El Madrid pasó una noche de miedo en Vallecas

• Los blancos no supieron gestionar la ventaja de 0-3 y el Rayo casi les empata
• Sin control en el centro del campo, se vio un equipo desequilibrado y que reculó
• En la defensa se desató el caos cometiendo dos penaltis en minuto y medio
• Crónica del Rayo Vallecano 2 - Real Madrid 3

Noche de nervios para el Real Madrid en Vallecas

Después de la goleada endosada al Sevilla llegaba el Real Madrid a Vallecas para confirmar la mejoría de los blancos. Una contundente victoria ante el colista era una ocasión inmejorable para acallar las críticas a este Madrid, que pese a su pegada, no termina de convencer con su juego.

Lejos de eso, y pese a la victoria por 2-3, lo que cosechó Ancelotti en el estadio rayista fueron muchas dudas y la imagen de un equipo desesperado que terminó pidiendo la hora.

El técnico italiano decidió apostar nuevamente por la BBC madridista: una delantera con Bale, Benzema y Cristiano que fue lo mejor de los blancos y que volvió a demostrar su pegada a las primeras de cambio.

En solo tres minutos el Madrid ya dominaba el marcador gracias a un gol de Cristiano Ronaldo. Después, el mazazo de Benzema tras un tanto anulado al Rayo y el segundo de CR7 nada más volver del descanso dejaron, o eso parecía, sentenciado el encuentro para el Madrid. Pero nada más lejos de la realidad.

Un equipo desdibujado

El Madrid jugó con fuego y a punto estuvo de quemarse, desaprovechando una ventaja de 3-0.

Sin Xabi Alonso, que solo disputó 45 minutos en su vuelta a la titularidad, los de Ancelotti fueron incapaces de controlar el centro del campo y dieron un paso atrás ante un Rayo que se vino arriba.

Jémez no temía al todopoderoso Madrid y a la vez que apostó por una defensa de tres, dio entrada a Larrievy, dejando patente las carencias del conjunto blanco.

Cuando el Rayo, aunque sea el colista, le jugó de tú a tú, a los hombres de Ancelotti le entraron los nervios y recularon hasta defender en su área.

Caos en la defensa blanca

Se vio entonces a un equipo desequilibrado y sin un plan, más allá de intentar conectar algún balón largo con el tridente BBC. Pero en esta ocasión los pases no salían y además la zaga madridista cometió dos penaltis infantiles.

En solo un minuto y medio, primero Pepe y después Marcelo, cometieron sendos penaltis que transformó Viera y en el bloque madridista se desató el caos.

Hubo reproches entre compañeros, carencia de entendimiento y faltas que merecieron más castigo, como la de Carvajal que debió ver la segunda amarilla.

Además, quedó patente la falta de compromiso de los atacantes que no presionaron las salidas del rival y concedieron demasiadas ocasiones. Solo la buena actuación de Diego López y algún que otro poste evitaron que el Rayo consiguiera el merecido empate.

Tras el encuentro, el meta gallego habló de “falta de concentración” y el propio Ancelotti mostró su descontento por la “superficialidad mostrada en el campo”. Unas críticas que no hacen más que dejar patente que en la noche posterior a Halloween al Madrid le entró el canguelo en Vallecas.

Miedo a caer ante el colista; miedo a no poder controlar un partido teóricamente resuelto, miedo, en definitiva, a descolgarse de la cabeza de la liga y no poder estar en la pugna con Barça y Atlético.