Rafa Nadal da cuenta de Jerzy Janowicz y avanza a cuartos en París-Bercy

• El español se impone por 7-6 y 6-4 al finalista de la anterior edición
• En la siguiente ronda le espera su amigo el francés Richard Gasquet
• Datos y estadísticas del partido Rafa Nadal - Jerzy Janowicz
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Nadal supera a Janowicz y se cita con Gasquet

Rafa Nadal supera al polaco Jerzy Janowicz y avanza a cuartos del Masters 1000 de París-Bercy. El líder del ránking y primer favorito del torneo se deshizo del finalista de la anterior edición por 7-5 y 6-4 en poco menos de dos horas de partido. [Datos y estadísticas del Nadal-Janowicz]

Al ganador le espera en cuartos de final el último representante francés del cuadro, Richard Gasquet, que celebró su reciente clasificación para la Copa Masters derrotando al japonés Kei Nishikori por un claro 6-3 y 6-2.

Cerró la jornada un Nadal-Janowicz que no comenzó de manera cómoda para el número uno del mundo. Como se preveía, el polaco defendía firmemente su saque con potencia, sirviendo a más de 200 kilómetros por hora, mientras Rafa se veía obligado a pelear cada punto en los suyos.

El de Manacor, que apenas llega a los 180 km/h con los suyos, trataba de compensar con técnica y colocación. Quería llevar el partido Nadal al terreno de los intercambios, pero Janowicz se mostraba inexpugnable. El séptimo juego del primer set, cuarto con su saque, lo ganó en blanco con cuatro 'aces' en 49 segundos.

Tardó diez juegos Nadal en forzar siquiera un 'deuce' en el saque de su rival, que aprovechaba su estatura (2'03 metros) para dominar las bolas altas. Solo necesitó el balear que sus restos entraran en el campo contrario para meter presión y disponer de su primera pelota de rotura.

Una volea de revés mal dirigida frustró esa primera oportunidad. Sin embargo, Janowicz se desinfló al notar el aliento del número uno y eso se notó en la mala elección de sus dejadas, en que ya no le entraba el servicio a la primera. Nadal aprovechó la segunda subiendo a la red, lo que se tradujo en 6-5 y saque.

La desventaja obligó a Janowicz a arriesgar y en el siguiente juego logró conectar dos restos peligrosos. Pero Nadal supo aguantar mejor la presión y, además, reclamar lo que era suyo: con 30-30 un 'drive' a la línea de Rafa lo cantó como fuera un juez de línea y el español pidió la revisión. El "Ojo de Halcón" dio la razón al número uno y en el siguiente punto cerró el set con rabia, pasados los 45 minutos.

Nadal se relaja

Los puntos clave de la manga anterior dejaron tocado anímicamente a Janowicz, que pasó de ganar sus servicios por la vía directa a perder el primero del segundo set en blanco, merced a sus errores. Eso provocó una cierta relajación en Nadal, que devolvió el guante con un par de errores no forzados y dos puntos de 'break' para el polaco, que se metió en el partido aprovechando el segundo; más bien, fallándolo Rafa.

Peligro. Janowicz comenzó a sentirse cómodo en el resto y con confianza para intentar una nueva rotura. La fortuna se alió con Nadal en el cuarto juego, porque el 14º cabeza de serie arriesgó demasiado en dos puntos que parecían en bandeja para lograr una segunda ventaja.

El intercambio de errores puso en evidencia la falta de ritmo, propiciada por la escasez de peloteos. Janowicz concedió dos nuevas pelotas de rotura a Nadal con sendos regalos. Primero se "comió" una pelota a la línea del español creyendo que iba fuera. En la siguiente, después de poner en ventaja a su rival con una demasiado larga, terminó de regalar el 'break' con doble falta. El 'cañonero' se quedaba sin balas por momentos.

No le iban mejor las cosas a Nadal, que regaló también una doble falta y le costó consolidar la rotura. Iba a trompicones el español en el partido, pero salía adelante con oficio y no dejándose llevar por los nervios. Ambos habían empezado el set con imprecisiones, pero fue Rafa el primero en encontrar la salida.

No obstante, le costó cerrar el partido con su saque, teniendo que remontar tres pelotas de rotura más, desaprovechando dos puntos de partido y cometiendo dos dobles faltas. Señal de que el número uno aún tiene camino que recorrer hasta su mejor nivel.