El Atlético sigue imparable; victoria, clasificación y primer puesto asegurado
- Diego Costa lidera a su equipo ante el débil Austria de Viena
- Miranda, Raúl García y Filipe Luis acompañan al delantero como goleadores
- El empate entre Zenit y Oporto da el primer puesto del grupo a los locales
- Todos los datos y estadísticas del Atlético de Madrid 4 - Austria Viena 0
Ficha técnica:
4 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Adrián (Óliver Torres, m. 46), Tiago (Guilavogui, m. 55), Gabi, Koke (Cristian Rodríguez, m. 66); Raúl García y Diego Costa.
0 - Austria Viena: Lindner; Koch, Ramsebner, Ortlechner, Leovac; Holland; Royer, Mader (Dilaver, m. 68), Simkovic (Hosiner, m. 53), Murg (Suttner, m. 53); y Kienast.
Goles:
1-0, m. 11: Miranda.
2-0, m. 25: Raúl García.
3-0, m. 45: Filipe Luis.
4-0, m. 82: Diego Costa.
El Atlético de Madrid continúa como el equipo más en forma de Europa y certifica con una nueva victoria su clasificación como primero del Grupo G de la Champions League. [Estadísticas del Atlético de Madrid 4 - Austria de Viena 0]
La víctima ha vuelto a ser el rival más débil de la primera fase, el Austria de Viena, que se ha llevado en la maleta cuatro goles (Miranda, Raúl García y Filipe) y pudieron ser más si Diego Costa hubiera tenido atinado el punto de mira ya que el hispano-brasileño solo pudo marcar el cuarto de su equipo.
Antes de que comenzara el choque del Calderón, Zenit y Oporto empataron a un gol en Moscú por lo que una victoria colchonera le aseguraba el primer puesto. Ese trabajo ya conseguido hizo que el equipo de Simeone saltara a los primeros minutos sin esa carga emocional que tanto determina su forma de jugar.
A pesar de jugar a medio gas, el equipo local supo encarrilar pronto el choque gracias a una jugada a balón parado. Corría el minuto 11 cuando Koke puso el centro desde el córner para que Raúl García y Miranda se estorbaran a la hora de rematar. Por suerte el balón quedó muerto en el área pequeña y el defensa brasileño solo tuvo que empujar a gol.
El gol fue todo un mazazo para los austriacos que a partir de ahí sufrieron mucho a la hora de sacar la pelota de su propio campo. Las buenas actuaciones de su portero Lindner ante Diego Costa evitaron el segundo. Del mismo modo Courtois salvó a los suyos en el minuto 21 al detener a bocajarro el remate de Murg.
Tan solo cuatro minutos después, el Atlético abrió la brecha en el marcador al rematar a gol Raúl García el centro desde la banda de Diego Costa. El navarro fue fiel a su cita con el gol a pesar de jugar pocos minutos y aún rematando casi de espaldas, el segundo subió al electrónico.
El dominio del juego por parte de los de Simeone era un reflejo de la fiesta que vivían sus aficionados al contemplar cómo su equipo era capaz de clasificarse para la siguiente fase de la máxima competición a falta de dos jornadas y además como primero.
Diego Costa seguía erre que erre en su empeño de buscar el gol pero fue Filipe Luis el que anotó el tercero de los atléticos al cazar un remate en semifallo de Costa (min. 45). Con el 3-0 se fue el partido al descanso.
Oliver Torres, lo más destacado de la segunda mitad
Tras la reanudación Simeone introdujo cambios para dar descanso a los suyos. Ya de inicio había dejado en el banquillo a Villa en favor de Adrián y este dejaría su puesto en el descanso a Oliver Torres.
El chaval fue prácticamente la única atracción de la segunda mitad. Su ambición por recibir siempre la pelota y su facilidad para soltarla con criterio levantaron más de un olé en la grada.
El 'Cholo' también quiso que su afición disfrutara unos minutos del francés Guilavogui. El mediocampista también se llevó sus aplausos.
El tercer cambio fue el del 'Cebolla' Martínez que acabaría provocando un penalti a falta de 15 minutos para el final. La mala suerte se volvió a cebar con Diego Costa que no fue capaz de batir al portero austriaco.
Esa maldición solo se pudo romper en el minuto 82. El próximo debutante con la selección española aprovechó una dejada de Raúl García para fusilar desde la frontal las mallas vienesas. Su grito al cielo demostraba la rabia contenida que llevaba acumulada durante más de una hora.
No hubo tiempo para nada más. Ahora el Atlético debe viajar a Moscú y recibir al Oporto con los deberes hechos. Toca centrarse en la Liga y en la Copa hasta después de enero.