El Madrid se mete de cabeza en la lucha liguera
- Un testarazo de Pepe da la victoria a un gris Madrid en Cornellà-El Prat
- Los de Ancelotti acaban la primera vuelta a tres puntos de Barça y Atlético
- Datos y estadísticas del Espanyol - Real Madrid
Ficha técnica:
0 - RCD Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno, Fuentes; Víctor Sánchez, Raúl Rodríguez; Stuani (Pizzi, min.84), Álex Fernández (Simao, min.64), Torje (Lanzarote, min.64) y Córdoba.
1 - Real Madrid: Diego López; Carvajal (Arbeloa, min.91), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric; Di María, Bale (Jesé, min.76), Cristiano Ronaldo y Benzema (Illarramendi, min.89).
Gol: 0-1, min.55: Pepe.
Árbitro: Teixeira Vitienes (colegio cántabro). Amonestó a Modric (min.12), Torje (min.57) y a Córdoba (min.83).
Incidencias: partido correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 32.131 espectadores. El Infantil A del Espanyol, campeón en el pasado torneo de Arona, fue homenajeado antes de iniciar el encuentro. Se guardó un minuto de silencio por José María Maguregui, extécnico blanquiazul, y por el hijo del exjugador del Espanyol Wakaso, fallecido con cuatro meses de edad.
El Real Madrid ha aprovechado el empate entre Atlético y Barcelona para recortar dos puntos con la cabeza de la tabla, gracias a un cabezazo de Pepe que desatascó a los blancos en Cornellà-El Prat contra un combativo Espanyol. [Datos y estadísticas del Espanyol - Real Madrid]
Con este resultado, los de Carlo Ancelotti finalizan la primera vuelta de la Liga con 47 puntos, a tres del medio centenar de Barça y Atlético. Lo ha hecho con una victoria por la mínima y muy trabajada en Barcelona, donde el equipo local salió a morder y acabó viviendo de las paradas de un acertado Kiko Casilla, con el que soñará esta noche Cristiano Ronaldo.
El portugués, que viajará este lunes a Zúrich a la esperada ceremonia del Balón de Oro 2013, no tuvo su noche de cara al gol. Hasta en diez oportunidades disparó a puerta Cristiano, que cuando no chocó contra el portero espanyolista, veía como su puntería no estaba lo suficientemente fina.
Así, el Madrid, sin hacer un gran partido, y tras desperdiciar un buen puñado de buenas ocasiones, acabó el partido luchando contra un Espanyol inconformista al que le costó horrores poner a prueba a un Diego López que llegó al once titular de Ancelotti por los pelos, después de sufrir problemas intestinales durante el fin de semana.
El portero madridista tuvo que activarse desde el comienzo del partido, cuando el Espanyol sondeó el estado de la retaguardia blanca con un arranque rompedor. Con Torje revolucionado y aprovechando la banda de un dormido Marcelo, el conjunto local fue el primero en tomar la iniciativa en el partido.
Junto a Torje y Stuani, que hizo la primera ocasión con un remate de cabeza, el peligro pasó por las botas de Córdoba, que entró con regularidad por las inmediaciones de Diego López, dando mucho trabajo a Pepe y Sergio Ramos. Sin embargo, los plomos locales pronto se fueron fundiendo y el Madrid apoderándose de la posesión.
Pepe desatasca al Madrid
Con el partido más estabilizado, el equipo blanco creó sus primeras ocasiones, vía Karim Benzema. El francés estrenó a Casilla con una difícil volea a pase de Di María, la novedad de Ancelotti en el once. Tras él, llegaron los primeros intentos de Cristiano Ronaldo, dos misiles que despejó Casilla, primero de puños y después con los pies.
El Madrid, con poco brillo, empezaba a rondar el tanto, que se hizo esperar hasta la segunda mitad. Llegó a balón parado. Modric botó una falta desde una posición cercana al córner y Pepe, aprovechando el arrastre defensivo provocado por Cristino, cabeceó sólo y con fuerza a la red de Casilla.
El 1-0 desconectó al Espanyol, que no conseguía frenar los ataques de un Madrid errático arriba. Las intentoas de Cristiano Ronaldo y las paradas de Casilla fueron la tónica de una segunda mitad muy combativa en la que el Madrid no consiguió aumentar la ventaja. Tampoco pudo empatar el Espanyol, a pesar de que metió el miedo en el cuerpo del equipo madridista en la recta final del partido.