Barça. Le funcionó en momentos específicos como la final de Copa del Rey de Valencia pero en los aficionados calaba la idea de que era de equipo menor, y de corte demasiado defensivo, el jugar de ese modo.
“No ha habido mucho tiempo para ensayarlo“
El invento fallido de Ancelotti ha sentado peor aún ya que no solo privas al equipo de uno de los mejores defensas centrales sino que sorprendes a los propios jugadores con una nueva estrategia el día antes, como así reconoció el propio Ramos tras el partido: "No ha habido mucho tiempo para ensayarlo. Es una posición que siempre me ha gustado mucho y yo me adapto", reconoció.
Hacía ocho años que Sergio Ramos no jugaba en el medio del campo. Fue Juan Ramón López Caro en 2005 el único entrenador merengue que ha apostado por aprovechar las condiciones físicas de Ramos en el centro del campo.
Los daños colaterales de la acción es el descrédito con el que ha obsequiado Ancelotti a Illarramendi. El italiano, en rueda de prensa, excusó la suplencia del vasco con unos problemas físicos que los servicios médicos del club no han ratificado y que se desmienten por sí solos al ver la actuación del centrocampista en la última media hora de partido.
'Illarra' se estaba ganando el puesto y el cariño de la gente poco a poco tras superar la lesión con la que llegó al club blanco. Sin embargo, esta decisión de apartarlo del once el día más importante, lanza el mensaje de que todavía no confía en él.
Otro daño colateral es la confirmación de que el brasileño Casemiro ha quedado definitivamente anclado en el olvido. De poco le ha servido ser el jugador revelación de la pretemporada blanca.
Bale como delantero centro es aún más inexplicable
Tampoco funcionó el tridente ofensivo formado por Cristiano Ronaldo por la izquierda, Gareth Bale en el centro y Ángel Di María por la derecha.
Una de las cualidades del galés a lo largo de su carrera ha sido su capacidad para adaptarse a nuevas posiciones en el campo. De lateral izquierdo ha evolucionado en la Premier hasta ser un jugador que puede abarcar todas las posiciones del ataque, todas hasta ahora menos la de nueve.
El clásico del Camp Nou era el mejor escaparate para lucir al fichaje estrella del club pero el estado de forma de Bale está lejos de ser el apropiado para jugar al máximo nivel.
Los malos partidos que vino jugando Benzema fueron el calzador que necesitaba Ancelotti para incluir al galés en el once titular pero los buenos minutos del galo en la Ciudad Condal tras abandonar el banquillo vuelven a ser una razón más para argumentar el fracaso del italiano.
La derrota deja al Real Madrid ahora a seis puntos del líder y es el segundo traspié ante un rival directo después de perder ante el Atlético de Madrid en el estadio Santiago Bernabéu.
Esto se traduce en la crisis más grave en la que se ha visto envuelto el entrenador italiano desde que es entrenador del Real Madrid.