Buscando al sustituto de Anand y Carlsen
- España solo tiene un representante entre los 100 mejores ajedrecistas
- Desde hace años, el ajedrez es asignatura obligatoria en algunos colegios
Hay un pueblo en la sierra madrileña muy pendiente de una partida de ajedrez que están disputando un noruego contra un indio en la otra punta del mundo, exactamente en Chennai (India). En ella está en juego la corona mundial del juego de los 64 escaques y la localidad madrileña española se llama Collado Mediano.
El interés se justifica en que uno de los contendientes y defensor del trono, el indio Viswanathan Anand, vivió 16 años allí (desde 1995 a 2011) antes de volver a su Madrás natal y recibir a su rival y ahora aspirante al título, el noruego Magnus Carlsen.
El ajedrez nunca ha sido en España un deporte de los más seguidos y practicados. En la lista de los cien mejores jugadores del mundo del mes de noviembre, creada por la federación internacional (FIDE), tan solo figura un competidor español. Se trata del menorquín Francisco Vallejo, que ocupa el puesto 44.
España, país puntero
Para tratar de cambiar esa historia se están impulsando —con cuentagotas— medidas innovadoras que provienen del empeño particular de unos pocos adelantándose incluso a las instituciones. En marzo de 2012, el Parlamento Europeo reclamó a la Comisión Europea y a los estados miembros que apoyaran la introducción de un programa de 'Ajedrez en la escuela' a raíz de la insistencia de la Unión Europea de Ajedrez.
Antes de que el Parlamento Europeo tomara partido, hubo colegios en España que apostaron por el ajedrez como asignatura obligatoria en sus aulas y así han convertido a España en uno de los países punteros en la utilización del ajedrez como herramienta pedagógica en colegios e incluso en universidades.
Colegios como el Luis Vives de Elche o el Mirabal en Pozuelo de Alarcón fueron los pioneros y los animadores para que otros centros se decidieran por incluir al ajedrez en los currículos. Uno de los últimos en sumarse ha sido el colegio Santa Francisca Javier Cabrini del madrileño barrio de Hortaleza, en el que se inaugura este curso la asignatura obligatoria de ajedrez en los cursos de Educación Infantil y Primaria.
Fomenta la concentración, la paciencia y la persistencia
Con la colaboración del periodista especializado y colaborador de RNE Leontxo García y especialistas como Jorge Pérez del Amo o la colombiana Adriana Salazar, en el centro de Hortaleza, el ajedrez ha dado el salto de ser una actividad extraescolar a ser una asignatura obligatoria tras diez años de trabajo.
Las razones son evidentes, "el ajedrez es una actividad lúdica con la que se aumenta la capacidad intelectual y se desarrollan aptitudes como la toma de decisiones, la previsión y la planificación junto con actitudes esenciales como el esfuerzo y la tenacidad", asegura Verónica López, coordinadora del proyecto Ajedrez del colegio Santa Francisca Javier Cabrini.
"Queremos que uno de los principales objetivos sea la adquisición de valores por parte del alumno: respeto, deportividad, cooperación o solidaridad entre otros", añade.
La iniciativa se fundamenta en una sesión semanal desde 1º de Educación Infantil hasta 6º de Educación Primaria en la que se desarrolla una parte teórica y otra práctica en la que los alumnos adquieren las nociones necesarias para poder enfrentarse a una partida de ajedrez.
Según Verónica, "dedicamos una atención especial a los alumnos especiales, ya sean aquellos que presentan dificultades de aprendizaje para que no caigan en la desmotivación que puede producirles las continuas derrotas o aquellos niños más avanzados que pueden servir como locomotoras del grupo".
"El ajedrez ayuda a los alumnos a mejorar su calidad humana"
¿Puede un juego como el ajedrez desarrollar múltiples habilidades y valores en los alumnos?, la respuesta en el colegio madrileño es indudablemente positiva.
“Hemos podido comprobar una evolución“
"En este tiempo en el que hemos aplicado el ajedrez como asignatura, hemos podido comprobar una evolución y un desarrollo de estas capacidades evidente, en todos sus ámbitos y materias educativas. Y todo ello conseguido a través de este juego, el cual les motiva, entusiasma y divierte", concluye Verónica.
Si hay un camino para que España cuente algún día con un campeón como Anand o Carlsen seguro que pasa por crear una base sólida como la que están creando colegios como el Santa Francisca Javier Cabrini.
Países como Estados Unidos, India, Noruega o, especialmente, la extinta URSS en su día, sembraron los colegios de tableros antes de encumbrar a campeonísimos como Bobby Fischer o Garry Kasparov. ¿Quién sabe si Collado Mediano tendrá en un futuro otro maestro de maestros paseando por sus calles?